Seguir adelante

142 13 64
                                    

-¡No has estado aquí! ¡Mucho criticar y luego tú haces lo mismo!
-¡No sabía que el momento iba a llegar tan pronto! ¡Si lo hubiera sabido…!
-¡¡Es que no te tenías que haber marchado desde un principio!!

Frost miró con el ceño fruncido al emperador. Realmente tenía razón, pero es que estar a su lado era lo que menos le apetecía en aquellos momentos. Razones no le faltaban, desde luego.
-¿Y por eso te niegas a incubarlo como se debe? ¿Simplemente para llevarme la contraria y echarme en cara que no he estado presente?
-No todo lo que hago gira en torno a ti, ¿sabes? –gruñó Freezer sintiendo su sangre hervir por toda la ira que estaba acumulando -. He decidido dejarlo en las dependencias médicas porque es lo más lógico. Allí lo tendrán monitorizado y yo no tendré que perder mi tiempo en ese proceso. Además, es el procedimiento usual en la familia. Si no te gusta, te aguantas.

Frost resopló con hartura. Freezer estaba aún más insoportable que cuando se marchó. Realmente entendía que estuviera enfadado, pero no se había esforzado lo más mínimo en comprender por qué se había ido con Cooler... Más días de los necesarios.
-¿Y si fuese yo quien se encargara del huevo? -preguntó al emperador en un intento de hacer que se tranquilizase un poco -. Me quedaría más tranquilo que dejándolo en una incubadora y...
-No -la respuesta tajante de Freezer junto a su mirada intransigente hicieron que Frost callara de inmediato -. Todo el proceso ha sido un desbarajuste por tu culpa. Lo que queda, lo haremos a mi manera.

Los ojos de Frost siguieron la trayectoria de su pareja mientras salía de sus aposentos y se perdía de su vista. Tras eso, se sentó derrotado en la cama. Apoyó sus codos en las rodillas y alzó las manos para poder recargar la cabeza en sus palmas.
-¿Qué estoy haciendo?

Freezer, mientras tanto, se dirigió a la parte de la nave donde fabricaban los uniformes. Tras un mes sintiendo que el control se le escapaba de las manos entre unas cosas y otras, probablemente recuperar su antigua rutina le ayudaría a retomar dicho control. Y empezaría con volver a sentirse como una parte activa más de su ejército. Ni siquiera recordaba ya cuando fue la última vez que usó su uniforme...
Un rato más tarde salía de allí con una nueva y brillante coraza morada. Eso le hizo caminar más calmado por los pasillos, gustoso  no solo de verse de nuevo con su uniforme, sino también de comprobar que el aspecto de su primera forma no se había alterado tras el embarazo.

Mientras tanto, en un planeta alejado un joven hombre estaba hecho un manojo de nervios.
-¿Seguro que es totalmente necesario que venga él?
Suisen miró a su jefe con nerviosismo, deseando que le dijese que no era necesario. Sin embargo, Heza dió un suspiro y le miró como diciéndole que si iba en serio con aquella pregunta.
La expresión del rubio se llenó aún más de nerviosismo, a lo que el mayor terminó sonriendo amable y dirigiendo los ojos al cielo.
-Ha sido gracias a su ayuda que las ventas han aumentado muchísimo. ¿No te alegras de tener un compañero que nos augura un buen futuro?
Suisen frunció el ceño contrariado. ¿Que Zarbon les auguraba un buen futuro?

Botan, que estaba escuchando la conversación, se puso junto a Suisen mientras le hacía una foto a la nave en la que viajarían.
-No tendría sentido irnos sin él, Sui. Ahora es una parte esencial del equipo -guardó su móvil y se quedó mirando el vehículo volador con ojos soñadores -. Intenta simplemente disfrutar del viaje, las cosas serán más fáciles si tú tratas de hacerlas simples.

 Intenta simplemente disfrutar del viaje, las cosas serán más fáciles si tú tratas de hacerlas simples

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Maldades que se entrecruzanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora