#55 Horizon

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El Flaco abre los ojos lentamente. Intenta moverse, pero nota el peso de grandes capas de colchas y sabanas sobre él. Su boca le sabe a sangre y le duele la cabeza. Varios dolores agudos desperdigados en su cuerpo hacen mella en él. Observa su hombro, empapelado con gasas, vendas y apósitos blancos pero teñidos por pequeños manchones rojos. Se sacude, intenta moverse y salir de la cama.

-Pancho: Hey, mira quien despertó. ¿A dónde vas? ¡No! No podes moverte.

-Flaco: Si puedo. Simplemente saca las colchas y ayúdame a levantarme.

-Pancho: ¿No era que podías?

-Flaco: Es que te quiero molestar.

-Pancho: Enrique dice que es mejor que guardes reposo un tiempo.

-Flaco: Pero tengo que detener al Imperio. Se lo debo a la galaxia.

-Pancho: Perdiste mucha sangre. ¿Cómo te sentís?

-Flaco: Me duele sobre los dolores. Es como dolor al cuadrado. ¿No tienen calmantes o algo?

-Pancho: No, lo siento. ¿Tenes hambre, necesitas algo?

-Flaco: Estoy bien. ¿Qué hacen los demás? ¿Novedades?

-Pancho: Justamente anoche murió Julio. Se transformó en una de esas cosas y ataco a Ariel. Joaco y Martin estaban escavando una tumba y esta tarde vamos a enterrarlo.

-Flaco: ¿Y el personaje que me disparo?

-Pancho: Lo dejamos atado en un árbol. Calculo que murió por el frio.

-Flaco: Veni, ayúdame.

-Pancho: No, no podes. Hace frio afuera.

-Flaco: Estoy bien, en serio. Vamos a despedir y acompañar a los demás.

-Pancho: ¿Por qué? Ni siquiera lo conocías tanto, no es necesario. Te pueden venir a visitar.

-Flaco: Vamos a hacer que dejen de preocuparse por mí y se concentren en sobrevivir.

El resto del grupo esta junto a una laguna, en medio de un pastizal que les llega a las rodillas, salvo el cuadrado casi perfecto que se ha producido por pisar el pasto. Ariel y Enrique rodean con sus brazos a Martina, mientras que Gonzalo y Joaco levantan el cuerpo de Julio completamente envuelto en una sábana oscura.

-Joaco: Bueno. Aquí estamos. Eh, ¿alguien quiere decir algunas palabras?

-Enrique: Primero tendríamos que hacer un minuto de silencio.

Martin aparece desde el pequeño monte con una cruz improvisada con maderas y ramas entrelazadas.

-Martin: Hey, ¡miren a quien trajo el viento!

-Gonzalo: ¡Flaco!

Ambos corren y se reúnen con él, abrazándolo.

-Flaco: Gabriela, veni ponete en el medio para que no sea tan raro. 

-Gabriel: Me alegra que estés de vuelta.

-Joaco: A mí también. ¿Pero está bien que estés acá, al frio?

-Enrique: Es un hijo de puta fuerte. Déjalo que este afuera todo lo que quiera.

-Pancho: Él fue el que mayormente te curo.

-Flaco: Gracias, Enrique. ¿Alguna de estas heridas deja cicatriz? Digo, a las minas les gustan.

-Enrique: De nada. Posiblemente, primero recemos porque te cures perfectamente. Y en realidad todos ayudaron, como buena familia que somos.

Survive: A Story of zombiesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora