Todo el grupo, excepto los secuestrados, están sentados dentro de la camioneta, mirando a la nada, pasmados por el momento.
-Flaco: Bueno, cuando estén listos, vamos a empezar a cargar las cosas
-Juan: ¿La comida? ¿Se la vamos a devolver así nomas?
-Flaco: Y con una sonrisa si quieren. ¿Algún problema?
-Juan: ¿Quién te nombro jefe para decidir qué hacemos?
-Flaco: ¡Seguimos tu idea y se llevaron a dos de nosotros!
-Juan: ¡Si no iban a robar un supermercado no pasaba nada!
-Flaco: ¿Ahora traer comida para sobrevivir está mal? Te advertí que hay cualquier cantidad de hijos de puta ahí fuera, pero no. ¡Tenías que jugar a “salvemos al otro”!
-Juan: No me importa lo que digas, ahora tenemos que ver como arreglamos esto
-Flaco: Si. Y vamos a hacer exactamente lo que diga. Cualquier muerto está en tus manos. Yo no quiero ser el responsable de todos, pero nadie es capaz así que voy a tener que manejar esto yo. Les guste o no. ¿Estamos? Va para todos.
El Flaco se baja de la camioneta rápidamente y se mete en la casa.
-Juan: ¿Le van a hacer caso a este loco?
-Pancho: No creo que estemos en condiciones de hacer otra cosa sin que maten a Martin y Agustín
-Juan: ¿Y cómo sabemos que no nos van a matar igual? A todos. ¿A caso gente que secuestra a otras es confiable? ¿Desde cuándo?
-Pancho: Nos queda esperar lo mejor
-Juan: Lo que tenemos que hacer es ir y pelear. Ganarles, recuperar a nuestros amigos, la comida y volver sabiendo que no se meterán más con nosotros. El Flaco cree que haciendo lo que nos dicen nos van a respetar. ¡Bah! No tiene ni idea del mundo
-Chechu: ¿Qué sabes vos del mundo? Creíste que estaba lleno de buenas personas.
Todos salen, dejando a Juan solo dentro de la camioneta
-Chechu: ¿Estas bien?
-Flaco: Tratando de parecerlo
-Chechu: No puedo creer que arriesgamos nuestra vida para conseguir algo de comida y ahora nos la quitan. Y de qué forma
-Flaco: Si, arriesgamos nuestras vidas. Y fuimos todos. Por eso quiero que no vengas
-Chechu: ¿Qué?
-Flaco: (Respira hondo) Cecilia…yo…realmente te quiero. No me digas nada. Prefiero saberlo cuando no sea un momento así. Pero me importas. Mucho. Y acá no sé qué pueda pasar.
-Chechu: Flaco…
-Flaco: No vamos a discutirlo.
El Flaco se va, cerrando la puerta
-Chechu: Yo también te quiero…
Juan, El Flaco, Federico y Pancho llevan la comida a la plaza, frente a una iglesia, cerca de donde secuestraron a Martin y Agustín.
-Flaco: Federico y Juan vayan a la torre de la iglesia. Lleven el rifle y cúbrannos por si pasa algo
-Juan: ¿Por qué nosotros? Anda vos con Federico. Pancho y yo vamos a hacer el intercambio
-Flaco: ¿Queres probar algo? ¿Queres ser el héroe? Creo que deje claro lo que iba a pasar de ahora en más
-Juan: Yo creo que vos queres ser el héroe. Al que vayamos todos a pedir ayuda, el que va a solucionar todo. Por culpa tuya estamos en todo esto
-Flaco: ¿Queres quedarte acá? ¡Perfecto! Pancho, yo te cubro. Juan seguro sabe cómo cuidarse
-Pancho: ¿Podemos dejarnos de joder un rato? Tienen a dos de los nuestros. Terminemos esto y después vemos como solucionamos los problemas. Tratemos de recuperar a Agustín y Martin sin matarnos entre nosotros.
El Flaco y Federico suben a la torre de la iglesia. Se agazapan en un gran ventanal destruido, desde donde ven perfectamente al grupo.
Pasan varios minutos, pero finalmente una Ford Ranger gris aparece por la esquina y para delante de la camioneta donde se encuentran Pancho y Juan.
Pancho sale de la camioneta y va al encuentro de los cuatro enviados, que traen a empujones a dos golpeados y ensangrentados Martin y Agustín.
-Enviado: ¿Tienen la comida?
-Pancho: Si, está en la camioneta. En la parte de atrás
-Enviado: Vayan muchachos, yo controlo a estos
Juan desciende de la camioneta
-Juan: Yo les abro
Rodean el vehículo y Juan abre de par en par las puertas traseras. Mientras tres de los enviados toman las cajas con comida, Juan saca de su bolsillo la pistola que trajeron de la excursión al supermercado y dispara, matando a los tres enviados. El que se quedó con Pancho sale a buscar a Juan y le dispara en el pecho, varias veces.
-Flaco: ¡¡No!!
El Flaco toma el rifle y comienza a disparar, matando al enviado restante.
Desde los costados llegan varios zombies, que intentan atacar a Pancho. Este toma un cuchillo y lo clava en la cabeza de uno, lleva a Martin y Agustín dentro de la camioneta. Cuatro zombies se abalanzan sobre la camioneta, golpeando los vidrios e intentando meterse por la parte trasera abierta. Pancho la enciende y da marcha atrás.
La camioneta se aleja a toda velocidad, perdiendo algunas cajas por el camino. Decenas de zombies se acercan al lugar, devorando los cuerpos de los caídos. Muchos más salen de las casas y copan tanto la plaza como las cercanías de la iglesia. Desde la torre, El Flaco y Federico miran hacia abajo la escena.
Federico le muestra dos balas, las ultimas que le quedan al rifle. En pocos minutos el lugar esta infestado
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Survive: A Story of zombies
HorrorAño 2014. Un virus creado por la OTAN durante la guerra fría se desata en África. Los reportes son tan claros como increíbles: los muertos regresan de su estado terminal y atacan a los vivos. A pesar de todo, el Mundial de Brasil se desarrolla no...