San Valentín 2021

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Este año en lugar de dibujos os traigo un poco de narración! Como siempre, esto no afecta en nada a la historia ✨

Frost miraba con aire melancólico por la ventana de la nave, hacia el horizonte de estrellas. Había llegado un día especial en el año, pero no lo sentía festivo en lo más mínimo. No esta vez. Tras dos años maravillosos, este sin embargo...
Dejó escapar una solitaria lágrima. Le dolía tanto pensar en él... Sentía su corazón contraerse de dolor al pensar en las rosas tan bonitas que se habían regalado hacía tan solo un año.

Si tan solo... Si tan solo hubiesen hablado las cosas desde un principio...
Sacudió la cabeza con la intención de quitarse aquellos pensamientos y de paso sacudirse también las lágrimas y la sensación desoladora que se quería instalar en su pecho. Aunque no pudiera estar con Freezer en ese día, al menos quería disfrutar con la fiesta que habían preparado los tres que habían pasado a formar su nueva tripulación. Anduvo por los pasillos de la nave hasta llegar a la sala donde se encontraban y se asomó para verles terminar de preparar la mesa con la comida llena de dulces y chocolate... Y los regalos que pudo ver colocados en el suelo, listos para ser abiertos en cualquier momento. Frost sonrió débilmente. No era lo que había pensado en un principio, pero le gustaba la idea de compartir aquel día con amigos.

Por su parte, Freezer no le prestó la más mínima atención a la fecha. Sabía qué día era, pero le daba exactamente igual. No era más que una estúpida celebración que se hacía únicamente para invitar al consumismo. Lo sabía perfectamente, al fin y al cabo él era un hombre de negocios... Y como tal debía ver por el interés de su empresa en lugar de fijarse en un estúpido día.

¿Qué más daba que sus soldados andasen más alborotados de lo normal? ¿Que se repartiera un postre especial por cortesía de las Fuerzas Especiales? ¿Que al parecer todo el que le rodeaba andara de mejor (o peor) humor que de lo normal? A él no le afectaba en lo más mínimo. La indiferencia era lo único que aquel día merecía de su parte.
Pero a pesar de todo, cuando llegó la noche y se recostó en su cama no pudo evitar mirar hacia su derecha. No había nadie a su lado. Absolutamente nadie...

En otro lugar del universo, unos ojos brillantes observaban golosos a su pareja mientras recogía los platos de la comida. Habían acordado darse sus regalos durante el postre y no podía esperar a que llegase junto a él para dárselo.
Cuando finalmente se acercó y se sentó a la mesa, ambos se miraron a los ojos y esbozaron una sonrisa. Un tanto tímida en el caso de Dodoria y expectante en el de Zarbon. Era su primer San Valentín como pareja y querían que todo saliera bien.

Con un leve gesto del brazo para alcanzar la bolsa que había en el suelo, pusieron los dos paquetes encima de la mesa y volvieron a mirarse como si se preguntaran cuál debían abrir primero o si era mejor abrirlos a la vez.
-Venga, me sacrifico por la causa. Dame el tuyo primero -habló Zarbon al ver que no se decidían.
El rosado soltó una leve risa y le entregó una cajita negra adornada con un lazo rosa. Observó a Zarbon mientras la abría y se le iluminó la mirada al ver la reacción incrédula del peliverde.
-Pero esto es tu... Creía que lo habías perdido en una misión -murmuró mirando el objeto que reposaba en la caja.
-No se me da tan mal mentir, ¿eh?
Zarbon agarró entre sus dedos aquello, una cadena plateada con un colgante en forma de diamante. Sin embargo, a pesar de no ser una joya de verdad el vanidoso príncipe lo miraba impresionado. Era uno de los pinchos de Dodoria. Pulido y enmarcado por una fibra del material de la cadena que lo unía a ésta... Zarbon cerró los ojos apretando el colgante entre sus manos. Hacía muchos años Dodoria recibió una gran herida en el brazo izquierdo al salvarle de un ataque enemigo, resultando aquel pincho totalmente resquebrajado e incapaz de regenerarse por completo. Zarbon había estado durante años tratándolo, procurando que estuviese lo más sano posible...

-Dodoria... -susurró con los ojos acuosos -¿Por qué?
-Bueno... -el rosado se rascó la cabeza un poco avergonzado por lo cursi que iba a sonar aquello -. Es como... Un símbolo, ¿no? Siempre lo ha sido. Y quería... Quería que lo tuvieras. Así, incluso si estamos lejos, siempre tendrás una parte de mí contigo.
Las mejillas de Zarbon se sonrojaron completamente ante aquellas palabras, respondiendo en un murmullo un suave "gracias".
Entonces, recordando el regalo que estaba aún sin abrir se lo pasó a Dodoria despacio, deslizándolo por la mesa mientras volvía a la actitud que tenía antes de abrir su cajita.
Los negros ojos de Dodoria inspeccionaron el exterior de la caja con curiosidad, pues era igualmente negra pero estaba decorada con dibujos de encaje en un tono grisáceo.
-¿Qué es? -preguntó ceñudo mientras le quitaba el lazo verde que sostenía la tapa en su sitio.
Zarbon no respondió de inmediato, sino que se quedó viendo cómo Dodoria metía la mano en la caja y sacaba su contenido con cuidado... Y sin palabras.
-¿Quieres estrenarlo ya o prefieres esperar a esta noche? -le preguntó guiñándole un ojo con un tono en su voz  que denotaba lo divertido que le parecía aquello... Y lo mucho que esperaba divertirse más tarde.

911 palabras
14-02-2021

Maldades que se entrecruzanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora