Consecuencias

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-Tiene que ser algo genial... Algo épico...

Frost le daba vueltas a la cabeza sobre su jurada venganza mientras desayunaba. Había estado un rato debatiéndose entre qué tipo de venganza se adecuaría mejor y decidió que iría por partes, alargando así aún más el terror e incertidumbre que acababa de sembrar en el corazón del peliverde.
-¿Pero cómo? ¿Qué tipo de humillación...?
-Frost.
-¿Eh? -Frost dejó sus pensamientos cuando escuchó a Freezer llamarle.
-Pareces muy concentrado -dijo con una media sonrisa -. ¿En qué piensas?
El corazón de Frost le dió un vuelco. No podía dejar que Freezer se enterara de aquello. No quería que lo supiera. Aquella era su guerra y quería ser él mismo quien pusiese los puntos sobre las íes, de modo que tenía que inventarse una razón convincente para estar ensimismado.
-No es nada, simplemente pensaba en qué es lo que haremos ahora. Lo último fue lo de la negociación en el planeta Kalk -dijo fingiendo seguir en las nubes.
-Oh, se trataba de eso -Freezer se llevó un bocado a la boca y prosiguió despreocupadamente -. Pues estoy a la espera de que lleguen "refuerzos", pero no sé cuánto más tendré que esperar así que mientras tanto seguiremos con la rutina...
-¿Refuerzos? -Frost se mostró interesado ante ese detalle.
El emperador le miró de reojo y suspiró.
-Ya te conté que mi ejército está bastante falto de guerreros competentes, ¿verdad?
Frost disimuló una risita que, sin embargo, no pasó desapercibida a los oídos de Freezer.
-¿Qué tiene eso de gracioso? -preguntó ceñudo.
-No, nada. Es sólo que la falta de soldados que estén a la altura es algo que salta a la vista enseguida.
El tirano gruñó ante la respuesta del azulado.
-El caso -prosiguió intentando ignorar el comentario en cuestión -, es que hace ya un par de meses que mandé a dos personas de confianza a que "reclutasen" a más de mis mejores guerreros...
-Espera -le cortó Frost -. ¿Por qué has dicho eso con un tono distinto?
Freezer sonrió pícaramente ante la mirada inquisitiva del pirata.
-Por los métodos que les encargué utilizar -dijo con un tono socarrón.
Frost quedó confuso ante eso. ¿Por los métodos para reclutar personal? ¿Acaso iba a ir amenazando a todo aquel que se cruzase en su camino que le pareciera apto para que se uniese a su ejército?
De repente, se percató de algo que acababa de pasar por alto.
-¿Has dicho... Más de tus mejores guerreros? -preguntó clavando sus ojos en los del otro -O sea... ¿Que ya fueron parte de tu ejército anteriormente?
Freezer asintió complacido al ver que Frost comenzaba a entender.
-¡Pero Freezer, contratar desertores no es buena idea! -exclamó preocupado el changlong azul.
El emperador le observó confundido. ¿Contratar desertores? ¿De dónde demonios había sacado semejante idea?
-¿Qué estás diciendo? Yo no permito que haya desertores, de modo que de ninguna manera puedo contratarlos -le refutó.
El azulado quedó pensativo tras ésto, dándole vueltas a qué había querido decir entonces con eso de reclutar a más de sus mejores hombres.
Freezer suspiró cansado y prosiguió con su desayuno como si nada. Sin embargo, ante la mirada de preocupación de Frost no pudo sino darle una palmada tranquilizadora en el hombro derecho y decirle algo con lo que hacer que se relajase.
-No te preocupes. Ya lo entenderás cuando lleguen... Si es que llegan algún día -masculló aquello último, claramente molesto por la falta de noticias.
-Está bien -suspiró Frost rindiéndose.

Aquella mañana transcurrió relativamente tranquila, llegando incluso a resultar bastante aburrida para Frost, que se limitaba a observar a Freezer mientras daba las órdenes pertinentes para seguir manteniendo su imperio en orden.
-Qué aburrimiento, podríamos visitar algún planeta o algo así... -pensó queriendo disfrutar de la conquista de alguno después de tanto tiempo sin combatir en lo más mínimo -No me gusta estar encerrado, soy un hombre de acción -suspiró mirando al vasto universo que se extendía tras el ventanal de la sala de mandos.
El recuerdo de días pasados en los que se entretenía simulando salvar gentes de tantos diferentes mundos asaltó su mente, haciendo que la melancolía amenazase con hacerse un hueco en lo más profundo de su alma.
-Basta ya, no puedo seguir pensando en el pasado -se reprochó a sí mismo -. Ahora tengo una situación mucho mejor... Exceptuando ciertos elementos, claro... -pensó mirando ligeramente hacia atrás para echarle un vistazo al soldado que al ver la mirada que le dirigía Frost, se tensó por completo y desvió la vista notablemente aterrado.
Frost volvió a mirar al frente y observó curioso al emperador, que revisaba atentamente unos archivos a través de una pantalla holográfica. Si al menos Freezer le dejara ayudarle más activamente en lugar de estar simplemente a su lado, observando...
Podía intentarlo...
-Freezer... -dijo acercándose.
El emperador le dirigió una mirada curiosa al pirata mientras éste último se posicionaba justo a su izquierda.
-Dime, querido -respondió mirándole con un brillo intenso en los ojos.
-Bueno... -Frost dudó un poco, pero los penetrantes iris del tirano le instaron a continuar -Me preguntaba si puedo ayudarte con algo.
Una sonrisa de felicidad amenazó con asomar, pero Freezer supo retenerla a tiempo y cambiarla ligeramente por una expresión que denotaba la satisfacción que sentía porque Frost quisiera implicarse en su negocio pero que al mismo tiempo mantenía intacta esa aura maquiavélica que le caracterizaba.
-Por supuesto -afirmó haciéndole un gesto para que se acercara más -. Verás, esto de aquí...

Maldades que se entrecruzanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora