Esfuerzo

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Al día siguiente, Frost se despertó con bastante antelación y se dirigió a la sala de entrenamiento para calentar un poco y de paso evitar que le vociferaran.

Un rato después un emperador derribó furioso la puerta de la habitación en la que se hospedaba el nuevo miembro de su flota al no obtener respuesta alguna. Comenzó a inspeccionar el cuarto de arriba a abajo, pero de repente escuchó un fuerte estruendo que le desconcertó profundamente. Fue en la dirección de la que provenía el ruido y se encontró con que la pared de la sala de entrenamiento tenía un enorme hoyo humeante por el que se podía observar a Frost paralizado al observar el desastre que había causado.

 Fue en la dirección de la que provenía el ruido y se encontró con que la pared de la sala de entrenamiento tenía un enorme hoyo humeante por el que se podía observar a Frost paralizado al observar el desastre que había causado

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Lanzó uno de sus rayos con tanta fuerza que terminó abriendo un boquete en uno de los muros reforzados que conformaban la sala. Freezer no sabía si enfadarse más aún o si estar orgulloso porque al parecer Frost no era tan débil como creía.
-¡L-lo siento! No pretendía destruirlo...
Pero esas palabras fue lo que le hizo decantarse por la primera opción.
-Eres un completo estúpido. ¡Alguien con poder no se disculpa por sus acciones! -le dijo con una mirada severa tras pasar a la sala.

La sesión de ese día fue igual de intensiva que la del anterior, pero con la diferencia de que el changlong azul terminó esta vez sin heridas de gravedad.
-No está del todo mal, aunque ni de lejos te acercas a mi grandeza -le dijo Freezer sereno a pesar de que estaba agotado -. Ahora date prisa y ve hasta la sala de mandos para darme la información que necesito sobre este universo.
Frost suspiró cansado. No quería que le quitaran el puesto que había conseguido tras grandes esfuerzos heroicos a lo largo de los años, pero se dijo a sí mismo que en verdad ya no importaba, porque lo había perdido hacía ya tiempo. Así que realmente no le iba a entregar nada, pues ya no lo poseía. Frustrado, fue a que le trataran las heridas y mientras que se dirigía a donde se encontraba Freezer, ya recuperado, se prometió a sí mismo entrenar muy duro para conseguir un gran poder y recuperar su reino aunque fuera a la fuerza.

Tardó toda la mañana en dar las explicaciones básicas, pero no contento con eso, Freezer le hizo llamar también después del almuerzo para que le contase detalladamente todo lo que sabía. Frost, por supuesto, no le iba a contar todo así por las buenas, de modo que le informó sobre recursos importantes en diferentes planetas y algunas rutas rápidas para viajar entre ellos, pero se ahorró contarle sobre las verdaderas oportunidades de riqueza de determinados mundos y sus atajos favoritos. No dejaría que se quedara tan fácilmente con el Sexto Universo.

Frost se quedó el resto del día en la sala de mandos, recibiendo miradas de desaprobación por parte de Zarbon y Dodoria. Esta situación no pasó desapercibida a los ojos del emperador quien más tarde se encargaría de tener una charla con ellos sobre el respeto a las razas superiores. Frost, por el contrario, no era consciente de esto. Y aunque lo hubiese sido, simplemente lo habría dejado pasar. No estaba de humor para prestar atención a esos dos que, en ocasiones, parecían estar celosos por el trato que recibía de su señor. Aunque de haberlo sabido, no le encontraría lógica alguna. Lo único que hacía era insultarle y obligarle a soltar información. Eso era un tratamiento de mierda. El que se le da a alguien claramente inferior. Nada envidiable.
22-10-2018
597 palabras

Maldades que se entrecruzanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora