#33 Choice

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Pancho sube las escaleras y encuentra un cuerpo tirado en el suelo, es Roberto, convertido en zombie.

-Pancho: ¡Sabrina! ¡Sabrina!

Lentamente una puerta se abre, primero surge el cañón de una escopeta y luego la figura de Sabrina

-Sabrina: ¡Pancho! Es…es... ¿lo viste?

-Pancho: Si, esta…cambiado. ¿Qué paso?

-Sabrina: Escuche un ruido en esa pieza y fui a ver. Me salto encima, pero lo esquive y pude pegarle un tiro.

-Pancho: No entiendo. ¿Entro uno de esos bichos y lo mordió?

-Sabrina: Imposible. Estaban encerrados. No sé qué paso.

-Pancho: Bueno. Ya paso. Tenemos problemas abajo.

-Sabrina: Pancho…tenía miedo. (Abraza a Pancho)

-Pancho: Vamos a salir de esto. Te lo prometo (la besa)

-Flaco: Hey….

Ambos se dan vuelta y ven al Flaco parado junto a ellos, acompañado por Tomas y los demás un escalón más abajo.

-Sabrina: Papa…

-Tomas: Suban. Ahí abajo es peligroso.

-Pancho: Acá arriba también tenemos un problema

 Tomas observa el cuerpo en el piso. Le quita de las manos la pistola a Pancho, ingresa en la pieza y dispara repetidas veces.

-Tomas: Listo. Solucionemos lo de abajo

Tomas, Flaco, Pancho, Romina, Sabrina, Martin, Pedro y Bautista se reúnen en una habitación.

-Bautista: Perdimos muchas balas. Como mucho tenemos cuatro armas funcionando

-Martin: A partir de ahora úsenlas en casos extremos. Para cuerpo a cuerpo, consigamos palas, fierros, palos, lo que sea que les reviente el cráneo

-Pedro: La planta baja se va a llenar cuando ceda la puerta. No vamos a poder salir usando unos palos

-Martin: ¿Qué sugerís?

-Pedro: Limpiemos el lugar a tiros. Con riesgo mínimo de vida.

-Tomas: Ambos tienen razón. Tenemos que encontrar el punto medio

-Flaco: Tengo una idea. Traigan sabanas y atenlas. Martin, ¿sabes andar a caballo?

-Martin: No realmente

-Flaco: Perfecto

Sabrina, Romina y Bautista elaboran una cuerda lo suficientemente larga para tocar el suelo, atando sabanas unas con otras.

-Flaco: Bueno. Yo me ato esto y bajo. Voy a correr a buscar los caballos. Dame una pistola. Cúbranme y bájenme despacio. ¿Estamos?

-Tomas: Dale. Hagan fuerza.

El Flaco sale por la ventana y lentamente es bajado por el costado, hasta un pequeño techo en uno de los laterales de la estancia. Se desata las sabanas y se arrodilla. Observa todo a su alrededor y, cuando está lo suficientemente despejado, salta del techo y corre hacia los establos.

-Sabrina: Ese amigo tuyo es un loco valiente

-Pancho: Remarca lo de loco. Tu turno, Martin

-Martin: No te ofendas, gordo. Es tu amigo y simplemente las sabanas podrían…vos me entendes

-Pancho: Dale, dale.

Martin sale por la ventana, mientras Tomas, Pancho, Pedro y Bautista lo bajan lentamente. Un leve crujido se escucha, seguido por el grito de Martin y el golpe inconfundible de un cuerpo solido contra la chapa.

-Tomas: ¿Estas bien?

-Martin: (Revolcándose de dolor) Si…

-Pancho: ¿Quién es el gordo aho…

Otro crujido surge y el techo donde se encuentra Martin cede, cayendo a tierra y creando el sonido suficiente como para atraer a los zombies que intentan ingresar a la estancia.

-Pancho: ¡Martin!

-Tomas: ¡Disparen! ¡Disparen porque lo matan!

-Martin: ¡Ayuda!

De repente, el Flaco aparece sobre un caballo, extiende su mano y hace subir a Martin al mismo.

Algunos zombies se acercan lentamente al caballo mientras el Flaco los esquiva

-Martin: ¿Cuál es el plan ahora?

-Flaco: Esto.

Comienza a dar vueltas alrededor de la casa y disparar al cielo, para hacer que los zombies le hagan caso. Martin se baja y corre a buscar el caballo restante, junto con un tarro y un palo, utilizado como bombo para atraer a los caminantes.

Lentamente comienzan a perseguirlos y desalojar la zona.

-Flaco: ¡Vamos! ¡Vamos! ¡Vengan!

Al cabo de unos minutos, los zombies ya casi abandonan la zona. Desde adentro de la casa bajan a la cocina, para eliminar al remanente de muertos vivos que quedó varado

-Tomas: ¡No disparen! Agarren los cuchillos de los cajones y todo lo que tenga filo

-Bautista: ¡Al medio de la cabeza señores!

Esa noche…

Una enorme columna de humo y fuego se levanta a varios metros de la estancia: son los cuerpos de los zombies que mataron, juntos, apilados y quemados.

En otra zona, más alejada, un grupo de cruces y tierra removida dibujan el sector de último descanso de los perdidos durante los últimos días.

Nadie se anima a romper el silencio sepulcral y uno a uno, comienzan a irse de allí.

Mientras vuelven a la estancia, reciben la llegada de Martin y el Flaco regresan de su excursión.

-Pancho: Volvieron

-Tomas: ¿Pudieron llevarlos lejos?

-Flaco: Estoy seguro que hicimos un par de kilómetros. No van a volver.

-Martin: Por las dudas, voy a patrullar la zona los próximos días

-Bautista: Yo me encargo de los caballos, no se hagan problema.

-Tomas: No. Yo los llevo. Y, ya que están todos aquí, voy a decirles algo. Voy a darles un día. Pero pasado mañana quiero que todos se vayan. ¿Por qué? Ya se darán cuenta entre ustedes

-Sabrina: Papa…

-Tomas: No me hablen

Tomas se lleva los caballos y se aleja en la oscuridad. Todos se miran entre ellos, mientras Pancho y Sabrina se abrazan.

Survive: A Story of zombiesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora