Esta historia es un fanfic de la novela turca El Secreto de Feriha.
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¿Qué ocurrió en los diez días previos a la boda de Emir y Feriha? ¿Cómo fue que realmente...
Prohibida la copia total, parcial o adaptación (Seamos respetuosas con el trabajo ajeno).
AMOR SIN FINAL
Autora: Daiana Mibrani
Había pasado una semana desde el cumpleaños de Emir. En ese tiempo, Hande había organizado un viaje sorpresa a la bella ciudad de Bodrum, reconocida en todo el país por sus espectaculares playas azules y cristalinas.
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La joven de cabello rubio en un principio había pensado en organizar una enorme fiesta para su amigo, ya que con Koray no habían podido asistir a su celebración de cumpleaños. Pero luego, cambió de idea pensando que pasar un fin de semana en el mar sería una mejor opción.
No era necesario decir que el matrimonio Sarrafoğlu había agradecido con creces el cambio de planes original.
—Este lugar es hermoso. ¡Me encanta! —Feriha miraba hacia el horizonte donde el azul de mar se perdía en la claridad del cielo.
—Lo es, y lo mejor de todo es que el clima es muy bueno. A pesar de estar en otoño es posible disfrutar de días cálidos —comentó Hande.
Ambas chicas caminaban por la playa siendo seguidas por sus esposos.
—Fue una excelente idea venir aquí, a Hakan le encanta el mar y la piscina. —Emir miraba a su pequeño quien estaba en sus brazos con los ojitos clavados en el suelo. Recientemente, el bebé había descubierto que jugar en la arena era algo muy divertido.
—Es una pena que Kaan no pudiera venir.
Hande esbozó una sonrisa malvada al escuchar las palabras de su esposo.
— ¿Por qué no vino? —quiso saber Feriha.
—Parece que tu prima quería pasar un día en familia con Kaan y el capitán, los tres iban a dar un paseo en yate.
—Los cuatro. —Koray corrigió a su esposa—. La señora Hatice también iba a ir.
Feriha abrió los ojos sorprendida. No había dudas de que Levent estaba haciendo todo lo posible para llevarse bien con su tía, tarea que seguramente no era nada sencilla.
—A Koray no le gusta la idea de que el capitán se convierta en el padrastro de Kaan —habló Hande con burla.
El aludido la miró de mala manera.
— ¿Y a quién podría gustarle algo así? —comentó Emir sin siquiera pensar en sus palabras.
Rápidamente, Feriha le dio un pequeño golpecito en las costillas.
—No hables así —regañó.
El muchacho se hizo el desentendido arreglando el sombrerito que llevaba Hakan.
—Los dos son unos celosos, nunca podrán superar al capitán. —Hande soltó la carcajada y Feriha sonrió dándole la razón—. Pero es increíble la relación de esos dos, jamás lo hubiera podido imaginar.
