Esta historia es un fanfic de la novela turca El Secreto de Feriha.
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¿Qué ocurrió en los diez días previos a la boda de Emir y Feriha? ¿Cómo fue que realmente...
Prohibida la copia total, parcial o adaptación (Seamos respetuosas con el trabajo ajeno).
AMOR SIN FINAL
Autora: Daiana Mibrani
Advertencia: Escenas 🔥🔥🔥
Después de disfrutar de un hermoso día en las montañas en compañía de la señora Gulizar y el señor Rugi, Emir y Feriha estaban de regreso en su casa.
—Este ha sido uno de los mejores cumpleaños que he pasado. —Emir estaba muy contento.
—Y aún no termina. —Feriha preparaba una ensalada, los invitados no tardarían en llegar y ella deseaba tenerlo todo listo.
El muchacho se acercó por detrás y la rodeó en un cariñoso abrazo.
— ¡Emir! —se quejó entre risas—. Tengo que terminar la comida, ¡así no puedo!
Emir hizo oídos sordos a las palabras y siguió abrazando a Feriha mientras apoyaba su barbilla en su hombro.
—No me importa, hoy es mi cumpleaños y tienes que hacer todo lo que yo quiera —le dijo en tono travieso.
La joven dejó los cubiertos sobre la mesa y se dio la vuelta quedando de frente a él.
— ¿Ah sí? —cuestionó alzando las cejas—. ¿Y se puede saber qué es lo que quieres? Ya te di tus regalos.
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Emir sonrió con picardía.
—Creo que te faltó uno —le susurró sensualmente al oído.
Feriha cerró los ojos sintiendo que se le erizaba cada fibra del cuerpo, y cuando ambos estaban a punto de besarse, fueron interrumpidos por el inoportuno sonido del teléfono.
Emir maldijo entre dientes y Feriha tomó el celular para leer el mensaje que acababa de llegar.
—Es Hande —avisó—. Dice que no podrán venir, parece que el padre de Koray está en el hospital y tienen que viajar a Ankara con urgencia.
— ¿Qué sucedió?
—El señor Ismail tuvo un pequeño accidente —contestó a medida que Hande le iba escribiendo—. Creen que no es de gravedad, pero aun así Koray quiere ir a acompañar a su madre.
—Entiendo, dile que no se preocupen y nos mantengan al tanto.
Feriha guardó silencio mientras le escribía a su amiga.
—Hande se siente mal por no poder venir, dice que va a organizarte una nueva fiesta y que no podrás negarte.
Emir puso los ojos en blanco, su amiga aun no le perdonaba el no haberla dejado organizar su fiesta de cumpleaños. Hande no podía asimilar que él ya no era el mismo de antes y no deseaba celebraciones en el club ni nada por el estilo. Ahora era un padre de familia y se conformaba con una pequeña reunión en casa. No necesitaba nada más para ser feliz.
