Estaba muy oscuro y apestaba a bodega.Khanna rápidamente se dio cuenta de que estaba amarrada a una incómoda y pequeña silla de plástico, no había más luz que la del otro lado de la puerta situada en el extremo derecho del muro a su izquierda (y seguía siendo muy poca).
— Entonces... Julia Khanna - Dijo alguien que aparentemente llevaba ahí sentado un buen rato.
— Depende de quién quiera saberlo - Bufó ella, intentando reconocer de algo a su captor.
— Puedes decirme... El Cazador - Dijo el desconocido. Su voz no sonaba como la de un hombre mayor, así que Khanna lo situaba fácilmente por debajo de los cuarenta, quizá incluso por debajo de los treinta, sin embargo, gracias a la falta de luz, no podía averiguar más sobre él.
Ese apodo no le decía nada a Julia, pero era algo por dónde empezar.
— Pude ver tu ropa antes de que me golpearas en la librería - Le recordó Khanna - Era un bonito dibujo el de tu chaqueta, pero no sé qué era.
— Con algo de suerte, en uno o dos años lo sabrás perfectamente - Aseguró El Cazador - Pero no estás aquí para preguntar por los malasangres. ¿Qué sabes de Carlos Rivera y su amiguita, Toph?
Toph había dicho algo acerca de que Kai no había podido ir con ella. ¿Qué se traían esos dos y porqué al acosador de Khanna le importaban tanto?
Entonces Khanna cayó en cuenta de que si la estaba siguiendo la vez pasada, era para secuestrarla tal y como hizo justo ahora; accidentalmente habían caído en la trampa del Cazador, aunque eso seguía sin responder a la pregunta de por qué los seguía.
— ¿Qué con ellos?
Hubo un silencio algo prolongado antes de que El Cazador comenzara a reírse.
— Entonces... no lo sabes. Ni siquiera tuvieron la dignidad de decirte quiénes son en realidad.
— ¿De qué hablas? - Preguntó Khanna, con la voz temblando levemente, pues ahora El Cazador le había sembrado la duda al respecto.
— Kai ocasionó muchas muertes de donde viene - Aseguró El Cazador - Haciendo cosas a espaldas de las autoridades, muchos de sus amigos murieron o salieron heridos mientras él se llevaba toda la atención. Lo creían un héroe, pero rompió más de lo que compuso. No digas que no te lo advertí. No confíes en Carlos Rivera.
— Ni siquiera sé quién eres - Contestó mordazmente Khanna - ¿Qué sabes tú sobre Kai?
— Entrené con él cuando éramos más jóvenes - Admitió El Cazador - Pero él dejo de ir antes que yo. Para ser sinceros, dudo mucho que me recuerde de entre tanta gente. Cuando los demás del cártel vengan a Xalapa, lo van a hacer pedazos.
— ¿Los demás? ¿Quiénes son "los demás"?
De nuevo, todo lo que recibió del Cazador, fue otra risa socarrona antes de abrir la puerta y marcharse.
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Literatura según Kai
Teen FictionKai ha logrado marcharse de su pueblo natal para estudiar en la universidad que siempre ha querido. Ahora, quizás no tiene que preocuparse por un gran enemigo ni a una pandilla de asesinos, pero eso no significa que deba preocuparse menos por las co...