Una oportunidad

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-Senpai...

Una ola de ira sacudió a Frost y se lanzó contra Freezer.
-¡No sólo me traicionaste de la forma más vil y cruel posible, sino que además no te importó una mierda que esos niñatos todopoderosos me borraran!

Frost arremetía a puñetazo limpio contra el emperador mientras que éste simplemente evitaba con suma facilidad los golpes, pero al poco se hartó y sujetó con fuerza las manos del otro para evitar que siguiera con su patético intento de lucha.
-Deja de ponerte en evidencia -le dijo con una mirada severa.
Frost no podía más. Estaba agotado física y mentalmente por el estrés que le suponía el intentar ocultarse para que los patrulleros galácticos no pudiesen atraparle. Al borde de un ataque de pánico, dirigió a gran velocidad su cola con un aguijón venenoso en ristre hacia Freezer, pero él lo detuvo a tiempo enredando la suya alrededor.
Estaba acabado. Finalmente, el changlong azul cayó derrotado al suelo. Apenas si tenía fuerzas para sostenerse de rodillas dado que llevaba demasiado tiempo sin probar bocado. Se veía miserable.
Freezer le miraba con enojo mientras que Zarbon y Dodoria les observaban confusos desde la entrada al callejón. No tenían la más remota idea sobre quién era ese al que su señor había llamado Frost.

-Levántate -ordenó con tono serio Freezer.
Su homólogo del sexto universo le miró indeciso y, lentamente, se puso de pie. Miraba con temor hacia el otro, pues no tenía idea de qué se le estaría pasando por la cabeza...
-No puedo creer que vaya a decir esto -murmuró para sí mismo Freezer -. Te propongo un trato. Te sacaré de aquí, te unirás a mi tripulación y entrenarás arduamente para volverte lo suficientemente fuerte como para estar a mi nivel.
Ninguno de los tres presentes daban crédito a lo que oían.
-Pero señor Freezer, no es más que un vagabundo.
-¡Silencio, Dodoria! -se podía ver el enfado en el brillo que destilaban sus ojos rojos. Volvió de nuevo su mirada hacia Frost -Por supuesto, estarás a mis órdenes y harás todo lo que te mande. No creas que por ser de la misma raza dejaré que te des aires de grandeza. Eres débil, y a menos que me demuestres una mejoría notable, no dejaré de tratarte como a una miserable sabandija.
Frost estaba confuso, no sabía si se trataba de otra trampa, pero estaba dispuesto a hacer lo que fuera necesario para escapar de aquel lugar y dejar de ser un fugitivo. Dudó un momento, pero después asintió en dirección al emperador.
-Sabia decisión.
Freezer se dio media vuelta y salió hacia el bullicio de la ciudad con la elegancia que le caracterizaba.
-Espero no arrepentirme de esto... - murmuró Frost mientras se volvía a poner la capucha y corría hacia los tres alienígenas del séptimo universo que caminaban delante de él. Quizás esto fuera una buena oportunidad para volver a empezar. Y restaurar su orgullo que creía completamente perdido.

18-10-2018
490 palabras

Maldades que se entrecruzanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora