120) Filiz Sarrafoğlu

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Prohibida la copia total, parcial o adaptación (Seamos respetuosas con el trabajo ajeno).

AMOR SIN FINAL (Últimos capitulos)

Autora: Daiana Mibrani


Algunos meses después

Un nuevo día había llegado, y en la residencia Sarrafoğlu, una hermosa bebé de mejillas sonrosadas abría sus ojitos color miel inspeccionándolo todo a su alrededor.

La pequeña volteó la cabecita, y con una sonrisa, descubrió a su bella mamá durmiendo a un costado de su cuerpo, mientras que del otro lado, su guapo papá hacia exactamente lo mismo.

Con algo de esfuerzo, la bebé giró sobre sí misma y gateó hasta su padre logrando treparse encima de su pecho. Entonces, Feriha abrió los ojos somnolienta, y con gracia, observó la travesura que su hermosa hija estaba a punto de hacer.

—Cariño —llamó en un susurro para no despertar a Emir—. ¿Qué haces?

La bebé soltó una risita y se abrazó al cuello de su papá jalándole las orejas.

Feriha hizo un esfuerzo para no reír.

—Mi amor, despertaras a papá —susurró enderezándose en la cama.

Feriha observó el rostro de su esposo dándose cuenta de que él intentaba por todos los medios contener una incipiente sonrisa y no abrir los ojos.

Emir quería hacerle creer a su pequeña que seguía dormido.

—Allah, son tal para cual —dijo con gracia.

En ese instante Emir abrió los ojos de golpe, y dando un giro suave, se dio la vuelta dejando el cuerpito de la pequeña debajo del suyo.

— ¡Ahora verás! —espetó regalándole múltiples besos en la pancita.

La bebé no podía parar de reír y agitar los bracitos.

— ¡Te estabas haciendo el dormido, le hiciste trampa!

—Mi princesita se lo merece por atreverse a tirarme de las orejas —contesto dándole pequeños mordiscos en las piernitas.

—Filiz sabe que puede hacer contigo lo que quiera —comentó Feriha a modo de burla.

Filiz Sarrafoğlu era la pequeña princesa de la casa. En sus escasos seis meses de vida ya había vuelto completamente locos de amor a sus padres.

La bebé era la perfecta combinación física de ambos: los bellos y expresivos ojos de Emir, la boquita rosada y delineada de Feriha, y una naricita que parecía moldeada por un artista plástico.

La niña definitivamente era toda una muñequita, y lo que tenía de hermosa lo tenía de traviesa y celosa, cualidad que había heredado de ambos padres.

La niña definitivamente era toda una muñequita, y lo que tenía de hermosa lo tenía de traviesa y celosa, cualidad que había heredado de ambos padres

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Amor sin Final (Femir)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora