El par de días que restaban para la reunión de líderes pasaron sin mayores incidentes.
Durante éstos, los dos demonios del frío se dedicaron a revisar todos los aspectos del imperio, para tener claro cuál era su situación actual y poder llevar las ideas claras al acontecimiento. Habían revisado prácticamente todos los informes sobre los planetas que estaban en posesión del emperador, qué tal les iba financieramente, la cantidad de empleados de los que disponían...
Fueron un par de días agotadores, en los que ambos terminaron durmiéndose del cansancio en más de una ocasión en el despacho de Freezer.
-¿Queda mucho más? -murmuró Frost intentando mantener los ojos abiertos.
Al día siguiente era la reunión y hacía rato que habían cenado... Pero seguían en el despacho poniendo en orden los archivos que les restaban.
Freezer dirigió la mirada a Frost, tras lo que sonrió levemente. Gracias a él había tardado muchísimo menos de lo que le habría llevado hacerlo por sí mismo. Y en ese momento, con esa cara soñolienta que le hacía ver tan adorable, se le hacía terriblemente difícil pensar en otra cosa que no fuera lo mucho que agradecía su presencia.
-No, sólo... -Freezer observó los papeles que tenía sobre su escritorio y le dirigió una mirada entusiasmada -Sólo diez más. Y nos vamos a descansar.
-¡Aún quedan diez! -se lamentó el azulado estampando la frente contra la superficie de la mesa y agarrando sus cuernos con frustración -No puedo más...
-Vamos, Frost -insistió el emperador agitándole suavemente del brazo -. Cinco cada uno. No es tanto.
-Los archivos de cinco planetas más... ¿Por qué tienes tantos? -se quejó Frost aún sin levantar la cabeza.
-¿Te parecen muchos? -preguntó perplejo Freezer -En realidad no son tantos como me gustaría... No tengo tantos como ese idiota... -masculló rabioso mientras volvía al trabajo.
Sin embargo, ese comentario llamó la atención de Frost que se incorporó y le miró curioso.
-¿De quién hablas?
Freezer apartó la mirada de él bruscamente. No iba a responder a eso. Sólo quería olvidarlo... Y conseguir una cifra mayor ahora que además contaba con la ayuda de Frost. Era sólo cuestión de tiempo que lograse incluso conquistar los planetas que un día le pertenecieron a él.
-¿Freezer? -Frost ladeó la cabeza, intentando tener una mejor vista de la cara del otro.
-Ahora que te has despejado terminemos de una vez con esto. Necesitamos un descanso.
El pirata le miró entristecido. De nuevo se negaba a contarle sobre lo que le preguntaba...
-Vale -susurró en voz baja mientras se ponía manos a la obra.
Freezer le dió una ojeada. No quería ver a Frost abatido por no responder a sus preguntas pero... Pero es que no quería hablar de ello.
Suspiró pesadamente.
-Frost... Mañana, una vez volvamos de la reunión... Cuando se haya pasado todo este estrés, te responderé a eso.
El rostro de Frost pareció iluminarse tras escuchar eso.
-¡¿En serio?! ¡Genial! -exclamó rebosante de alegría con una gran sonrisa.
Freezer rió entre dientes ante aquella expresión y volvió a concentrarse en la tarea que tenían pendiente.
-Démonos prisa en acabar con esto.
-¡Sí!Por otra parte, aquellos dos días también habían sido bastante largos para los dos guardaespaldas del emperador. Al pasar los dos changlongs la mayor parte del tiempo encerrados en el despacho del tirano las "distracciones" se habían reducido notablemente, lo que estaba llevando a Dodoria a sus límites. Y es que Zarbon se había pasado prácticamente todo el tiempo persiguiéndole allá donde quiera que fuese preguntándole incesante qué era lo que le ocurría, por qué estaba tan molesto con él, qué se suponía que le había hecho para hacer que no quisiera ni tan siquiera dirigirle la mirada.
Dodoria sentía que le iba a estallar la cabeza. ¿Tanto pedir era trabajar en paz? Porque parecía misión imposible estando al lado del peliverde.
-¡Dodoria, por favor! -Zarbon se desvivía en ruegos frente a la puerta de la habitación del ser rosado -¡No es justo que te enfades y no me cuentes el por qué! ¡Si te he hecho algo tengo derecho a saberlo!
Dodoria, que estaba intentando conciliar el sueño a esas horas se tapó la cara con la almohada totalmente desesperado. ¡Sólo quería que le dejase tranquilo! ¡Si tan mal se sentía, que lo hubiera pensado mejor antes de hablar!
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Maldades que se entrecruzan
FanfictionDespués del Torneo del Poder todos los Universos fueron restaurados y los miembros del equipo del Universo 7 consiguieron sus deseos, siendo de este modo que Freezer fue resucitado. Tras esto, él retomó su papel como emperador y volvió a reunir a su...