Esta historia es un fanfic de la novela turca El Secreto de Feriha.
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¿Qué ocurrió en los diez días previos a la boda de Emir y Feriha? ¿Cómo fue que realmente...
Prohibida la copia total, parcial o adaptación. (Seamos respetuosos con el trabajo ajeno)
AMOR SIN FINAL
Autora: Daiana Mibrani
Habían transcurrido un par de días desde que Feriha se realizó su primera ecografía. En ese tiempo, la joven pareja se había dedicado a buscar su nuevo hogar, y para su fortuna habían dado con la casa indicada: una hermosa propiedad situada en una tranquila y elegante zona residencial.
La casa era bastante amplia y cómoda. Contaba con dos pisos y una gran piscina, algo que en un principio no había dejado conforme a Feriha debido al peligro que podría representar para su bebé, pero luego de ver el hermoso jardín y la cálida chimenea de la sala, ella había cambiado de opinión. Después de todo, y tal cual había sugerido Emir, podían tomar las precauciones necesarias para hacer de su hogar un lugar seguro.
Emir ya había entregado la mitad del pago de la propiedad. Solo faltaba terminar de completar una serie de trámites para que la vivienda fuera oficialmente suya.
Feriha, por su parte, había insistido en poner de su propio dinero para concretar la compra, pero su esposo se había negado rotundamente argumentando que darle un hogar era algo que siempre había querido hacer y no había logrado cumplir.
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—Amor, ya terminé todo en el club —dijo Emir a través del teléfono—. Todo está quedando increíble para esta noche.
—No puedo esperar a que pasen las horas. ¡Estoy ansiosa!
Ese día en la noche, ambos habían organizado una pequeña reunión en el Nigth para anunciarles a sus familiares y amigos la llegada de su futuro hijo. Sería una gran sorpresa para todos ya que la única que estaba enterada del embarazo era Zehra.
—Yo también lo estoy —dijo con alegría—. ¿Ya terminaste? ¿Quieres que te recoja?
—N-no, me quedaré un rato más. Aun tengo que revisar algunos papeles —comentó intentando sonar normal, no quería que Emir le hiciera preguntas acerca de lo que en realidad estaba haciendo.
—Está bien, pero no te canses —dijo preocupado—. Iré a visitar a Koray. Cuando termines me llamas y paso a buscarte.
—No te preocupes, ve a ayudar a Koray con la mudanza de Gülsüm, luego yo los alcanzo en taxi... También quiero ayudar.
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Gülsüm acababa de regresar a Estambul, y como no había tenido otra opción, le había pedido a Koray que le consiguiera una pequeña casa para poder alojarse temporalmente junto a Kaan y su madre.
El muchacho había accedido sin ninguna objeción, y para disgusto de Hande, había encontrado un departamento bastante cerca de su propia casa con el fin de poder visitar a su pequeño hijo con mayor facilidad.
