Al salir de la última clase de esa misma semana, Kai sintió que por fin podría respirar un poco (en sentido metafórico al menos). Fue una semana algo dura, empezando por el lunes, cuando tuvo un ataque de pánico tan fuerte que lo dejó inútil, balbuceando necedades y con Khanna sosteniéndolo en un incómodo abrazo express con tal de que el chico no se rompiera el cráneo contra el piso.Kai pasó la tarde del lunes con el doctor, en compañía de Toph (a quién sorprendentemente no la echaron del consultorio). Tras tener que explicarse durante más de diez minutos seguidos, por fin vino la parte de recetas y recomendaciones. Ahí es en donde Kai sacó un papelito que decía que por eso ya había pasado y el doctor asintió, deteniendo sus explicaciones y entregándole la receta.
— Así que - Le había dicho Kai a Toph al salir del consultorio - Ahora ya sabes que estoy tan loco como parezco.
— Has sido muy fuerte al aguantarlo tanto tiempo - Lo tranquilizó ella - No tienes por qué fingir que eres fuerte y si te faltan fuerzas... bueno, puedes confiar en mí.
Kai sonrió. Toph realmente era un poco más humana de lo que le parecía hace dos meses. Realmente había estado esforzándose en esto de empatizar con las personas y se notaba; no era una empatía falsa y ensayada. Lo estaba diciendo de corazón.
— Aprecio eso - Le hizo saber Kai.
Acto seguido, su cuerpo se estremeció un poco y sucedió lo impensable; Toph extendió su mano para agarrar la de Kai quien, sorprendido por aquella acción tan impropia de Toph, no habría esperado nunca contacto físico directo de su parte.
— Disculpa - Apartó la vista Toph, a punto de retirar su mano.
Kai se lo impidió, apretándola.
— Disculpe usted señorita - La interrumpió Kai con aquella expresión burlona que lo caracterizaba la mayor parte del tiempo - Si me suelta antes de llegar a la farmacia, correría el riesgo de caerme.
— Idiota - Lo había golpeado Toph sin aplicar fuerza alguna - Anda, vamos por tus medicinas.
Kai seguía pensando en qué tan trastocado lo dejó volver a La Ciudad como para haber sufrido un ataque de pánico al día después de volver (aunque el hablar en público de su pasado en Xalapa había tenido bastante que ver también).
— ¿Notaron que Nessa no vino a clases hoy? Es la primera vez que falta - Mencionó Hanna.
Ella y Khanna estaban ahí con Kai, comiendo en la cafetería tras la última clase, esperando un rato antes de irse.
— No me fijé - Contestó Kai cuando claramente notó que su autoproclamada némesis y hater número 1 no había llegado a la escuela por primera vez en el curso.
— Ella nunca falta - Puntualizó Khanna.
— Es verdad - Añadió Jorge, quien últimamente tenía la mala costumbre de aparecerse en donde sea que lo hiciese Hanna, sin importarle mucho si la conversación era más o menos lo que se llama "privada".
— Te voy a poner un maldito cascabel - Le alzó la voz Kai con visible irritación - ¡Ni yo soy tan silencioso!
Jorge no era precisamente un chico delgado; Kai se preguntaba cómo le hacía para aparecerse siempre sin avisar y escuchar los asuntos privados de Kai. De hecho, la paranoia de Kai lo hacía preguntarse a cada rato si Jorge no era un espía o algo por el estilo, aunque casi enseguida se tranquilizaba y se decía una y otra vez a sí mismo que eso no era posible.
En cuanto Toph se acercó a la mesa, Kai encontró la excusa perfecta para dejar a Jorge con Julia y Hanna. Despidiéndose rápidamente de ellos, corrió hacia su amiga para ir a casa juntos como solían hacer siempre.
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Literatura según Kai
Teen FictionKai ha logrado marcharse de su pueblo natal para estudiar en la universidad que siempre ha querido. Ahora, quizás no tiene que preocuparse por un gran enemigo ni a una pandilla de asesinos, pero eso no significa que deba preocuparse menos por las co...