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Dos días después.

Ni siquiera podían recuperar su cuerpo.

Las noticias volaron durante las últimas cuarenta horas. Esta mañana, en la sala de juntas de la torre Alba Dorada, muchos cadetes eran ya agentes por derecho propio. Cuando les informaron que aún era imposible remover los escombros para rescatar los cuerpos, las chicas del Paraselene rompieron en llanto.

Tras la batalla de Coatzacoalcos, la Armada Carmesí había avanzado sin mucha resistencia a lo largo y ancho de la república: por supuesto que no se quedaron en Xalapa tras ocasionar el desastre: siguieron de largo hacia la Ciudad de México y al día siguiente, ya la estaban sitiando. Ezra se había marchado a toda prisa tras la pelea para comandar a las fuerzas de allá. Nora también se había ausentado. Paraselene intentaba mantener todo en orden, pero era mucho más sencillo decirlo que hacerlo.

Khanna, Kalea y Mei lloraron, pero Nessa desquitó su furia contra las paredes de su habitación el día de ayer. Ghandi se lamentó por no haberlos acompañado, creyendo que ella pudo hacer la diferencia.

Sin embargo, era Toph una de las personas que peor la estaban pasando: sin saber bien qué hacer, pero sabiéndose reconocida por sus compañeras como la nueva cabeza del Paraselene, no sabía si ordenar que Alba Dorada colaborase con reestablecer el control sobre todo Xalapa o unirse a algún batallón de agentes para pelear cara a cara contra la Armada Carmesí.

Ayer en la noche, cuando Ezra y Alyssa emprendían una misión conjunta en las calles aledañas al zócalo de la Ciudad de México, habían asesinado al presidente. Arze lo hizo. En público. Simplemente, era demasiada información para asimilar. Después de hacerlo, había escapado quién sabe a donde.

Toph no sabía cómo tratarían eso.

Solo sabía que el día cero ya había llegado y que la idea de derrotar a Arze cada día se acercaba más a lo imposible.

Sin embargo, Toph guardaba esperanzas. Las guardaba en lo más profundo de su ser, temerosa a mostrárselas a sus compañeros. No quería exhibir una esperanza vana.

— Bueno, este será el plan - Comenzó la reunión Toph, ante la atenta mirada de sus compañeros y subordinados - Si tenemos oportunidad de cambiar la balanza a nuestro favor, esto es lo que debemos hacer.

Literatura según KaiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora