Esta historia es un fanfic de la novela turca El Secreto de Feriha.
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¿Qué ocurrió en los diez días previos a la boda de Emir y Feriha? ¿Cómo fue que realmente...
Prohibida la copia total, parcial o adaptación. (Seamos respetuosas con el trabajo ajeno).
AMOR SIN FINAL
Autora: Daiana Mibrani
En Etiler, Feriha se alistaba tranquilamente para asistir a su clase de yoga.
— ¡Amor!, ¿ya estás listo? —preguntó la muchacha.
Emir apareció en la habitación bebiendo un vaso de jugo. Al igual que Feriha, él también estaba vestido con ropa de deportes.
—Cariño, ¿de verdad es necesario que vaya? Puedo dejarte y luego pasar por ti —sugirió por cuarta vez en lo que iba del día.
Emir no entendía por qué Feriha quería llevarlo a hacer yoga, nunca en su vida lo había hecho y la verdad era que la idea le parecía bastante aburrida. Él prefería otro tipo de ejercicios como salir a correr o simplemente ir al gimnasio.
—Emir, ya lo hablamos —dijo molesta—. Es yoga para embarazadas y se hace en pareja. ¡Tienes que venir!
Emir no tuvo otra opción más que resignarse. Sería incapaz de negarle algo a Feriha.
Pasados unos cuantos minutos, los enamorados llegaron a un enorme y lujoso gimnasio. Allí era a donde Emir siempre asistía.
—Vaya, es muy grande.
—Lo es, es un gimnasio muy completo.
— ¿Hace cuanto vienes aquí? —preguntó Feriha. Muchas personas veían a su marido y lo saludaban como si lo conocieran muy bien, entre ellas y para su disgusto, había algunas mujeres bastante guapas.
—Un par de años —respondió sin estar seguro.
Feriha frunció el ceño al ver que una chica de cabello rubio le sonreía a Emir de manera coqueta.
—Por Allah —masculló por lo bajo aferrando fuertemente el brazo de su esposo.
Él sonrió.
—Celosa.
Feriha lo miró con cara de reproche.
—Podrías haber buscado un gimnasio solo para hombres, pero claro, seguro lo hiciste apropósito para conquistar chicas.
Emir desvió la mirada intentando reprimir una carcajada.
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—Eso es verdad —aceptó con diversión provocando que la muchacha detuviera sus pasos.
— ¡¿Y me lo dices así como si nada?!
¡Feriha no podía creer que Emir fuera tan cínico!
—Solo soy sincero contigo, amor —habló con cara inocente—. Vengo a este lugar desde hace mucho tiempo y ya sabes cómo era mi vida antes de conocerte.
