113) Persecución y arresto

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Prohibida la copia total, parcial o adaptación (Seamos respetuosas con el trabajo ajeno).

AMOR SIN FINAL

Autora: Daiana Mibrani


Emir y Koray se dirigían en el auto hacia la casa de Berfin. Este último no estaba de acuerdo con lo que su amigo estaba a punto de hacer. Koray pensaba que lo mejor era dar aviso a la policía, por lo que, en secreto, le había enviado un mensaje a la oficial Can informándole de toda la situación.

— ¿Y qué se supone que vamos a hacer cuando lleguemos? A penas nos vea, Ece saldrá corriendo. —Koray miró hacia la calle, faltaba poco para llegar.

—Hay una cafetería en frente del edificio, entraremos allí y nos sentaremos al lado de la ventana. Así la veremos llegar sin que ella nos descubra.

— ¿Y qué harás cuando la tengas en frente? ¿Acaso la golpearás o qué?

Emir no respondió la pregunta, siguió conduciendo y su acompañante puso los ojos en blanco. Era imposible hacerlo desistir de la idea de atrapar a Ece. Koray solo esperaba que la policía llegara a tiempo antes de que Emir cometiera alguna locura.

Minutos después, ambos jóvenes bajaron del automóvil y se dirigieron al café, pero antes de lograr entrar en el, Can los interceptó con una cara de pocos amigos.

—Señor Sarrafoğlu, ¿a dónde cree que va? ¿Acaso no sabe que esto es trabajo de la policía?

Emir parpadeó confundido mirando a los recién llegados. ¿Qué demonios hacían ellos allí?

—Si la sospechosa lograba escapar, sería su responsabilidad —habló Selim en tono serio.

Los oficiales estaban vestidos de civiles para no llamar la atención, ambos estaban tomados de la mano haciéndose pasar por una pareja.

—Yo les avisé. No podía dejar que hicieras una locura —confesó Koray.

Emir lo miró con fastidio haciendo una mueca.

—Ahora entraremos a este café a esperar a que la fugitiva aparezca, y en cuanto lo haga, nosotros iremos por ella y ustedes no se moverán de aquí —ordenó Can.

Emir no dijo nada al respecto y todos hicieron lo que la mujer decía. Al poco tiempo, una joven de aspecto sospechoso apareció en el lugar.

—Es ella. —Emir estaba completamente seguro. A pesar de que Ece llevaba el cabello cubierto y ropa holgada, él sabía perfectamente que era ella. No podía equivocarse.

Selim miró a la joven con dudas intentando compararla con la fotografía que tenía en su teléfono.

—Vamos.

Los oficiales se tomaron nuevamente de las manos simulando ser una pareja. Con parsimonia, salieron de la cafetería.

—¡Emir, quédate aquí o lo arruinaras todo! —espetó Koray leyendo las intenciones de su amigo.

—¡No puedo quedarme sin hacer nada!

—¡No puedo quedarme sin hacer nada!

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Amor sin Final (Femir)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora