#13 Two Days out

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La desolación de la calle solo es rota por el caminar de los zombies que rondan día y noche la ciudad. De entre todas las casas de la cuadra, hay una que carece de puerta y en su lugar hay una mesa puesta verticalmente. 

Dentro Federico y el Flaco están sentados en el piso de parquet. Entre ellos hay varias bolsas de plástico y algunas latas

-Federico: ¿No queda más nada para comer?

-Flaco: No, esas Lays vencidas fueron lo último

-Federico: Ahora tengo sed. Y encima sigo muerto de hambre. Calculo que hemos comido 500 calorías en dos días. ¡Dos días!

-Flaco: No podemos volver a casa mientras estemos rodeados. Aunque consiguiéramos más balas que Rambo, seriamos carne de cañón

-Federico: Si vamos a quedarnos acá, tenemos que conseguir comida

-Flaco: ¿No había una panadería por acá? El molusco, la ostra o algo así

-Federico: Parecido: La Perla. Si, a dos o tres cuadras de nosotros. ¿Crees que podemos ir?

-Flaco: Ayúdame a romper las patas de la mesa

-Federico: Che, si se complica usamos el rifle

-Flaco: ¡No! Un ruidito y se te vienen cinco encima. Imagínate si tiras un corchazo. Nunca más toquemos el rifle

 Ambos golpean las patas de madera de la mesa y logran quebrarlas y hacer dos largos garrotes. Salen a la calle, sigilosamente, encarando a dos zombies que están en el cordón de la vereda.

-Flaco: Vos con el de la derecha, yo con el otro

Federico se queda casi tieso mirando el piso

-Flaco: (irónico) O yo le doy a los dos y después cambiamos

El Flaco revienta las cabezas de ambos zombies y, tomando a Federico del brazo, salen corriendo calle arriba hasta la panadería. 

Se acercan a la vidriera, limpiando el polvo que cubre el vidrio para intentar averiguar la situación dentro

-Federico: Parece que ligamos

En ese instante dos zombies aparecen del lado de adentro golpeando el vidrio. Ambos se agachan y se alejan de la ventana para evitar que, al verlos, rompan el cristal y se abalancen sobre ellos.

-Flaco: El plan es así: vos abrís las puertas y cuando salen, yo los remato. Si pasa algo, puedo correr por la calle y que no me rodeen. Dale, yo te cubro

-Federico: ¿Yo? Pero eso es peligroso, Flaco

-Flaco: ¿Preferís que yo abra y vos los mates?

-Federico: No, pero…

El Flaco empuja a Federico hacia adelante. Lenta y temerosamente se acerca hasta las puertas de la panadería. Intenta abrirlas, haciendo mucho ruido, pero sin conseguir nada. Vuelve a tirar de ellas, fuertemente, pateándolas y colgándose del picaporte de una de ellas

-Flaco: ¡Fíjate el cartel de empuje, boludo!

-Federico: Ah sí. Típico

Empuja las puertas que lentamente abren camino dentro del local. Tres zombies aparecen y caminan lentamente hacia la vereda. Federico intenta darle a uno, pero termina arrojando su garrote y alejándose.

El Flaco se levanta y deja fuera de combate al errante que intentaba atacar a Federico. Detrás de él, uno intenta agarrarlo, pero el Flaco logra sacárselo de encima, derribarlo y reventarle la cabeza en el piso. Camina para atacar al último de ellos, pero tropieza y cae al suelo. El zombie se apresura a capturarlo, se abalanza sobre el cuerpo del Flaco, quien intenta agarrar su garrote para defenderse. 

El Flaco ve como el zombie agarra su pierna izquierda y se dispone a morderlo a la altura del tobillo. Cierra los ojos, casi entregándose a lo inevitable, pero el sonido de un disparo seco que parece resonar por todas las calles aledañas, logra devolverle el alma al cuerpo.

Ambos se miran durante un minuto, sin mediar palabras. Federico corre dentro de la panadería a tomar todo lo que pueda. Cuando sale, le entrega una bolsa al Flaco que aún seguía aturdido en el piso.

Al levantarse observa una gran cantidad de zombies que se acercan hacia su posición. Toma la bolsa, el garrote y corren por las calles.

Esquivando zombies, atacando otros y yendo erráticamente por las calles. Finalmente pasan cerca de un camión con un volquete abandonado. Suben por la parte de atrás y se meten dentro del volquete que descansa en la parte trasera del camión. 

A su alrededor decenas de zombies se agolpan en la calle, desorientados al no ver a sus presas, que están a centímetros de ellos.

-Flaco: Un lugar tan bueno como cualquiera

-Federico: Y una comida de la misma calidad

-Flaco: Comamos estos panes y esas facturas. Si no nos quedamos ciegos, mañana seguimos viaje

Survive: A Story of zombiesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora