Amor sin Final (Femir)

61) El cumpleaños de Feriha "Parte 1"

Prohibida la copia total, parcial o adaptación. (Seamos respetuosos con el trabajo ajeno).

AMOR SIN FINAL

Autora: Daiana Mibrani

Las últimas semanas habían sido bastante difíciles para Feriha debido a que no había dejado de recibir mensajes de una supuesta amante de Emir.

La situación era absolutamente extraña ya que cada vez que su esposo se marchaba de casa, solo pasaban unos minutos y los mensajes comenzaban a llegar.

¡Era como si la persona que los enviaba estuviera espiándolos!

Feriha comenzaba a desesperarse y no sabía qué hacer. Por un lado, había intentado comunicarse con el número en cuestión sin obtener respuesta, y por el otro, no había querido contarle nada a Emir porque confiaba en él y no quería preocuparlo, pero en los últimos días él había estado actuando tan extraño que ella no sabía qué pensar.

—Allah... No sé qué voy a hacer.

Feriha caminó nerviosa por la sala del departamento. ¡Su mente era un completo caos y no podía dejar de pensar! Encima, Emir no llegaba a casa. Se había marchado temprano en la mañana sin decirle a dónde iba.

La muchacha observó el reloj que colgaba de la pared, y en un vano intento por relajarse, se sentó en el sofá y encendió el televisor.

Mientras cambiaba de canal, no pudo evitar pensar en su familia. Todos la habían felicitado, ¡incluso Seher lo había hecho! El único que faltaba era Emir.

Y eso la tenía profundamente angustiada.

—Olvidó mi cumpleaños —susurró.

Feriha pasó las manos por su rostro y luego se puso de pie para ir a la cocina y buscar los chocolates que su madre le había regalado. ¡Se los comería todos intentando ahogar su amargura!

Pero en ese instante el timbre sonó sacando a la joven de sus pensamientos.

— ¡Ya voy! —gritó caminando hacia la puerta.

Feriha pensó que seguramente Emir habría olvidado sus llaves una vez más.

— ¡Feliz cumpleaños!

— ¿Levent? —La muchacha se desilusionó al no ver a su marido—. Gracias, no pensé que fueras a acordarte.

— ¿Cómo crees?, hemos festejado juntos tus últimos cumpleaños. —El capitán entró al departamento y se quitó los zapatos. —Ten— agregó entregándole una pequeña bolsita.

Feriha sonrió adivinando lo que habría allí dentro: sus dulces favoritos.

—Siento que mis presentes sean poco originales —comentó a modo de broma.

— ¿No crees que ya estoy demasiado gorda?

—Dudo que eso te impida comértelos.

Ella soltó una risita y luego puso cara de ofendida.

—No era la respuesta que esperaba, pero ven, siéntate.

Levent se acomodó en el sofá y Feriha fue a preparar té.

Mientras esperaba, el capitán recordó el primer cumpleaños que había pasado junto a su amiga. En aquellos tiempos, ambos acababan de llegar a Nueva York y Feriha no contaba con casi nada de dinero para darse ningún tipo de gusto, fue por ello que Levent pensó que obsequiarle una gran cantidad de ropa y accesorios sería una buena idea...Pero la sorpresa resultó demasiado grande cuando Feriha, con el orgullo a flor de piel, rechazó cada uno de sus regalos argumentando que saldría adelante por sus propios medios y con su propio esfuerzo.