Maldades que se entrecruzan

Buscando una solución...

-¡Maldita sea!
Frost caminaba de un lado a otro por la enfermería de la nave de Cooler. Sentía su sangre hervir de ira. ¡Lo mucho que le gustaría pillar desprevenido a ese miserable y retorcerle el pescuezo!

Se detuvo un momento, mirando hacia las camillas donde reposaban ambos hermanos. Habían tenido mucha suerte de que la enfermería constara con un antídoto contra las toxinas que poseía el líquido que les había arrojado Bett. Y lo más gracioso... Era que la existencia de ese antídoto se la debía a una persona a la que no tenía en mucha estima, precisamente.
Bonyu le había contado que tras una arriesgada misión en la que se hizo pasar por otra persona para no correr riesgos y de la que salió ileso por poco, Zarbon se había hecho con una botellita de ese líquido para que lo analizasen y creasen un antídoto. Y que tras conseguirlo le había entregado un poco del mismo a Salza para que estuviesen prevenidos ellos también.
-Y pensar que ha sido ese idiota el que ha evitado males mayores ahora mismo a Freezer y Cooler... -murmuró cruzándose de brazos y sintiendo sus ojos irritarse -. Y mientras, yo... No hago más que provocar problemas.

Sintiéndose bastante mal consigo mismo, Frost se quedó entre ambas camillas observando preocupado a los que se habían convertido en su nueva familia. Realmente se sentía mal, tan inútil como para ser capaz de tirar por tierra sin pretenderlo todo el esfuerzo que estaban haciendo ambos por recuperar su antiguo esplendor.

Apretó los puños con fuerza. No podía permitirse otro fallo así. Tenía que estar mucho más atento, tenía que meterse de lleno en su nuevo modo de vida y dar lo mejor de sí mismo. No permitiría que por su propia culpa las personas que más le importaban lo perdieran todo.
-No os volveré a fallar -susurró mirando a los dos changlongs -. No lo haré.

Frost caminó por distintos pasillos de la nave en busca de Bonyu. Ella era una veterana, así que suponía que podría ayudarle a conseguir todo lo que quería para ser capaz de llevar su plan a cabo.
Tras un rato merodeando por los pasillos sin dar con ella, llegó a la sala de mandos donde pudo ver que estaba allí, hablando con las Fuerzas Especiales de Cooler.

-¿Y entonces nos vamos a ir sin más? ¿Vamos a dejar que ese miserable campe a sus anchas aun después de lo que les ha hecho a nuestros señores? -Dore chocó con fuerza su puño contra la palma de su otra mano mientras hablaba -. Yo digo que vayamos a por él. ¡A saber lo que será del capitán ahora mismo y si el señor Cooler no arrastrará secuelas de ese veneno!
-Estoy de acuerdo, merece que le despedacemos -asintió completamente de acuerdo Neiz.
-A mí tampoco me faltan ganas, pero creo que al menos debemos esperar a que el señor Cooler se recupere -intervino Rubí -. Puede que él piense en otro modo de actuar que nos sea más rentable.
Bonyu permanecía callada y de brazos cruzados, deliberando ambas opciones. Si Salza estaba retenido con la Patrulla Galáctica poco podían hacer... Y no le apetecía que por actuar impulsivamente sus jefes se enfadaran y la tomasen contra ellos.
-A pesar de todo... -dijo en voz baja mirando a los otros tres -. Yo también creo que deberíamos ser prudentes y esperar a que los dos se recuperen. Y actuar según sus indicaciones.
-¡Pero...!

Frost carraspeó a la entrada de la sala, llamando la atención de los cuatro guerreros de élite.
-Es mejor esperar para actuar activamente. Ahora mismo creo que lo mejor sería investigar dónde se ha metido Bett... Es peligroso, sabe demasiado sobre el Imperio y está de parte de los rebeldes. Lo mejor sería que enviásemos un espía.
-Sería una buena idea... Si tuviéramos a alguien capacitado para... -Bonyu se interrumpió de repente y dirigió su mirada a la pelirroja.
Ella asintió entendiendo que era la persona idónea para esa tarea, pero aún así expresó su inquietud respecto a actuar sin el consentimiento de Cooler.
-Esperaremos. Y actuaremos según sus órdenes -dictaminó convencida de que eso era lo más adecuado en aquel delicado momento.