#41 The Guide

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El grupo camina por las desoladas calles de Buenos Aires. Algunos postes de luz caídos cortan la monotonía del paisaje urbano, lleno de maleza, autos abandonados, cuerpos descomponiéndose en la vereda, basura y signos que a cada paso les recuerdan el infierno en que viven.

-Flaco: ¿Estamos cerca?

-Gonzalo: Si. Está un poco cambiado, pero si doblamos por allá, salimos derecho a la 9 de Julio.

-Pancho: ¿Por qué vamos para allá? Seguro lo primero que saquearon fue eso

-Flaco: Bueno, de última si no encontramos comida, nos sacamos una foto en el obelisco.

-Martin: ¡Miren!

En una esquina, parado junto a un poste, que en tiempos pasados señalaba el nombre de las calles de se cruzaban en ese punto, un niño de alrededor de 7 años. Todos se quedan parados perplejos observando aquella escena. El niño los divisa y se acerca presuroso a ellos.

-Pibe: ¿Me pueden seguir?

-Pancho: Hey, Hola, ¿Cómo te llamas?

-Pibe: Síganme

-Martin: ¿Es lo único que sabes decir?

-Flaco: Si dice que se llama Carlos, yo me ofrezco a quemarlo

-Pibe: Necesito que vengan conmigo

-Gonzalo: ¿A dónde? ¿De dónde saliste?

El niño no contesta

-Martin: ¿Qué hacemos con esto?

-Flaco: Vamos a ver a dónde quiere ir. Total, es chiquito y lo podemos cagar a trompadas.

-Pancho: ¡Hey! Es un pobre pibe, capaz necesita comer o algo

-Flaco: Y dale unos pesos y que se compre un sanguche. ¿No te parece medio raro esto?

-Martin: Sigámoslo si eso quiere. ¿Qué es lo peor que puede pasar?

El grupo sale en fila siguiendo al niño. Lentamente caminan tras él varias cuadras, hasta que el extraño personaje comienza a correr. Todos se miran  entre ellos sin entender lo que pasa, pero a continuación salen a su búsqueda.

-Gonzalo: ¿Para donde arranco?

-Pancho: ¡Por allá va!

Corren por una avenida llena de zombies. Martin y Gonzalo, con sus cuchillos, se ponen al frente para despejar el camino, mientras Pancho y el Flaco utilizan sus pistolas para golpear a los caminantes. El pibe cruza una plaza, seguido de cerca por el grupo, dobla en una esquina y finalmente lo encuentran parado en medio de la calle.

-Pibe: Tenemos que entrar

-Pancho: ¿A dónde?

-Pibe: A ese hospital

-Flaco: Vos estas mamado

-Martin: Para. ¿Qué hay adentro?

-Pibe: Tenemos que entrar

-Gonzalo: ¿Esta tu familia ahí?

-Pibe: Vengan

-Gonzalo: Es un disco rayado

Lentamente se acercan a las puertas de aquel edificio. La mayoría de sus ventanas están tapiadas con tablones, mientras que la mayoría de las superiores se encuentran sin vidrios, todos rotos o parcialmente.

El ambiente es desolador y no hay ni un alma a la vista, salvo varios zombies que amenazan con rodearlos

-Pancho: ¿Qué hacemos? ¿Entramos?

-Martin: Vamos, podemos pasar la noche acá. Parece solido

-Flaco: Si. ¿Por dónde vas a entrar?

-Martin: Por la puerta

Martin se acerca e intenta abrir la puerta principal. Tira y empuja repetidamente, sin tener éxito. Golpea varias veces y finalmente vuelve con el grupo

-Martin: Veo que tenes experiencia

-Flaco: Vivíamos de esto. ¿No, gordo? Tenemos que encontrar otra vía

-Gonzalo: El pibe ya nos ahorró el trabajo. Mira

 El extraño guía esta subido a un portón lateral del hospital, haciendo señas de que se acerquen a él. Uno a uno trepan el portón blanco de chapa oxidada y caen en el estacionamiento interno del hospital. Allí, entre autos y ambulancias abandonadas y derruidas, una veintena de zombies son atraídos por el sonido del metal y las caídas del grupo

-Martin: La mierda

-Flaco: ¡Por allá!

El Pibe ahora les vuelve a indicar el camino, teniendo que trepar una escalera de hierro forjado que llega hasta el techo del edificio. Primero sube Gonzalo, seguido por Pancho y Martin, siendo el Flaco el último en subir y matar a dos zombies que intentaban atacarlos. A mitad de camino, a varios metros de altura, la fila se detiene.

-Martin: ¡Eh! ¿Qué pasa?

-Gonzalo: ¡Quiere que entremos por esa ventana!

-Pancho: ¡Dale che! No podemos estar colgando acá todo el día

Poniendo un pie en la escalera y el otro en la saliente de la ventana, Gonzalo intenta aferrarse a algo y poder ingresar. Una mano sale desde la ventana, toma del brazo a Gonzalo y lo lleva adentro.

-Pancho: ¡Hey! ¿Qué paso?

Pancho sube rápidamente e intenta hacer lo mismo, preocupado por la seguridad de Gonzalo, sin embargo le sucede lo mismo y es ingresado por le ventana. Martin mira al Flaco y ambos se apresuran a repetir los pasos de sus compañeros, logrando entrar con ayuda desde el misterioso interior. 

Survive: A Story of zombiesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora