Se hizo un revuelo.Poco a poco, la gente del gimnasio empezó a salir, pues era evidente que el Nightstalker se encontraba en otra parte. Nora convocó a un llamado a la acción a todos los agentes de Alba Dorada de Xalapa para patrullar las calles. Hoy no se les iba a escapar entero aquél acosador.
Kai se puso el casco que venía junto a su uniforme de Alba Dorada, con los tradicionales blanco, negro y amarillo reemplazados por blanco y dorado únicamente. Tomó varias armas no letales de los cofres que habían llevado al torneo y se las puso en ambos brazos, las metió en su mochila... iba preparado para reventar a golpes al Nightstalker. En realidad, Kai no era fan de la violencia, pero en situaciones así...
— ¿Quiénes están disponibles? - Preguntó Kai a Nora, antes de verla partir rumbo al cerro, en donde habían encontrado un escondite que pertenecía al Nightstalker.
— ¿Ahora mismo? Mei, Toph y Ghandi - Le explicó Nora.
— ¿Nadie más del Paraselene? - Se quejó Kai.
Todos estaban en la enfermería o habían preferido irse a casa. Kai no contaba con más refuerzos que ellos. Estaba solo.
— Vale, vale. Alyssa, ¿vienes con nosotros? - Le preguntó Kai, rogando porque hubiese al menos otro miembro experimentado en el equipo. La Dragón de jade asintió con la cabeza, así que tan pronto como llegó un carro de Alba Dorada a la entrada trasera del gimnasio, Alyssa subió al asiento de conductor, Kai al de copiloto y las otras tres chicas, atrás, como pasajeras.
Mei tan sólo alcanzó a ver cómo Sam, el pelirrojo chófer de Nora y Eleazar, se despedía del grupito de Kai. Tan pronto como Alyssa aceleró, Mei se alejó rápidamente del gimnasio, aún repleto de agentes de Alba Dorada.
— No puedo creerlo - Musitó Ghandi, sentada detrás de Kai, viendo a través de la ventana - ¿Creen que me corran de casa?
— No seas idiota - Exclamó Kai, despreocupadamente - ¿Y si sólo estaban esperando a que demostraras un poquito de iniciativa?
Reinó el silencio al interior del carro por unos minutos. Mei se dio cuenta a medio viaje que no sabía bien a dónde se dirigían, pero no quiso preguntar: parecía ser que Alyssa, la amiga de Kai, había tomado el volante para dar vueltas aleatoriamente por las calles de Xalapa. Sin embargo, no era así: no estaban dando vueltas, estaban haciendo un rodeo en vez de tomar el camino recto a alguna parte.
— ¿Crees que nos estén siguiendo todavía? - Preguntó Alyssa a Kai - ¿O ya puedo ir directo?
Kai respondió algo como "ya no hay problema". Mei se sintió extraña al apreciar la extraña química que tenía Kai con otras personas, con otras agentes de Alba Dorada en específico: ya fuera con Toph, con Alyssa, incluso con Nora, pero él se desenvolvía muy bien en aquél entorno. ¿Por qué no existía esa cercanía con ella? ¿Acaso había dibujado un telón de hierro entre ambos cuando la rechazó? ¿Y si ella fue quien lo hizo? Era difícil saberlo para Mei. No sabía si quería saberlo en realidad.
Mei quería decir que era cercana a Kai, pero si le pidieran que enumere los momentos que pasó a solas con él, solo tenía uno en mente: encontrar el campamento malasangre, que ya no existía, al menos no en donde lo encontraron la primera vez. ¿Realmente existía ese recuerdo si solamente parecía habitar su propia mente? Peor, ¿por qué le preocupaba tanto esto?
— Ya sabes quién es el Nightstalker, ¿no? - Preguntó en voz alta Toph, hablando por primera vez en todo el viaje.
— Tengo una teoría, sí - Admitió Kai - Pero quisiera comprobarla yo mismo. Además, alguien tiene que informar a la madre de Nessa que su hija fue atacada en un evento extraescolar.
ESTÁS LEYENDO
Literatura según Kai
Teen FictionKai ha logrado marcharse de su pueblo natal para estudiar en la universidad que siempre ha querido. Ahora, quizás no tiene que preocuparse por un gran enemigo ni a una pandilla de asesinos, pero eso no significa que deba preocuparse menos por las co...