Kai y su equipo decidieron llegar directo a la planta baja: nadie había entrado a la biblioteca a través del puente, así que los chicos que envió directo al campus debían estar guardando las puertas: afuera, el sol empezaba a teñir el cielo de anaranjado y, afuera de la recepción, varios hombres Malasangres esperaban algún tipo de orden para abalanzarse hacia la biblioteca.
— ¿Y ahora? - Preguntó Nessa, con la mano de la muñequera levantada a la altura del pecho, lista para extender el brazo y dispararle a los malasangres frente a ellos.
— Ahora los despachamos y cerramos las puertas antes de que venga más gente - Ordenó Kai - El grupo de Kalea debe estar por sacar a la gente del edificio, ¿no? Hagamos nuestra parte.
— ¡Ya! - Vociferó una voz femenina. Kai pudo presentirlo. Era la última líder del Triskelion: Noah Nakamura. El chico tragó saliva. Mucho tiempo había pasado desde que la vio por última vez. Hacía poco menos de dos años, le había marcado por teléfono. Sin embargo, ahora esa Noah era más que inexistente. La real estaba ahí, plantándole cara a miembros de Alba Dorada bajo las órdenes de algún señor del crimen.
— No los maten pero tampoco los dejen conscientes - Ordenó Kai.
Khanna y Nessa hicieron llover dardos y agujas sedantes en los cuellos de varios malasangres, haciéndolos desplomarse tras pocos segundos. Sin embargo, eran una fuerza numerosa para entrar en aquella angosta puerta. Mei volteó a ver a Kai por un segundo y, temerosa, dijo:
— ¿Qué hay de Toph? ¿Estará bien?
Alguien arrojó un par de recipientes de plástico al interior de la recepción. Kai se espantó al inicio, pero las reconoció como granadas de humo. El chico ordenó a sus amigas que se replegaran al interior de la cafetería. Tras atrancar la puerta con una silla, Kai se permitió respirar hondo: frente a él se encontraban las tres.
— Hay algo más. Como quizás ya sepan, Noah Nakamura es mi expareja. También es una miembro del Triskelion e intentará matarnos si tiene la oportunidad.
— Saben de estrategias y tecnología de Alba Dorada, ¿no? - Preguntó Khanna. Kai asintió con la cabeza.
— Ustedes quédense a enfrentar a los malasangres restantes. Yo iré por Toph. Cruzaremos el puente cuanto antes y nos reuniremos con el resto, ¿vale?
— ¿Cómo piensas ir por Toph? - Preguntó Mei - Estamos en la planta baja y ella...
— Por algo existe la escalera de servicio - Mencionó Kai. Al parecer, así era como Kalea y el resto habían logrado escapar con las empleadas de la cafetería.
Antes de salir por la puerta trasera, Kai contempló a sus amigas y, rezando por no estar cometiendo algún error, se despidió con un "las veré en un rato".
En la torre Alba Dorada, las cosas no iban mucho mejor. Unos cuantos reclutas de la universidad habían acudido a la sede para ayudar a resguardarla, pero la gran mayoría seguía en las calles, cuidando sus campus.
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Literatura según Kai
Teen FictionKai ha logrado marcharse de su pueblo natal para estudiar en la universidad que siempre ha querido. Ahora, quizás no tiene que preocuparse por un gran enemigo ni a una pandilla de asesinos, pero eso no significa que deba preocuparse menos por las co...