Dos semanas pasaron en las que Freezer y Frost sufrieron de una crispación de nervios intensa, Frost siendo afectado por contacto directo al ser el emperador quien irradiaba estrés e irritabilidad por los poros de forma constante. Y los reportes que recibían de Zero no ayudaban a calmar las aguas en lo más mínimo al haber falta de buenas noticias, lo último siendo que en su misión de rastreo se había quedado sin un rastro que seguir tras haber averiguado toda la ruta de la gira de FruityFragance.
Ante una situación así, lo único que distraía a Frost del fatídico escenario en el que se encontraban eran los ratos que compartía con sus subordinadas y las llamadas que mantenía con Cooler (a escondidas de Freezer, por supuesto). Le habría gustado pasar algo de tiempo con Jeice y Rubí, pero... La voz se había corrido sobre el paradero del joven Cold. El conocimiento de aquello hizo que el incidente del bronceador resonara en sus cabezas como la principal razón de que el pequeño heredero estuviese secuestrado y el remordimiento no facilitaba una situación distendida entre ellos.
Pero sin duda alguna... El responsable de absolutamente todo aquel desastre era quien peor estaba lidiando con ello, acumulando una ingente cantidad de resentimiento que se sentía ansioso de liberar y que, precisamente por eso, cualquier posible compañía que quisiera ayudarle a sobrellevar el asunto había desaparecido por completo. Tan solo unos pocos momentos con Berryblue antes de que se diera por vencida y con Frost hasta hartarse y marcharse en un intento de rebajar las malas vibraciones era lo que tenía junto a alguien más. Y nada de eso ayudaba lo más mínimo a disminuir su cólera.
Y lejos de saber sobre todo aquel desbarajuste, Bonyu y Salza regresaban a sus respectivas naves tras unos merecidos días de descanso.
-Si algún día mientras estés en mitad de esa panda de incompetentes sientes la necesidad de salir de allí, no dudes en venir a verme o en reunirnos en algún lugar que desees visitar, ma chérie -fue la "cortés" despedida de Salza.
Sin sentirse ofendida en lo más mínimo por la afrenta a sus compañeros dada la certeza del comentario, Bonyu sonrió con sorna y se agachó para estar a la altura del rostro de Salza.
-No creo que vayas a esperar a que te llame para volver a verme -susurró en el oído del hombre, consiguiendo erizarle la piel antes de darle un beso de despedida.
Salza tan solo pudo esbozar una sonrisa nerviosa antes de subirse a su cápsula, donde se tapó la cara avergonzado por su falta de respuesta verbal incluso después de haber pasado sus días fuera de servicio junto a ella. Aún le parecía impensable que Bonyu respondiese de forma tan positiva a sus flirteos, y en consecuencia terminaba absurdamente bloqueado.
-Debería pedirle ayuda a Zarbon con esto...
Y mientras Salza estaba embargado por la vergüenza, Bonyu dirigió su nave hacia su destino con una sonrisa esperanzada. El trabajo junto a sus compañeros sería más llevadero con la posibilidad de poder verse con el capitán rubio en el momento que lo desease.
Así, llegó a la nave aún con una actitud positiva, ansiosa de ponerse a trabajar. Tras recorrer todas las bases que habían sufrido el ataque de Frost para recopilar información sobre lo que había fallado y luego implementar las estrategias de refuerzo que los changlongs en persona habían elaborado, tenía interés en ver qué clase de misión le encomendarían...
-¡¡Bonyu!! ¡No te vas a creer lo que ha pasado mientras estabas de permiso!
La guerrera suspiró nada mas escuchar una más que conocida voz al poco de haber dejado el hangar. Definitivamente era imposible tener un recibimiento tranquilo en esa nave...
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Maldades que se entrecruzan
FanfictionDespués del Torneo del Poder todos los Universos fueron restaurados y los miembros del equipo del Universo 7 consiguieron sus deseos, siendo de este modo que Freezer fue resucitado. Tras esto, él retomó su papel como emperador y volvió a reunir a su...