Después del Torneo del Poder todos los Universos fueron restaurados y los miembros del equipo del Universo 7 consiguieron sus deseos, siendo de este modo que Freezer fue resucitado. Tras esto, él retomó su papel como emperador y volvió a reunir a su...
Dodoria suspiró resignado. No le terminaba de convencer aquella idea pero... -Todo sea por la leche y galletas que me han prometido -dijo en voz baja abrochándose el abrigo. Se aseguró de terminar bien el disfraz para que su víctima no pudiera reconocerle y salió al pasillo con cuidado. Si alguien le veía saliendo de su habitación con esas pintas seguro que sería el hazmerreír de toda la nave.
Una vez que salió de los pasillos de la élite respiró un poco más tranquilo. Podría pasar como cualquier otro soldado haciendo el ridículo entre toda la chusma que si se quedaba en la sección que correspondía a su puesto. Tan solo tenía que... obviar las miradas intrigantes que estaba recibiendo y centrarse en su objetivo. Ignorar lo que podía meterle en un aprieto y visualizar los dulces que estarían a su alcance... Y lo agradecido que estaría Zarbon por haber accedido a hacer ese paripé.
Cuando llegó al salón en el que iban a montar el numerito, se asomó para ver si había llegado a tiempo o si el pequeño terremoto ya estaba allí, cuando escuchó una corta risa tras él. -Bonito disfraz, Dodoria. El hombre miró tras él abochornado, viendo cómo Bonyu se reía en su cara. -¿Qué te hace pensar que soy quien dices? -dijo tratando de simular una voz distinta, tan solo logrando que la guerrera le agarrase de una oreja -. ¡Eh! -Por mucho que te pongas todos esos cachivaches, deberías tener en cuenta que uno solo de tus rasgos puede hacer que descubran tu identidad, Dodo Claus. Dodoria le apartó la mano de un manotazo y ocultó sus orejas bajo el gorro. -Y ten cuidado cuando hables, también podría reconocerte por la forma de... -¡Ya lo sé, Bonyu! -bufó entrando al saloncito -. ¡Tengo que ganarme mi premio! Ella sonrió divertida. El premio ya se lo tenía ganado con sólo acceder a aquello. Aunque esa era su opinión, la última palabra la tendría el controlador príncipe. Si Dodoria conseguía estar a la altura y dar el pego como Santa ante el pequeño Cold, tendría esos dichosos dulces. Pero como le encontrase algún fallo... Miró hacia atrás al escuchar la voz del peliverde y su ahijado. -No seas muy duro con Dodoria -susurró entrando junto al rosado para ayudar con el teatro.
-¡Qué bien! ¡Qué bien! ¡Aún no me creo que hayas conseguido una audiencia con Santa Clavos! Zarbon rio con nerviosismo. Quizás aquello había sido una mala idea, el niño ni siquiera sabía el nombre correcto... -Santa Claus, Kuri -le corrigió acariciándole la cabeza -. Y digamos... Que tengo mucha influencia. Es lógico que haya conseguido esto. El niño saltó entusiasmado agarrándose a la pierna del peliverde. -¡Le voy a pedir muchas cosas! ¡Más de las que papá me podría conseguir! Una gota de sudor resbaló por el rostro de Zarbon. -Ten fuerza, Dodo -pensó, rogando que todo saliera bien.
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-¡Y quiero un huevo flotante mejor que el de papá, más chulo y con más botones que el suyo, algo que a él no se le habría ocurrido nunca! ¡Oh, y también quiero...! Dodoria se aguantó un suspiro lastimero. Llevaba ya un buen rato escuchando los deseos de su pequeño señor... ¿17 minutos? 17 minutos. Y parecía que llegaría hasta los 20 entre la cantidad de cosas y las especificaciones que daba sobre cada una. -¿A quién se le ocurrió que malcriarlo era una buena idea? -pensó con una mueca, aunque no se notara con la larga barba blanca que se había puesto, y asintiendo al niño. Al menos estaba dando el pego... Con la ayuda ocasional de sus dos compañeros cuando él se quedaba en blanco. -Ya veo... Veré qué puedo hacer con esa larga lista, pequeño -dijo con tono afable, sacándole una sonrisa al changlong. -Sé que lo lograrás, Santa Clavos. -Claus -susurró Zarbon discretamente. -Clays -Kuriza no tardó en corregirse, pero volvió a hacerlo al ver la expresión de preocupación de su mentor -. Claus. -Muy bien... Venga, ahora debemos irnos para que pueda hacer su trabajo, ¿eh? -las manos de Zarbon bajaron al crío del regazo de Dodoria y se lo entregó a Bonyu para que se lo llevara -. Yo voy a ayudarle con ello, así que Bonyu te llevará a la cama. -Vale. Buenas noches, tío Zarbon. Adiós, señor de los regalos -se despidió ondeando la mano mientras salía por la puerta de la estancia.
-Uffff... Conforme Kuriza se marchó, el rosado se quitó de encima todo lo que se había puesto en la cabeza. Por fin volvía a tener su rostro y sus orejas libres de ese infierno. -Sí... Lo siento, Dodoria. Se ha alargado más de lo que creía. Dodoria le dirigió una mirada rencorosa. -Vaya que se ha alargado. ¡Ahora me debes incluso más de lo que me prometiste! Zarbon asintió con una sonrisa agotada. No iba a discutir por algo que realmente era cierto. -Ten -dijo alcanzando de un estante un bol repleto de galletas y poniéndolo en manos de su pareja -. Están recién horneadas.
Dodoria las miró con admiración por lo apetitosas que se veían, ese dulce olor que desprendían inundando el ambiente. -¡Tienen una pinta increíble, Zarbon! -exclamó satisfecho dándole un buen mordisco a una de ellas -. Pero... Dijiste "leche y galletas". No veo la leche por ninguna parte. Sus oscuros ojos se fijaron en los del príncipe, que aparecieron emitir un brillo de malicia. -Oh, mi querido Dodoria. ¿No te haces una idea? Se puso frente a él en un par de pasos en los que se contoneó generosamente y con lentitud deliberada se sentó a horcajadas en el regazo de su amado, dejándole el rostro con un notable sonrojo magenta. -Adivina dónde está la leche que prometí -susurró desabrochando con una tranquilidad enervante los botones de la camisa de seda que se había puesto; dejando al descubierto sus grandes pectorales, más voluminosos en ese momento de lo normal. Dodoria se quedó unos segundos admirando la vista frente a sus ojos, tras lo que abrazó a Zarbon enterrando el rostro en aquel magnífico pecho que le estaba haciendo sentir sediento de amor. Alzó la mirada para encontrar los resplandecientes iris de Zarbon y sonrió aún con su rostro oculto entre la piel del peliverde. -Creo que me hago una idea de dónde está esa deliciosa leche que prometiste.
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1050 palabras 01-01-2023
Muy buenas, gentecilla!! Un año más, os deseo lo mejor! Ojalá lo estéis pasando genial estas fiestas y os vaya bien en este año que empieza ✨ Resguardaos del horrible frío/calor que haga donde viváis para no enfermar y que lo paséis estupendamente!! 💖💕💗
