El grupo avanza formando un bloque por la pequeña callecita limpia y ordenada. Observan en todas direcciones, sin poder creer que lo que ven: gente caminando normalmente, niños jugando en las veredas, algunos negocios y casas y más casas. De hecho, en una de ellas, blanca, de un solo piso, paredes recubiertas con ladrillos, techos a dos aguas, una gran arcada con dos pilares y varias ventanas con las persianas corridas.
-María: Bienvenidos a su casa. Disculpen los pocos muebles, recién estamos terminando con ella. Pero díganme que les gusta y tratare de conseguírselo.
-Gabriela: Muchas gracias.
-Joaco: Es muy lindo, de verdad.
-Flaco: ¿Cómo pasamos de sobrevivir a la muerte a ser diseñadores de interiores?
-Pancho: el Flaco también les agradece.
-Flaco: Claro que no.
-Daniel: No importa, pero puede hacerlo después de ver al doctor. Está a unas cuadras de acá. Solamente tenes que seguir esta calle y pasar por entre aquellas dos casas. ¿Crees poder llegar?
-Flaco: Intentare no perderme en la banalidad.
El Flaco hizo un ademan y se retiró caminando lentamente por la calle, con sus manos en los bolsillos y silbando.
-María: Bueno, nosotros tenemos otras cosas que atender. Se podrán imaginar lo complicado de este lugar. Pero, como dijimos, acomódense.
-Daniel: Exacto. Traten de encajar.
Los dos guías palmearon en la espalda a Martin y luego se fueron por el lado opuesto al Flaco.
-Martin: ¿Creen que me tocaron a mí por algo en especial?
-Gabriela: No, simplemente coincidencia.
-Martin: Ya lo creo.
-Gabriela: Supongo que si el Flaco alguien tiene que ser el antisocial....
-Martin: Yo no soy eso. Simplemente entremos.
-Joaco: Si, ¿Cuándo fue la última vez que entramos tranquilos a una casa?
-Martin: Quien dijo que entremos tranquilos.
-Sabrina: Chicos, por favor. Traten de encajar. Voy a asegurarme de que tengan toda la comida que necesiten, ¿está bien?
-Pancho: No sé por qué me miras, vos tenes más panza que yo.
-Sabrina: Te veo después.
-Romina: Yo también. Un consejo: háganle un favor a la patria y báñense.
Los miembros del grupo restante se encaminaron hacia la casa, abriendo lentamente la puerta de madera blanca. Dentro estaba oscuro y una leve brisa entraba por una de las ventanas del fondo. El living apenas tenía unos muebles, pero predominaban las sillas y un sofá de cuero junto a una televisión.
-Martin: Hey, ¿quién quiere mirar el partido?
-Joaco: Vamos a hacer unos choris en el patio.
-Pancho: Basta, chicos. Disfrutemos esto.
-Joaco: ¿Qué queres decir?
-Pancho: Hasta hace unas horas nos corría un tipo a los tiros y tuvimos que rajar en un colectivo.
-Gabriela: Ahora que me decís, ¿y los demás?
-Joaco: Después los buscamos. Ahora vamos a lo importante, ¡tenemos agua corriente!
Rápidamente todos corren al baño, atropellándose y empujándose. Una vez dentro, abren la duche y miran pasmados el espectáculo.
-Gabriela: Es hermoso.
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Survive: A Story of zombies
TerrorAño 2014. Un virus creado por la OTAN durante la guerra fría se desata en África. Los reportes son tan claros como increíbles: los muertos regresan de su estado terminal y atacan a los vivos. A pesar de todo, el Mundial de Brasil se desarrolla no...