#50 The man in the street

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La camioneta ingresa a la reserva, transitando el mismo camino polvoriento de antes. Hay una suave brisa que mueve los juncos y los pastizales. El ruido del motor alerta a los demás y salen a recibirlos apresuradamente, dejando atrás los autos donde duermen, las carpas y algunas maderas recién recolectadas.

Ariel, Julio, Enrique y Martina se disponen a abrazar y saludar a Joaco y Gabriela, mientras que Martin y Gonzalo saludan a sus compañeros.

-Enrique: Estábamos preocupados.

-Ariel: Pero sabíamos que iban a volver.

-Martina: ¡Papa! Mira, trajeron comida.

-Julio: Y munición.

-Gabriela: Hey, cuidado con eso. Dejen que yo lo descargo.

-Ariel: Después te ayudo. Pero, ¿y Mauro? ¿Está durmiendo por ahí atrás?

Nadie dice nada, sino que bajan la cabeza.

-Enrique: Hey...¿y Mauro?

-Joaco: Lo siento. No lo logro.

-Ariel: ¿Mauro está muerto?

-Julio: ¿Qué paso?

Joaco estaba por hablar, pero se arrepiente. Gabriela lo rodea con un brazo.

-Flaco: Nos salvó. Si no fuera por él, ninguno de nosotros estaría vivo.

-Julio: ¿No pudieron hacer nada, entonces?

-Gabriela: Hubiéramos deseado poder hacerlo.

-Ariel: Vamos a...vamos a hacerle un homenaje. Se lo merece.

-Joaco: Y nunca lo olvidaremos. Era una gran persona.

-Julio: Empecemos a descargar todo y pensemos luego en eso. Tenemos hambre y la tristeza no nos va a ayudar

-Gabriela: Bien. Pero creí que saldrían por el barrio.

-Julio: Lo hicimos. Casi cinco horas. Y nada.

-Martin: Parece que nos ganaron de mano. Si no fuera por ustedes, estaríamos en problemas.

-Pancho: Bueno, ¿Quién quiere almorzar?

Todos, excepto Ariel, comienzan a descargar las cajas con latas. Forman un pasamanos y las distribuyen equitativamente entre todos. Rápidamente descargan todo y se disponen a comer a la sombra de los autos.

-Joaco: ¿A dónde va Ariel? ¿No tiene hambre?

-Gabriela: Seguro se muere de hambre, como todos nosotros. Pero esta triste. Yo también lo estoy.

-Joaco: Pero eso no te molesto para decidir dejarlo.

-Gabriela: ¿Otra vez esa historia?

-Joaco: Si, si y sí. Mira, estamos comiendo y boludeando mientras....

-Gabriela: ¿Mientras él no está nunca más?

-Joaco: Claro.

-Gabriela: Él no está más. Vivirá en nosotros, claro, en nuestros corazones. Siempre y cuando nos mantengamos con vida. Escuchaste al Flaco, fue un sacrificio. O no, a lo mejor quería que lo salvemos. Seguramente no quería morir. Pero sucedió y es la realidad. No podemos enfrascarnos en el pasado.

-Joaco: Desde lo que ocurrió con los viejos sos otra, Gabi.

-Gabriela: ¡Ah! ¿Todavía con eso?  ¿Es que no lo entendes?

-Joaco: Yo no entiendo muchas cosas.

-Gabriela: Yo sé, pero...

-Joaco: Perdón, tengo que ir a caminar.

Survive: A Story of zombiesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora