Los últimos días habían sido extremadamente normales, exceptuando que el pánico causado por el Nightstalker, aunque esta vez, Nessa no había salido afectada.Con un poco de alimento para conejos dentro de su bolsita, Nessa entró a su habitación y, teléfono en mano, abrió la cámara para tomarle una foto al empaque. Sin embargo, al ver un destello rojo proveniente de la ventana, semejante al que emite una cámara que está grabando, Nessa se quedó helada. Volteó hacia sus espaldas: no había nadie. ¿Por qué alguien estaría detrás de ella, en primer lugar?
Algo era seguro, eso de ahí, pegado afuera de su ventana, era una cámara y, a menos que se equivocase...
Nessa se acercó a toda prisa al marco de la ventana y la abrió de par en par para tratar de alcanzar el pequeño objeto pegado al vidrio: una vez lo tuvo en sus manos, lo tapó con su dedo y lo guardó en una bolsita negra. Probablemente estaba grabando y, a no ser que tuviese muchísima memoria ahí dentro, quizá incluso estuviese transmitiendo en vivo.
Repentinamente mareada e intentando contener el vértigo, Nessa se planteó sus opciones: llamar a Kalea, que le diría que llamara a Kai; llamar a Mei, que le diría a Kai, o bien, llamar a Kai directamente, a lo que se negaba.
— Vamos, no puede ser tan malo.
Como en sus peores días, ahí estaba Kato, de pie junto a ella, mirándola con esa sonrisa burlona de siempre. ¿Por qué se había muerto? Tenían tantos planes juntos, y ahora...
— No te martirices por eso. Me fui cuando tenía que irme - Afirmó Kato, su mejor amigo y amor adolescente que terminó en tragedia.
A Nessa ya no le sorprendía que Kato supiese lo que estaba pensando. De todos modos, él era parte de su mente, así que en teoría eso era de lo más normal.
— Deberías pedirle ayuda a Kai. Es por tu propia seguridad y a mí me encantaría que estés a salvo.
— No quiero... es que me recuerda mucho a ti, pero... pero en estúpido.
Kato se echó a reír.
— Me vas a decir que yo no lo era.
Nessa bufó. Cuando volteó a ver en dirección a su amigo, él ya no estaba.
Quizás sí debería llamar a Kai de una buena vez.
Al día siguiente, motivada por los ánimos que le dio Kato la tarde anterior, Nessa avanzó a toda prisa hacia donde Kai se encontraba: otra vez estaba hablando con esa chica, Ghandi. Nessa no le había prestado mucha atención a la niña rica antes, pero ya teniéndola enfrente, era obvio que intentaba tener la atención de Kai y él, por su parte, o la ignoraba deliberadamente, o en serio no se daba cuenta.
Probablemente no se daba cuenta, el idiota.
Khanna se puso al lado de Nessa y, motivada por su buena voluntad, la saludó.
— ¿Hola? - Contestó Nessa, sin saber si el resto del Paraselene le hablaba o no.
— Deberías ir de una vez - Sugirió Khanna - Nuestro muchacho se cotiza mucho últimamente.
Mei apareció detrás de Khanna y, apoyándola, asintió y dijo algo sobre que si en serio le había ocurrido algo, lo mejor era avisarle a algún agente y Kai parecía ser el más capacitado para ayudarlas.
— Ya, al diablo - Dijo para sí misma Nessa antes de decidirse y caminar a toda prisa en dirección a Kai, quien todavía no despachaba a Ghandi, quien parecía muy emocionada explicándole algo al chico.
Nessa se plantó lo más cerca posible de Kai y parpadeó un par de veces sin saber qué cara poner. ¿Cómo era tan cínica como para ir a pedirle ayuda a ese chico después de lo mal que lo trataba para no encariñarse de él, como con Kato? ¿Kai lo tomaría a bien o se limitaría a ignorarla?
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Literatura según Kai
Teen FictionKai ha logrado marcharse de su pueblo natal para estudiar en la universidad que siempre ha querido. Ahora, quizás no tiene que preocuparse por un gran enemigo ni a una pandilla de asesinos, pero eso no significa que deba preocuparse menos por las co...