Amor sin Final (Femir)

110) Momentos angustiantes

Prohibida la copia total, parcial o adaptación (Seamos respetuosas con el trabajo ajeno).

AMOR SIN FINAL

Autora: Daiana Mibrani

Emir y Feriha estaban en medio de la sala abrazados en silencio. Ambos intentaban en vano darse consuelo mutuo. Las lágrimas no paraban de salir del rostro de la bella chica mientras que su esposo intentaba mantenerse firme para ella.

— ¡Emir!... ¿Qué vamos a hacer?... ¡Esa mujer se llevó a nuestro hijo! —sollozó aferrándose al pecho de su amado.

El desesperado padre acarició los cabellos de su esposa sintiendo que sus ojos empezaban a volverse cristalinos.

—Tranquila cariño, la policía ya viene en camino.

En esos momentos, el timbre sonó y Emir corrió a abrir la puerta.

— ¡¿Qué paso?! ¡¿Cómo ocurrió todo?! —preguntó Koray llegando con Hande.

— ¿Y mi sobrino?

Emir cerró los ojos con fuerza dejando escapar una amarga lágrima.

— ¡Se lo llevó, Hande! ¡Esa maldita de Ece se llevó a mi bebé! —gritó Feriha sintiendo que iba a morirse allí mismo.

Koray miró a Emir con tristeza imaginando cómo debía estar sintiéndose en esos momentos, pero antes de que pudiera decir algo, el timbre volvió a sonar anunciando la llegada de la policía.

—Buenas noches, soy la oficial Can Serter y él es Selim, mi mano derecha. —La joven señaló a su compañero—. Recibimos una denuncia por secuestro.

Emir corrió hacia la mujer con desesperación.

— ¡Oficial, se acaban de llevar a mi hijo! ¡Por favor, tiene que hacer algo urgente!

—Tranquilícese y cuéntenos qué fue lo que ocurrió —habló Selim intentando mantener la calma. Se notaba que todos estaban profundamente conmocionados.

— ¡Mi esposo ya se lo dijo! ¿Qué parte no entiende? —Feriha estaba muy alterada—. ¡Una maldita loca entró a la casa y se llevó a mi bebé! ¡Tienen que encontrarlo, por favor!

—Mi amor, cálmate —pidió Emir abrazándola. Le partía el alma ver a Feriha en ese estado. ¡Se sentía tan culpable!, si tan solo hubiera llegado unos minutos antes, la situación hubiera sido diferente. ¡Jamás debió dejar a su mujer y a su hijo solos!

—Señores, créanme que entiendo cómo se sienten, pero para poder iniciar la búsqueda de su hijo necesito hacerles algunas preguntas. —Can miró a la pareja.