T4E19: Polvo y cenizas

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La segunda ronda comenzó y poco a poco, la tendencia empezó a marcarse claramente: los miembros de equipos entrenados por los élites de Alba Dorada destacaron enseguida: tanto el equipo de Alyssa como el de Kai habían avanzado prácticamente intactos, pero todavía faltaban unos cuántos combates para que todos ellos se asegurasen de un lugar en los octavos de final.

Jorge entró a la arena, algo nervioso: frente a él, estaba Nessa, quien por algún motivo volteaba a ver a su lado derecho cada dos por tres. Sin embargo, cuando la jueza de aquella arena, una chica alta de Alba Dorada que tenía el distintivo de una élite: probablemente habría pasado La prueba dorada en el pasado.

— ¡A cargo de la agente de élite Carol, comienza la penúltima pelea de esta segunda ronda! - Anunció el chico al micrófono.

Jorge cogió su bastón con ambas manos e intentó propinarle un buen golpe a larga distancia a su ágil rival, barriendo el aire con el bastón como si de una katana se tratase. Nessa no perdió el tiempo y dio un salto hacia el frente, cayendo con las manos y rodando en el suelo tras pasar rozando el bastón de Jorge. Sus guantes eléctricos se encendieron a medio vuelo y, tras rodar una vez en el suelo, le cogió una pierna al chico, quien no pudo evitar gritar de dolor por un breve instante, sin haberse esperado la descarga.

Desde ahí, las cosas fueron para peor: tras pararle un par de bastonazos a Jorge, Nessa volvió a encender sus guantes y le dio un golpe directo al pecho: Jorge se sacudió un breve instante, como cuando te transmiten electricidad estática, excepto porque esta descarga fue más fuerte. En las gradas, Mei y Khanna observaron atentamente: ambas habían vuelto a clasificar.

— Uy - Exclamó Khanna - Parece que Nessa va a ganarle al gordito.

Pero Mei sólo tenía una imagen en la cabeza: el campamento malasangre, vacío. ¿A dónde habían ido? ¿Dónde se esconderían tantos de ellos? ¿Y si un día se despertaba y Xalapa, la ciudad en la que había crecido toda su vida se encontraba bajo asedio? Kai le había contado a grandes rasgos acerca del asedio a La Ciudad y lo horrible que fue aquella noche, los muertos en las calles, fuego en algunas viviendas... una vez pasó la adrenalina, parecía que todo había caído en pedazos.

¿Cómo detendrían una invasión si se presentaba? La idea de que fuera a ocurrir, antes parte de la paranoia y las pesadillas de Kai, por fin parecía una posibilidad real. Y, peor, si no detenían al Nightstalker pronto, esa misma invasión podría ocurrir mucho antes.

Mei salió de su ensimismamiento cuando Nessa rozó a Jorge en el cuello con sus guantes, haciéndolo soltar el bastón: justo después, le propinó una patada desde la espalda, tirándolo al suelo.

— ¡Gané! ¡Gané! - Alzó la voz Nessa, alzando ambas manos para celebrar, casi enajenada por su triunfo - ¡Esta va por ti, Kato!

Cuando Nessa por fin salió de la arena, entró la última parejita. Una chica llamada Megara, del otro curso de la generación de Mei, ganó en un minuto o dos. La gente festejó.

Después de unos minutos de descanso, empezarían los octavos de final. Un chico llamado Danny fue anunciado como el repechaje para completar los dieciséis participantes. Mei ni siquiera estaba prestando atención realmente.

Cuando por fin anunciaron los combates para octavos de final, Mei contempló con horror aquella tabla: iba a pelear contra Khanna.

A Mei se le fue el alma del cuerpo. ¿Por qué? ¿Quién había decidido eso? En dos peleas, tendría que enfrentarse a Khanna y por mucho aprecio que le tuviera, Mei en serio deseaba ganar. Quería que Kai, que Alba Dorada, más bien, se fijara en su esfuerzo.

Las peleas de Tezca y Alex pasaron casi completamente desapercibidas para Mei. Ambos avanzaron a cuartos de final y enseguida, llegó el turno de Mei: ahora tan sólo había una arena, situada en medio del gimnasio. Todos estaban viendo.

Literatura según KaiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora