T1E9: Khanna en problemas

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De uno en uno, el profesor Davriel llamó a sus alumnos para entregarles sus ensayos acerca de la estructura gramatical. Kai recibió el suyo con una nota de 93 sobre 100, suficiente para que no tuviese que preocuparse por su desempeño.

— ¡Alex Velasco! - Dijo el profesor Davriel.

Una chica de complexión robusta se levantó a recibirlo. Después de ver a Aligheria y después a una tal Mei recibir sus trabajos, llegó el turno de Khanna.

— ¡Julia Khanna!

La chica se levantó a recibir su trabajo tan sólo para que el profesor le dijese algo en voz baja y en un tono serio, despojándose su rostro de la habitual sonrisa y buen humor que lo acompañaban.

Khanna intentó discutir, pero el profesor le contestó que regresase a su lugar. Khanna obedeció en un principio, pero después tomó su bolsa de la silla en la que estaba sentada y salió del agua, cerrando la puerta con un poco más de fuerza de la que era necesaria en realidad.

Acabando la clase de español con Davriel, Kai decidió marcarle por teléfono a Julia para averiguar a dónde había ido. Contestó Toph desde el teléfono de Khanna, diciéndole a Kai que las buscase en el segundo piso de la biblioteca. Sin prisa pero sin perder el tiempo, Kai se dirigió al puente que conectaba la biblioteca con la facultad para reunirse con sus amigas.

Al entrar a la colosal biblioteca (con más de ocho pisos de altura y del tamaño de una manzana entera de la ciudad), Kai se sintió en un ambiente ligeramente más cálido en comparación con el fresco clima del exterior. Recorrió varios pasillos del segundo piso antes de encontrarse a sus amigas, quienes estaban instaladas en una mesa pegada al barandal que daba a la planta baja.

Kai se tomó el tiempo de apreciar la biblioteca; las escaleras eléctricas estaban ubicadas en el centro de la misma, subiendo y bajando en zigzag, acomodados los cuatro carriles en el mismo extremo; los dos de subida y los dos de bajada. Dichas escaleras eléctricas estaban a un cuarto de vuelta de donde estaban ellos en ese momento, pues Kai no llegó desde las escaleras, sino desde el puente.

En cuanto estuvo frente a ellas, Khanna empujó una silla hacia afuera de la amplia mesa rectangular para que pudiese sentarse. Toph ya estaba bastante ocupada con una tableta que estaba fijada en el extremo izquierdo de la mesa. Khanna estaba en el centro, leyendo su trabajo de español en voz alta y Kai, quien tendría que sentarse en el extremo derecho, ni siquiera se atrevió a interrumpirlas, pues Khanna no se veía precisamente de muy buen humor.

Cuando Khanna dejó de dictar y Toph de escribir, la tableta dijo en voz alta con un tono robótico que "no se encontraron coincidencias". Solo entonces Kai se atrevió a preguntar lo que ocurría.

— El profesor Davriel le marcó como plagio su trabajo - Contestó Kai - Y al menos en los archivos de la biblioteca, no está registrado nada del ensayo de Khanna.

— Entonces eso significa que el trabajo de alguien de nuestro curso debió robarlo. Eso o que accidentalmente el trabajo de Khanna se parezca al de alguien de un curso superior.

— Ya verificamos y no. Solo puede significar que me copiaron el trabajo y ahora parece que la que copió soy yo - Lo atajó Julia antes de que Kai pudiese seguir desarrollando la idea.

— Yo había venido el lunes pasado a hacer el ensayo y me encontré con Nessa, pero me consta que ella hizo su ensayo por su cuenta - Dijo Khanna - Entonces...

Los tres escucharon a varios estudiantes gritar de júbilo para después ser callados por la bibliotecaria. Kai se levantó y se asomó a la planta baja para ver una gran mesa cuadrada hecha de madera con un tablero en medio. Parecía ser un mapa y varios chicos estaban reunidos alrededor, jugando con papeles y fichas encima del tablero, que más bien parecía ser un mapa.

— Tengo una idea.

Ambas siguieron a Kai hacia donde estaban los chicos y vieron a Jorge, uno de los compañeros de Khanna y Kai, sentado alrededor de la mesa con otros cuatro chicos en lo que parecía ser una sesión de juego friki. Kai ya se consideraba un rarito, pero eso no tenía comparación al lado de unos chicos jugando calabozos y dragones en la biblioteca de la universidad.

— Las puertas colosales se abrieron y una armadura refulgente empezó a brillar - Narró uno de ellos, haciendo extraños ademanes frente a sus amigos - El señor dorado Akenothep, con su cuerpo arrugado, su imponente altura y su armadura dorada salieron al encuentro del grupo, quienes al ver sus ojos purpúreos brillar, rebosantes de maná, supieron enseguida que los basiliscos de la celda anterior no eran nada comparados con esa deidad.

— Lamento interrumpir su... sesión de calabozos y dragones, pero quería saber si vieron a una persona bajar del...

— Segundo piso - Completó Khanna.

— Del segundo piso el lunes pasado, cuando probablemente hacían exactamente lo mismo que hacen ahora. Mi querida amiga Khanna estaba ahí con otra chica ese día - Preguntó Kai.

El dungeon master de aquella mesa de jugadores sonrió y le contestó a Kai.

— Era horrible, de tez morena y mandíbula torcida - Explicó el chico.

— Era Yamal, va en nuestro grupo - Acortó Jorge.

— Ah. Gracias - Soltó Kai, alegrándose de que no iban a tener que tragarse un minuto de soliloquio del dungeon master.

— Deberías venir con nosotros algún día - Sonrió Jorge - Será divertido.

— Sí... quizás otro día.

Kai se volvió de regreso al segundo piso con sus amigas. Khanna aún se preguntaba a qué vino todo eso, pero Toph lo tenía bastante claro ya.

— Entonces... ¿Cómo comprobamos que Yamal es quien se robó la tarea de Khanna y la entregó como si fuera suya?

— Khanna no puede intervenir directamente en esto y a Hanna la conoce. No creo que a ese Yamal le gusten los hombres, así que...

Toph volteó a ver a Kai con pánico por primera vez en su vida, repentinamente arrepentida y descubriendo por qué el grupo de amigos de Kai temía los momentos de ideas dementes cuando iban en preparatoria con él.

— No. No, no no - Suplicó Toph - Quiero ayudar a Khanna pero ni creas que voy a salir con Yamal para que podamos...

— Pensaba en que llamases su atención para asaltarlo, noquearlo y revisar su teléfono, pero tu idea suena un poco menos agresiva - Admitió Kai.

Toph se arrepintió momentáneamente de involucrarse en los "asuntos de héroe de Kai", pero sinceramente, fue ella quien empezó todo eso cuando le pidió que viniera a verlas.

— De acuerdo, pero si intenta besarme, se va a la mierda el plan, ¿vale?

— Vale. Si de algo sirve, yo les pago la ida al cine - Se ofreció Khanna - Porque lo vas a invitar al cine, ¿entiendes?

Toph se jaló el cabello y perdió la compostura un par de segundos, irritada. Cuando recuperó la actitud seria que la caracterizaba, accedió y después le dijo a Kai que más le valía invitarle la cena ese día.

— ¿Tacos o pizza? - Preguntó Kai una vez se despidieron de Khanna.

— Conozco un lugar donde venden churros - Lo contradijo Toph.

— Pero...

— Quiero churros, héroe.

Kai se encogió de hombros.

— Pues churros serán.

Literatura según KaiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora