Los últimos changlongs

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Frost despertó con un dolor de cabeza persistente, como si se hubiera pasado de copas en lugar de… De… Miró a su alrededor para comprobar si sus recuerdos eran ciertos o había sido una alucinación a causa de sus desequilibrados niveles hormonales en ese momento. Pero lo que vio le hizo dudar más aún. ¿Estaba en…? ¿Los aposentos del emperador? ¿Acaso había soñado todo el conflicto que habían tenido? Sin embargo, aquellas dudas se esfumaron conforme sintió de nuevo la abrasadora sensación que recorría su cuerpo en aquella época. De modo que no había sido un sueño…
-¿Y qué hago entonces aquí? Estábamos en el último planeta que había liberado...
-Te dije que te proporcionaría seguridad.

Frost volteó el rostro asustado, encontrándose la figura del changlong albino recortada contra la luz que salía del cuarto de baño.
-Lo primero de todo era asegurarme de que tendrías un buen lugar para descansar, no en mitad de un montón de escombros.
Los ojos del azulado le miraron con desconfianza, cubriendo su cuerpo con las sábanas tratando de evitar de algún modo que pudiera ocurrir algo parecido a lo que pasó el día anterior. Además, a pesar de que le había asegurado que podía confiar en él… Ahora que tenía la mente más despejada dudaba bastante de que aquello fuera cierto.
-No me voy a tragar ninguna de tus palabras a menos que me demuestres que realmente no me estás mintiendo descaradamente de nuevo -dijo mirándole con ojo crítico -. Quiero pruebas. De lo contrario, me dará igual lo que ha pasado esta noche. Me marcharé y esta vez no intentaré reconciliarme contigo.
-Oh, que prentendías reconciliarte -Freezer anduvo alrededor de la cama observando con una expresión molesta a Frost -. Curiosa forma de querer reconciliarte el arrebatarme mis posesiones.
-No eres quién para criticar mi actuar -repuso el pirata mirándole del mismo modo -. Has sido un desagradecido conmigo al guardarte tantas cosas para ti mismo en lugar de contármelas. Cosas de las que deberías haberme informado desde un principio, ¿no te parece?

El emperador desvió la mirada y agitó su cola con cierto enojo implícito.
-Se suponía que no había nada que contar porque se había acabado hace mucho y no habría problema -respondió con una mueca de desagrado -. ¿Cómo iba a pensar que Zarbon se comportaría de forma tan poco profesional? Además, nunca antes le había visto intentar deshacerse de mis otros amantes. Esta situación me pilló por sorpresa.
Aquellas palabras, lejos de calmar las dudas de Frost tan solo consiguieron acrecentarlas más aún.
-¿Cómo...? ¿Cómo que nunca antes ha intentado deshacerse de tus otros amantes? -su mirada se encontró con la de Freezer, que le pedía con un movimiento de cabeza que se explicara mejor -. ¿Había... Poca diferencia de tiempo entre las personas de las que me habló Cooler y él?
Freezer observó al pirata atentamente unos segundos y después estalló en carcajadas, como si lo que le había preguntado fuera el mejor chiste que hubiera escuchado en su vida.
-¿Poca diferencia de tiempo? ¡No había ninguna, Frost! -exclamó divertido mientras trataba de calmar sus risas -. Por eso te digo que no esperaba ese comportamiento con respecto a ti, mucho menos teniendo en cuenta que le había demostrado indiferencia desde bastante tiempo atrás.
Frost frunció el ceño nada conforme con aquella explicación.
-¿Cuánto tiempo atrás? -inquirió usando las sábanas como si fueran un escudo que pudieran protegerle de una respuesta que no le gustara.
-Desde que murió -contestó el emperador con un tono lúgubre en su voz -. ¿Para qué querría yo seguir con aquella pantomima si todos mis planes se habían ido a la mierda? Ni cuando nos encontramos en el Infierno ni cuando volvimos a vernos vivos de nuevo. Yo creía que el mensaje estaba claro con esa indiferencia.
-Pues ya ves que no.

Freezer torció el gesto tras el obvio apunte de Frost. Simplemente el hablar de eso le ponía de mal humor, así que si encima el azulado parecía estar riéndose en su cara…
-¿Sabes, Frost? No tenemos por qué hablar de esto ahora –dijo tratando de llevar la conversación a un tema que le interesara de verdad -. Más tarde podríamos retomarla si quisieras, pero ahora… ¿Por qué no dedicamos nuestro tiempo a algo más productivo?
Frost frunció el ceño, totalmente disconforme. ¿Algo más productivo que saber la verdad sobre lo que había ocurrido entre ellos?
-No veo tu punto, sinceramente –respondió, sin querer dejar pasar aquello un solo minuto más -. He sufrido mucho precisamente porque no tenía idea de nada de esto. Creo que tengo el derecho a saberlo. Más aún teniendo en cuenta que me has traído a tu nave sin haber estado yo de acuerdo.

Maldades que se entrecruzanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora