Revelaciones

295 13 227
                                    

Está mi gente preparada para el drama? Pues allá vamos!

-Señor... ¿Señor?

Cooler estaba sentado en su trono, ocultando su cara tras las manos, tratando de hacer acopio de fuerzas tras las nuevas noticias.
Habían pasado seis días desde que envió a Rubí a investigar el paradero de ese traidor y aún no había rastro alguno de él.
-Señor Cooler, ¿puede oírme?
Él suspiró y separó las manos de su rostro, escuchando la voz de su guerrera por los altavoces de la sala.
-Sí.
-Escuche, si se ha ocultado es normal que resulte difícil encontrarle. Pero estoy segura de que dentro de poco conseguiré dar con él.
-Claro... -murmuró dejando la vista perdida en el horizonte de estrellas -. Ten cuidado, Rubí.
-Sí, señor.

Tras finalizar la llamada se levantó de su trono y fue hacia el gran ventanal, donde se quedó completamente inmóvil por varios minutos observando las constelaciones.
-Si Rubí vuelve a llamar, avisadme de inmediato -dijo al cabo de un rato, dándose media vuelta y saliendo de la sala de mandos.

Dore y Neiz simplemente se miraron preocupados por unos segundos y volvieron a lo que estaban haciendo unos instantes después.
-¿Crees que volveremos a ver al capitán?
Dore miró momentáneamente a su compañero por encima del hombro y suspiró con pesar.
-Si no hacemos algo, posiblemente no.
-Pero no podemos ir a por él... Estaríamos incumpliendo las órdenes del señor Cooler -comentó Neiz con dudas sobre si en efecto era mejor cumplir las órdenes... O ir en busca de su capitán.
-Ya sabes que si hubiera sido por mí, habríamos ido de inmediato.
Ambos se mantuvieron en silencio por un rato, tan solo interrumpido por un susurro que sin embargo se escuchó perfectamente en la sala.
-El señor Cooler se encuentra cada vez peor...

Efectivamente, Cooler se había ido al pequeño salón donde habló por última vez con Frost... Cuando aún pensaba que Salza estaba bien y de camino a su nave.
-Si no le hubiese enviado... -murmuró abatido al tiempo que se sentaba en el sofá, ponía los codos en sus rodillas y apoyaba la cara en sus manos.
Aquello era horrible. Si tan solo no le hubiera enviado... Si tan solo...

Un pitido del scouter que había dejado en la mesita frente al sofá interrumpió sus pensamientos e hizo que lo tomara en sus manos y se lo pusiera para escuchar la llamada entrante.
Sin embargo, lo único que escuchó fueron unos sollozos que le hicieron fruncir el ceño y preguntar qué quién le había llamado.
Entonces, los sollozos dejaron paso a una conocida voz que, por cómo le habló, hizo que se le quebrara aún más el alma.

-C-Cooler... Ne-necesito hablar contigo...


Cinco días antes...

Frost caminaba hacia la sala de mandos. A pesar del desconcierto que le provocaba haber descubierto esa simple fotografía la noche anterior, decidió ignorarla y seguir trabajando en el despacho revisando todos los documentos.
Había conseguido revisar gran parte de las negociaciones de compra de planetas e iba a hablar con Freezer sobre una de las negociaciones que estaban pendientes de revisar para zanjar la venta.

-Freezer... -se acercó al emperador, que en ese momento simplemente miraba las estrellas con una copa en la mano.
Él se giró hacia el azulado y le sonrió de medio lado.
-¿Vas avanzando? ¿Qué traes ahí?
Frost llegó a su lado y le enseñó una tablet holográfica.
-Ésto necesita únicamente de tu confirmación. Pone que el comprador acepta el precio y...
-Oh, estupendo -interrumpió Freezer quitándole a Frost de las manos la tablet -. Yo me encargo. Puedes seguir con tus tareas.

La mirada del pirata se intensificó en Freezer. Tenía una sensación extraña, un tanto desagradable, recorriéndole.
-¿Tú no vas a mandar a nadie a investigar?
-¿Eh? -el tirano le miró sin saber muy bien a qué se refería -. ¿Qué quieres decir con eso?
-Parece que en realidad te dé igual que Bett haya traicionado tu confianza -mencionó Frost manteniendo una actitud neutral -. ¿Por qué no mandas a nadie a investigar dónde se encuentra y lo que puede estar tramando? Es peligroso dejarle a sus anchas...
-Frost, tranquilízate -Freezer le dió la espalda e hizo un gesto con la mano indicando que le restaba importancia al asunto -. Ya está esa soldado del estúpido de Cooler, ¿no? Es suficiente así.
Frost frunció el ceño en claro desacuerdo. Eso no le parecía nada prudente. Dejar a alguien sin supervisión si tenía cierta información que pudiera ponerles en un aprieto...
-No quiero volver a vagabundear -pensó con rabia apretando sus puños.

Maldades que se entrecruzanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora