Literatura según Kai

T6E19: Veneno en la piel

Fueron al Subma unas horas después. Rose no lo sabía, pero las cuadras aledañas estaban atestadas de agentes dorados, muchos de ellos encubiertos. Otros pocos, ocultos dentro de varios cafés, pagando a los dueños por anunciar cupo lleno mientras ellos comían y bebían café, a la espera de que Tini diera la señal.

Ella no era la única en el Subma enterada de la situación: Franco, del equipo Apex Lupus, también estaba ahí dentro, en una de las mesas más alejadas de la entrada, vigilando. Ella, por su parte, decidió beberse un par de tragos grandes de caña con sabor a frutas. Valdez hizo lo propio, pero con tragos sabor menta. Si realmente era la líder de los malasangres, o era muy descuidada, o tenía mucho aguante.

— No habrás ido a decirle todo a los Dorados, ¿verdad? - Preguntó Rose.

Tini negó con la cabeza. En la Torre Dorada, los analistas escucharon la conversación y no tardaron mucho en concluir que arrestar a Valdez en el bar sería, cuando menos, imposible.

— ¿Qué querías contarme? - Preguntó Tini - Por algo me invitaste acá, ¿no?

— Mira a tu alrededor. Hoy, la mitad de los clientes son malasangres.

Y era verdad: casi nadie portaba la chaqueta roja, pero un par de tatuajes característicos asomaban por debajo de las prendas, o los colgantes en forma de colmillos: podías ver hasta a seis por mesa, hablando más de lo que bebían, siempre en voz baja, siempre alertas de su entorno.

— ¿Qué les ha dicho Kai sobre su pasado? - Preguntó Valdez. Entonces era otra supervillana obsesionada con lo que el chico hizo o no hizo antes de llegar a Xalapa. Ese patrón se había vuelto algo repetitivo, en opinión de Tini.

— Lo básico. Vino huyendo. Fundó Alba Dorada en La Ciudad, le hizo guerra a Quincunce, los Malasangres y otra gente, y luego vino el Triunvirato y le dio en la torre hasta el día del Asedio. Según los archivos de Alba Dorada, tú eras parte del Triunvirato.

Rose Valdez asintió.

— Imagina que venga gente de fuera a decirte cómo cuidar de tu comunidad. A meter las manos, imponer un gobernante y ponerle la soga al cuello a quien se oponga. La Zona 2 no era ni mucho menos perfecta. Estaba llena de inmundicia y crimen, pero no salía de ahí. Luego, vino Alba Dorada a "pacificar" la zona, arrestando gente un día sí y otro también, dejando huir a algunos para que infestaran el resto de la ciudad, y luego... tomé el poder de los Malasangres para poder elegir a quién atacaban. Son como un organismo autónomo: no puedes ordenarles no atacar, solo puedes decirles cuáles son presas, y cuáles no.

— ¿Y desde hace cuánto eligieron Xalapa como blanco?

— No sabíamos que Kai vino aquí hasta que nos establecimos. Fue una encantadora coincidencia, a decir verdad.

— ¿Y por qué me dices todo esto? - Preguntó Tini - ¿No han pensado que  tal vez sea yo amiga suya? ¿Por qué arriesgarse?

Valdez hurgó en su bolso hasta que sacó algunas fotos hechas en papel fotográfico, como si no estuvieran en pleno siglo 21. Tini las analizó. En algunas, salía Kai peleando durante lo que, se suponía, sería el Asedio a la Ciudad, hace años. En otra, alguien lo capturó junto a otro chico, golpeando a alguien tirado en el suelo, en lo que parecía ser un parque público. Otra, donde arrojaban un cuerpo de la cima de un puente. La evidencia seguía y seguía, conforme Valdez seguía dejando caer más fotografías sobre la mesa.

— ¿Qué tal? - Se jactó ella - Y todo esto ocurrió antes de Xalapa. De esto vino huyendo tu amigo. De las consecuencias de sus violentos actos. Acosó y reprimió a más de una persona que trató de exhibirlo en su momento.