#17 Two positions

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Pancho y Chechu están sentados en el patio, rodeando la mesa blanca de plástico, bajo el sauce. De repente escuchan ruidos fuera de la casa, pero estos se detienen. Pasan varios minutos de silencio casi total. Golpes secos se sienten en el techo y una figura baja por el paredón

-Flaco: Ah, carajo, me corte con una rama

Pancho y Chechu se abalanzan sobre el Flaco

-Pancho: ¡Flaco! Estás bien

-Flaco: Sacando que los muertos se alzaron, si estoy bien.

-Chechu: Sabíamos que ibas a volver. Y…el… ¿no lo logro?

-Flaco: Eso quisiera hablarlo con todos. ¿Dónde están los demás?

-Pancho: Están practicando tiro en la plaza Moreno.

-Flaco: ¿Tiro? ¿Consiguieron armas o hay campeonato de tiro al blanco?

-Chechu: Se escaparon y asaltaron una comisaria, dicen. Vinieron con varias pistolas, munición, chalecos antibala…

-Pancho: No nos dijeron nada hasta que volvieron. Una locura, pudimos ayudarlos

-Flaco: No es completamente una locura. Secuestraron a Federico.

-Pancho: ¿Los mismos que mataron a Juan?

-Flaco: Si. Esto se termina acá

-Chechu: ¿Qué vamos a hacer?

-Flaco: ¿Tenemos armas? ¿Tenemos vehículos? Vamos a recuperar a Federico. Voy a buscar a los demás. Ustedes quédense

El Flaco agarra una horquilla que estaba clavada sobre una montaña de pasto, salta la medianera, camina por el despejado fondo y sale a la calle rumbo a la plaza.

Allí, Martin y Agustín están disparando a unas latas ubicadas arriba de las viejas hamacas de madera

-Agustín: Más abajo, le estas apuntando a los postes de luz más o menos

-Martin: Yo por lo menos les paso cerca. El viento volteo más latas que vos

-Agustín: Eso decís vos, envidioso

El Flaco llega por la esquina

-Martin: Deja de tirar. ¡Mira quién es!

-Flaco: Se han equipado bastante bien

-Agustín: Después de lo que paso con Juan estuvimos golpeados. Muy golpeados. Lo único que queremos es venganza

-Martin: No nos mires así. Tampoco les vamos a pedir a vos y a los demás que vengan, si no quieren

-Agustín: Es algo que tenemos que hacer

-Flaco: Esta gente secuestro a Federico. Por lo visto tienen mucha gente, muchos autos, camionetas, armas. Lo más peligroso de ir a buscarlos es que no sabemos con quién tratamos.

-Agustín: Nosotros sabemos quiénes son. ¿Te olvidas que nos secuestraron a nosotros?

-Martin: Nos cagaron a palos, Flaco. Esta gente vive en la escuela cerca de la plaza. El lugar parece sólido, pero porque jamás deben haber sido atacados

-Flaco: Perdieron a su amigo, duele, entiendo. Todos perdimos gente, padres, hermanos, familia. No podemos ir cuatro monos contra un ejército. Es un suicidio

-Martin: Flaco, cierro los ojos y veo, noche tras noche, a Juan morir. Es algo que no puedo sacar de mi mente. Preferiría ir y ver qué pasa, que seguir viviendo así

-Agustín: Si hay algo que nos puede calmar el dolor es esto. Te repito, no los necesitamos, ni los queremos ni los obligamos

-Flaco: Ustedes son parte de este grupo. Somos casi una familia. Nos conocemos lo suficiente como para echarnos de menos. ¿Ir y matar? ¿Simplemente? ¿Eso nos hace mejores que ellos? ¿Y que si matamos gente inocente?  Yo soy el líder del grupo, desde la estupidez de Juan. Si, lo asesinaron, pero por pelotudo. Si seguía mi plan hoy estaba vivo. Así que vuelvan a la casa, escuchen lo que tengo que decir y vamos a hacerlo como yo digo. Sino, consíganse otro lugar.

El Flaco se va, caminando rápidamente. Agustín y Martin se miran entre ellos, empuñando sus pistolas.

De vuelta en el refugio, Chechu, el Flaco y Pancho empujan un Peugeot 206 negro hacia dentro de la casa. Pancho y el Flaco abren el capot para intentar arreglarlo

-Flaco: ¿Conoces sobre motores?

-Pancho: Si, algo

-Flaco: ¿Sabes cómo arreglar motores?

-Pancho: No, la verdad que no

-Agustín: Yo puedo ayudarlos. ¿Se rompió la camioneta?

-Flaco: Sabia que iban a volver, vamos a ir a esa escuela divididos en dos

-Martin: ¿Cuál es el plan?

-Flaco: El objetivo es rescatar a Federico. Ellos quieren la comida que robamos. La tendrán, la pondremos en la camioneta y un grupo la lleva. Negociamos, pedimos ser aliados, los entretenemos. Mientras, el otro grupo se infiltra y va en busca de Federico. No vamos a disparar o matar a alguien a menos que sea de vida o muerte. ¿Estamos?

-Martin: Podríamos intercambiar la comida por Federico, al igual que quisiste hacer lo mismo que nosotros. ¿Qué cambia ahora?

-Flaco: Yo no confió en ellos. Tampoco espero que ellos me crean y me entreguen a Federico. Ya no es como la primera vez, ahora hay muertos de ambos lados.

-Agustín: Gente, este auto solo necesita gasoil y funciona perfectamente.

-Flaco: El transporte esta. ¿Tenemos armas para todos?

-Martin: Solo tres pistolas, pero tenemos seis chalecos antibala

-Flaco: Bueno. Dame una a mí quédense las demás. Todos agarren un chaleco y ténganlo guardado para mañana. Descansen bien, mañana será un día complicado

Martin y Agustín se quedan reparando el auto, Pancho se dirige a la cocina para comenzar a preparar la cena del día.

-Martin: Nuestro plan original sigue en pie. ¿No?

-Agustín: La única forma de vengar a Juan es entrar y matar a todos los que encontremos. El plan es bueno, pero chorrea mucha sutileza. La única forma de recuperar lo nuestro es con un ataque. Lisa y llanamente.

Ya en la noche, el Flaco está sentado con las piernas sobre la mesa blanca de plástico, meditando. Chechu se acerca a el

-Chechu: ¿No podes dormir? Yo tampoco

-Flaco: Mi imaginación vuela. Ya hasta dudo del plan. Que pase lo que pase, ¿no?

Chechu se levanta y besa al Flaco

-Chechu: Te extrañe. (Vuelve a besarlo)

-Flaco: ¿Y ese porque fue?

-Chechu: Por si no volvemos

El Flaco abraza a Chechu y cierra sus ojos

Survive: A Story of zombiesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora