T4E18: El ruedo

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El procedimiento del torneo fue simple: la primera ronda eliminaría a la mitad de los competidores, dejando un total de cincuenta en el área, quienes se enfrentarían entre sí para dejar veinticinco.

Después de eso, uno de ellos sería seleccionado en repechaje para tener una segunda oportunidad, basándose en qué tan impresionante fue su desempeño. Luego, quedarían trece, mas uno de repechajes con el mismo criterio: de ellos saldrían siete, mas uno, el mejor de entre los perdedores de la ronda anterior. En octavos de final, saldrían los cuatro finalistas: las peleas por el tercer y el primer lugar se definirían y al final, el podio de los tres vencedores.

Los miembros del staff, como aquél chico, Tristán, empezaron a conducir a los primeros competidores a sus respectivas áreas. Kai sonrió. Eran apenas las dos de la tarde y sabía que les esperaba una larga jornada, pero valdría la pena.

— ¿Aún nada sobre el Nightstalker? - Quiso saber Alyssa al pasar a su lado. Iba vestida como el Dragón de jade: muchos agentes especiales y de élite que servían como jueces iban vestidos con sus trajes particulares, como Kai con el traje en blanco, amarillo y dorado en lugar del clásico blanco, negro y amarillo.

— Nada, pero están patrullando el cerro por si acaso. Creemos que se dio cuenta y se escapó - Le explicó él.

Iban a atraparlo, claro que sí.

Pero ahora, los combates estaban por empezar.

Entre los primeros duelos, entró Alex, aquella fornida chica que peleaba a guante limpio, contra algún jovencito anónimo con bastón en mano: la pelea empezó con mucha más intensidad de la que Kai estaba acostumbrado a presenciar, con el chico bloqueando los puñetazos de Alex con su bastón, buscando la ventana de oportunidad adecuada para contraatacar.

Alex no se detenía ni a tomar aliento: parecía que no necesitaba respirar siquiera. Estaba loca.

Kai y los demás en aquél enorme gimnasio se dieron cuenta muy pronto de que su rival no tendría la menor oportunidad: jamás la tuvo.

En menos de un minuto, el bastón de aquél chico se rompió en dos pedazos cuando Alex le propinó un golpe lo suficientemente fuerte y, no contenta con eso, le sobró fuerza para estamparle sus nudillos en el pecho. Él cayó de espaldas.

— ¿Aún estás segura de que quieres participar? - Le preguntó Kai a Ghandi, que se había aferrado al barandal, justo al lado de él - Porque ese chico tendrá una costilla rota, cuando menos.

La chica no respondió enseguida, así que Kai decidió irse. Pronto le tocaría entrar como juez a una de las siguientes peleas.

Mei contempló cómo su amiga, Kalea, se puso las protecciones para agujas, careta incluida: al menos le darían puntos a Mei si le daba a Kalea en el área del rostro, independientemente de si le dolía o no

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Mei contempló cómo su amiga, Kalea, se puso las protecciones para agujas, careta incluida: al menos le darían puntos a Mei si le daba a Kalea en el área del rostro, independientemente de si le dolía o no.

Era su primera pelea oficial como miembro de Alba Dorada: Kalea, frente a ella, lucía algo asustada, pese a estar usando guantes eléctricos para su combate contra Mei. Su estrategia era sencilla: si le daba al lanzador de agujas de Mei, o le daba un golpe suficientemente fuerte en el pecho, o conseguía cogerle una pierna (incluso el brazo bastaba), podría concederle a Kalea la victoria.

Literatura según KaiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora