El retorno del héroe

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El changlong azulado estaba levitando al tiempo que meditaba, centrándose por completo en sentir su ki recorrer todo su cuerpo.
Había pasado una semana desde el ataque de Freezer a su nuevas tropas y desde que se recuperó del mal trago por el que pasó, se había dedicado a pulir su espíritu. No quería acobardarse de nuevo cuando su objetivo era precisamente enfrentar al tirano. Era algo intolerable que se comportarse de aquella forma.

Lo que quedaba de sus aliados y sus inseparables subordinadas así como el demonio amarillento habían viajado hasta uno de los planetas que habían liberado de la opresión del emperador. Allí les recibieron con gran preocupación al saber las noticias, procurándoles de servicios médicos para los heridos y uno de los mejores hoteles para que Frost pudiera reponerse de aquel susto. Un lugar donde ahora él y su gente descansaban mientras pasaban los días.

Shirty entró entonces a la habitación del pirata, llamando su atención con unos golpes en la puerta de la estancia.
-El hombre del que Lily nos habló ha venido. Trae algo para ti.
Frost respiró hondo y plantó los pies en el suelo tras varias horas sin dejar de flotar.
-¿El que trabaja con los Cold?
-Sí -ambos avanzaron por el pasillo del piso donde estaba la habitación de Frost y pasaron al ascensor que les llevaría a la recepción -. Por lo visto le ha contado a Cooler que ha contactado con nosotros y él le ha enviado hasta ti para entregarte algo.
Frost frunció el ceño pensativo. No sabía qué podría ser, pero esperaba no perder mucho tiempo con ello.

Al llegar a la entrada del hotel, pudieron ver a Lily conversando tranquilamente con Killari mientras Blizzard les escuchaba en silencio, tratando de asimilar toda la conversación lo mejor posible.
-¡Ah, aquí está! -el de cabello plateado se giró hacia Frost nada más verle acercarse y metió una mano en el bolsillo interno de su gabardina -. El señor Cooler me ha pedido expresamente que le hiciera llegar esto cuanto antes. Le he informado de cómo le estoy ayudando a usted con su "Operación Vendetta" y ha dicho que esto que traigo le ayudará a mantener la cabeza fría si se vuelve a enfrentar a Freezer dentro de poco.
Frost escuchó atentamente sus palabras y extendió la mano para tomar lo que Killari le estaba ofreciendo. Miró el objeto en su mano y una oleada de bochorno y vergüenza asaltó su rostro.
-Pues menos mal que Cooler piensa en estas cosas y me echa un cable para manejar la situación -pensó llevando el regalo a su pecho.
Las dos humanas observaron que se trataba de un frasco de medicamento y, Lily gracias a la conversación que había tenido hacia unos momentos y Shirty por el comportamiento inquieto que había tenido el pirata esas últimas semanas, respiraron aliviadas de que Frost contaba con alguien que miraba por su salud... Y por su objetivo.
Blizzard sin embargo, se quedó mirando aquella escena sin llegar a comprender realmente por qué la tensión del ambiente se había relajado bastante.

Cuando Frost se retiró de nuevo a su suite, los otros cuatro se fueron hacia el restaurante del hotel para tomar algo de cena, quedándose Lily y Killari un poco rezagados.
-Creía que Frost tenía pensado enfrentar a Freezer en cuanto tuviera la oportunidad -comentó en voz baja el de ojos verdes, curioso por saber qué era exactamente lo que había ocurrido.
-Yo también lo pensaba... Pero al parecer aún no estaba preparado psicológicamente para ello -susurró Lily mirándole levemente -. La próxima vez que instigues una confrontación, preferiría que nos comunicásemos para evitar que suceda algo parecido. Lo que pretendemos es que la situación se resuelva, no que se acrecente el problema.
El cabello plateado de él se agitó tras su asentimiento. Sí, él había llevado a cabo su parte del plan por completo... Pero no había contado con que podía haber "fallas" de parte del pirata.
-Acordemos entonces un día y lugar cuando tu jefe esté mejor para la próxima vez que le diga a Freezer dónde buscar a los que están tirando abajo su Imperio.
-Es una buena idea -la mano de ella fue a su dispositivo móvil y lo agitó un poco -. Te mantendré informado de su estado para que salga bien... O mejor, al menos.
Los dos asintieron dando por concluida su conversación, yendo al lado de los otros dos a por su cena.

Maldades que se entrecruzanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora