Al cabo de media hora llegan al lugar. Anteriormente el terreno pertenecía a un country privado. Enormes, pero incompletos, muros de ladrillos de adobe rodean gran parte del lugar. Lo que falta, tiene frondosos árboles y tupidas enredaderas adosadas al alambre tejido y rejas que rodea al country. La entrada es por un pequeño camino asfaltado y el colectivo tiene algunos problemas para ingresar. Una enorme puerta de dos hojas fabricada a partir de varias chapas de zinc unidas es el portón del lugar. Por encima hay varios centinelas armados y vigilantes.
María indica a que todos se bajen y dejen sus pertenencias en el interior del colectivo. Seguidamente un grupo de seis personas salen desde el country y comienzan a revisarlos a cada uno, palpándolos en busca de armas. Luego, suben al colectivo y realizan lo mismo.
-María: Pueden pasar. Peguen un vistazo
El Flaco y su grupo pasan primero, lentamente y observando fijo a los guardias.
-Martin: Parece muy lindo todo, ¿no?
-Pancho: Sí. Demasiado.
El Flaco hace varios pasos hacia adelante, provocando que el resto del grupo lo observe.
-Flaco: ¿Romina?
-Romina: ¿Flaco? ¿Pancho? ¿Martin?
-Pancho: ¿Romina?
-Martin: ¿Es ella?
-Romina: ¡Muchachos!
Un momento de incertidumbre ocurre entre todos. Enseguida reaccionan y corren a su encuentro. Los cuatros se abrazan fuertemente, formando una pequeña ronda en medio de la calle rodeada de casas de dos pisos estilizados y la mirada curiosa de los lugareños.
-Romina: Pensé que...chicos...están todos bien. ¿Y....?
-Flaco: No. Solo nosotros.
Romina asintió.
-Romina: Tengo tantas cosas que decirles...
-Pancho: Creo que tenemos tiempo para eso. Pero...¿ese es?
-Tomas: No puede ser.
-Romina: Si, es el. Mi papa también esta...
-Flaco: ¡La concha de tu madre!
-Martin: ¡Viejo puto!
El Flaco, Martin y Pancho corren en dirección a Tomas y tratan de golpearlo. Romina intenta separarlos, aparecen guardias que se entrometen. Hay empujones, manotazos y patadas, además de gritos y más insultos.
El Flaco logra zafarse y está a punto de golpear a Tomas pero se detiene súbitamente. Se aleja del tumulto y se arrodilla. Su rostro se desencaja al punto de combinar algunas lágrimas con una sonrisa. Pancho lo observa y luego mira en la dirección que él lo hace. Inmediatamente también cae al suelo y se arrodilla, levándose las manos a la cara.
Ambos se miran y se levantan del suelo de un salto. Echan a correr, mientras todo el mundo los observa. Desde el otro lado, dos figuras también corren hacia ellos, dejando caer algunos cestos y botellas. Pancho llega primero y encuentra lo que jamás creyó volver a ver: Sabrina. La abraza fuertemente y ambos empiezan a llorar. La besa varias veces y luego se aleja un poco. La mira y recorre su cuerpo de arriba abajo, descubriendo un crecimiento en el abdomen de la mujer. Sabrina extiende su mano y toma la de Pancho. Lentamente la lleva hacia su vientre y le sonríe.
-Sabrina: Vas a ser papa.
-Pancho: ¿Yo? Es...
Pancho abraza más fuerte a Sabrina y la eleva en sus brazos, girando juntos en medio de la calle.
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Survive: A Story of zombies
TerrorAño 2014. Un virus creado por la OTAN durante la guerra fría se desata en África. Los reportes son tan claros como increíbles: los muertos regresan de su estado terminal y atacan a los vivos. A pesar de todo, el Mundial de Brasil se desarrolla no...