Survive: A Story of zombies

#59 No and more no

-Gabriela: ¿Qué pasa?

-Flaco: ¡Mira!

Bajando por el puente sobre las vías, aunque la oscuridad es casi total, se divisan varias decenas de podridos y pueden adivinarse más por detrás. Mientras el Flaco toma a Gabriela por el brazo, logran ver que por las rampas y colectoras aledañas y las calles a su derecha, otra enorme masa de caminantes se dirige hacia ellos.

-Flaco: ¡Arriba todos! ¡Vamos! ¡Despiértense!

-Joaco: ¿Eh? ¿Qué pasa?

-Gabriela: ¡Vamos, hermano! ¡Arriba! ¡Saquen todo!

-Sam: ¿Qué sucede? ¿Por qué grita así?

-Flaco: Podridos, Sam. Decile a tu gente que se cubra.

-Sam: ¿Son muchos?

-Flaco: Vamos a tener que correr.

Los senegaleses comienzan a gritar, golpear las paredes y recolectar todas sus cosas en medio del caos. El grupo del Flaco es el primero en salir y todos vuelven a tomar sus fierros y tratan de conseguir otros, destrozando las vallas y quebrando tablas de madera de las barricadas.

Forman un abanico entre los seis en la entrada, permitiendo que los senegaleses salgan, pero todos se quedan por detrás y perplejos por estar casi rodeados.

-Flaco: ¡Sam! ¡Sam, veni!

-Sam: ¡Vamos a morir! ¡Señor!

-Flaco: No, no si se calman. Calma a tu gente.

-Sam: Están muy asustados. ¿Qué vamos a hacer?

-Gabriela: ¡Flaco! ¡Decile que vayan por atrás! ¡Que salgan a la ruta!

-Flaco: ¡Son medio boludos! ¿Podes llevarlos?

-Gabriela: No lo se

-Joaco: Anda, hermana. Nosotros te cubrimos. Solo, cuídate de lo que haya por ahí adelante.

-Gabriela: Esta bien. Te quiero.

-Joaco: Yo también te quiero.

Gabriela corre y se para junto al Flaco

-Gabriela: Sigo derecho, justo por ahí. Encuéntrenme.

-Flaco: Cuídate.

Gabriela habla con Sam y entre ambos arrean y empujan al grupo de senegaleses formando una bola de personas que pasan por delante de la construcción cuadrada, saltan las barricadas más sureñas y se internan en la oscuridad.

Los podridos ingresan por tres frentes, formando una pared que cubre todo el norte del predio. Las vallas y barricadas aguantan en un primer momento, pero la presión ejercida por la horda derriba muchas de ellas y comienza a haber un aplastamiento de los cuerpos, logrando subir por las barricadas y caer del otro lado.

El Flaco y Pancho se adelantan y comienzan a golpear los primeros que se acercan, destrozando sus cráneos. Joaco, Martin y Gonzalo salen de su posición y se colocan a metros del resto, detrás de una de las barricadas y de las vallas caídas. Los podridos se atropellan y se aplastan en la barricada, no logrando pasar. Sin embargo, dejan el espacio de las vallas para entrar al predio.

-Martin: Nosotros vamos por allá. Vos mata a los de allá, ¡que no salten!

-Gonzalo: ¡No voy a dejarlos!

Joaco y Martin, uno junto al otro, esperan a los podridos que pasan por las vallas caídas en el pasto y revientan sus cabezas con los fierros, mientras Gonzalo clava el suyo en las sienes de los que están casi atrapados en la barricada.