#118 Unexpected

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Natalia caminaba por los oscuros y mohosos pasillos. Estaba segura que dentro de aquellos túneles el frio era más intenso que afuera y la sensación de estar en una especie de catacumba no ayudaba a nada.

Siguió su rumbo hasta que dobló la esquina. Allí, parado frente a los barrotes, estaba un guardia. Su rifle yacía apoyado en la pared y solamente levantó la vista cuando ella estuvo a pocos metros de su posición.

-Guardia: Natalia...¿qué haces acá?

Natalia sonrió y se acercó más, acariciando la mejilla del guardia. Este también sonrió y puso sus manos alrededor de la cintura de Natalia. Cuando intentó besarla, Natalia rápidamente movió su mano, robando el cuchillo del guardia y clavándoselo en la nuca. Cubrió su boca con su mano izquierda y suavemente lo puso en el piso. Luego, buscó en sus bolsillos hasta que encontró un juego de llaves y corrió hasta la cerradura de la celda.

-Natalia: (susurrando) Hey. Arriba. Vamos.

-Flaco: ¿Natalia? ¿Qué...?

Natalia abrió la reja y se metió en la celda, tomando al Flaco de la mano y levantándolo.

-Natalia: No hay tiempo de explicar. Vamos. ¿Sabes disparar?

-Flaco: No sé ni dónde estoy parado. La oscuridad me hace mal. ¿Hay mucho sol arriba?

-Natalia: No. Es de noche, así que no me preocuparía por el sol.

-Flaco: Acá adentro uno se pierde.

-Natalia: Bueno, yo llevó el rifle. Vos seguime, tus amigos....

-Flaco: Para ¿Estás segura de esto? Sabes lo que te va a pasar si le erramos, ¿no?

-Natalia: Totalmente. Sé dónde tiene que estar mi lealtad. ¿Por qué?

-Flaco: Por esto.

El Flaco tomó a Natalia por la cintura y la atrajo hacia él. Cuando estuvieron cara a cara, la besó.

-Flaco: Ahora vamos.

-Natalia: Seguime.

Natalia agarró el rifle y comenzó a correr, seguida por el Flaco. A medida que avanzaron, fueron encontrándose con pocos guardias. Natalia disparó contra los dos primeros, mientras que el Flaco apuñaló a otro, hasta que llegaron a la celda donde estaba el resto.

-Flaco: Gente, ¿están bien?

-Martin: ¿¡Flaco!? ¿Qué haces acá? ¿Cómo saliste?

-Flaco: Tuve un poco de ayuda. Vamos que nos vamos.

Natalia revolvió el cuerpo muerto del guardia que acababan de matar hasta que encontró la llave de la celda y se la tiró al Flaco, quien abrió la puerta y dejó salir a todos.

-Gabriela: ¿Qué hace ella acá?

-Flaco: Tranquilos, tranquilos. Ella me ayudó. Está con nosotros.

-Martin: Un poquito tarde, ¿no te parece? ¡Ahora que estamos jugados!

-Natalia: Puteame todo lo que quieras, pero no grites.

-Gabriela: ¿Y qué vamos a hacer? ¿Hay alguna forma de salir que no sea por el frente?

-Natalia: Si, pero tenemos que salir ya. Cada minuto que estamos acá, más altas son las chances de que alguien encuentre a algún muerto.

-Pancho: Tenemos que buscar a Luis.

-Natalia: Primero tenemos que salir.

-Flaco: Si. Vamos a tener que dividirnos.

-Gabriela: ¿Estás loco? ¿Nos juntamos hace dos minutos y ya queres separarnos?

-Flaco: Todos juntos vamos a caer más fácil. No podemos ir en malón a un lado. Nati, ¿cuál es la forma más fácil de rajar de esta gente?

-Natalia: Las puertas están supervigiladas, es imposible. Además, no tenemos amigos. Lo único que queda es el mar.

-Martin: ¿El mar? ¿Queres que nademos?

-Natalia: Hay lanchas. Si salimos antes de que amanezca, vamos a poder robarnos una.

-Flaco: Ustedes dos vayan a buscar la lancha. Nosotros vamos por Luis.

-Gabriela: ¿Y porque nosotros?

-Flaco: El gordo es el padre, Natalia sabe dónde tenemos que ir y yo no estoy como para correr en la noche y buscar una lancha. Ustedes dos sí.

-Gabriela: Pero...

-Martin: Vamos a conseguir esa lancha. Ustedes traigan al bebe sano y salvo.

-Pancho: Eso vamos a hacer.

-Flaco: Nos vemos en el...¿puerto?

-Natalia: Es como una rambla. Vayan a buscar las que estén más al norte y tapadas con lonas. Son las que tienen menos uso.

-Martin: Anotado. Cuídense todos.

-Flaco: Si algo nos pasa, a cualquiera, el tiempo límite es cuando salga el sol. ¿Falta mucho para eso?

-Natalia: Un par de horas.

-Martin: No vamos a dejar a nadie atrás.

-Flaco: Si se necesita sí. Ustedes dos están por ser padres y vos Pancho ya lo sos. Piensen en sus hijos. No arriesguemos por demás. Podemos salir vivos todos. ¿Estamos?

Todos asintieron y se dieron un último abrazo grupal, por si era necesario. Natalia cargó el rifle y comenzó a andar. 

Survive: A Story of zombiesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora