Amor sin Final (Femir)

2) La verdad de Emir

Prohibido la copia total, parcial o adaptacion (seamos respetuosos del trabajo ajeno)

AMOR SIN FINAL

Autora: Daiana Mibrani.

El sonido de las llaves en la cerradura resonó hasta el último rincón del desolado departamento, rompiendo el imperturbable silencio que desde hace algunos años allí habitaba.

Con pasos lentos, Emir y Feriha se adentraron en la vivienda contemplando todo a su alrededor.

La tenue luz del atardecer se colaba a través de las ventanas dando paso a una pequeña claridad que alumbraba aquella habitación que nuevamente los recibía.

—Todo luce tan igual —murmuró Feriha mientras caminaba hacia el centro de la sala.

—Le dije a Gülfidan que mantuviera todo exactamente como estaba —comentó Emir sintiendo que un mar de emociones se encendía en su pecho. Era difícil estar allí nuevamente.

El joven miró hacia el sofá en el cual, años atrás, se la había pasado durmiendo completamente ebrio, y sin decir una palabra, se acomodó sobre el tomando su rostro entre sus manos al tiempo que exhalaba una gran bocanada de aire.

Feriha, luego de observarlo, imitó sus movimientos sentándose frente a él.

—Tú no puedes imaginar cómo me sentí aquella noche cuando regresé y no te encontré —dijo con la mirada pérdida en el suelo mientras rememoraba la angustia vivida en aquella época—. A pesar de todas nuestras peleas y lo difícil de nuestra relación, sentí un gran alivio cuando le dije al señor Ihsan que no podría seguir trabajando con él en el Nigth... Pensé que todo iba a cambiar, que la situación entre nosotros iba a ser diferente... Y lo fue —dijo mientras posaba los ojos sobre la silueta femenina—. Solo que no de la manera en la que yo lo esperaba.

Feriha escuchaba el relato de Emir atentamente y con pequeñas lagrimas en los ojos. Era inevitable sentir una profunda tristeza al darse cuenta cuanto había sufrido él. En todos esos años, el resentimiento de haberse sentido traicionada le había impedido pensar de otra forma que no fuera con rencor, pero ahora que conocía la verdad de los hechos todo era muy diferente.

—Estaba dispuesto a todo, a sacrificar mi orgullo —continuó él—. Iba a aceptar la propuesta de mi padre y quedarme con el Hills—. Hizo una pausa acomodándose en el sofá y dirigiendo la mirada hacia el techo—. Esa noche cuando regresé y no te encontré me volví loco... Sé que me había ido sin darte una respuesta, pero nunca imaginé que por culpa de eso... —Cerró los ojos con pesar dejando inconclusa la frase—. Estaba confundido, no entendía nada. Miles de ideas cruzaron por mi mente.

Emir se levanto del sofá y comenzó a dar vueltas en círculos rememorando cada pensamiento que había tenido aquella fatídica noche.

—Lo primero que hice fue llamarte por teléfono, pero encontré tu celular en la cama. Entonces con incredulidad me pregunté a dónde podrías haber ido. ¡Por qué demonios no estabas en la cama durmiendo como todas las noches! —dijo con desesperación—. No me importo la hora y bajé como un loco hacia la casa de tus padres, pensé que quizás podrías estar allí, pero la cara de tu familia me lo dijo todo... Entonces llame a Koray, quizás Gülsüm sabría algo, pero no fue así.

Una pequeña lagrima corrió por la mejilla de Emir, y Feriha al verla, quiso acercarse a él para limpiar su rostro.

Pero él continuó con su monologo sin prestarle atención.

—Llamé a todas las personas que conocíamos. Incluso fui a buscarte a los dormitorios de la universidad, pero nadie sabía nada de ti, era como si la tierra te hubiera tragado. —Tomó una gran bocanada de aire y continúo—. Entonces sentí terror... Recordé que antes de irme Yavuz había estado en la casa, y pensé que quizás él podría haberte hecho algo... Fui hasta su empresa a buscarlo, no querían dejarme entrar así que lo hice a la fuerza. —Emir apretó los puños mientras recordaba el dialogo que había tenido con aquel hombre.