#39 The fight club

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Todos los prisioneros son despertados cuando los barrotes de la entrada son golpeados con unos palos. Dos personas armadas ingresan y se llevan al Flaco y a tres personas más

-Pancho: ¡Hey! ¿A dónde se lo llevan? ¡Flaco!

-Flaco: Tranquilo, seguro nos llevan a comer medialunas

Pancho y Joaquín se agolpan en la puerta.

-Joaquín: Las cosas han empezado

-Pancho: ¿Cosas?

-Joaquín: Tiene suerte. El primer combate de la mañana no es a muerte

-Pancho: Ojala tengas razón

-Joaquín: No sé, mira si nos toca a nosotros pelear a muerte

Pancho lo mira extrañado

-Joaquín: Tu amigo me cae bien, pero no voy a morir por él. Y vos tampoco deberías

El Flaco sale al improvisado cuadrilátero, rodeado de chapas y pequeñas tribunas desde donde la gente arenga y presencia este espectáculo. Una de las personas del lugar golpea un tambor de gasoil pintado con aerosol, simulando ser una campana de inicio de la pelea.

Ambos contendientes se encuentran en el centro. Este le extiende la mano al Flaco, en señal de deportivismo, el Flaco acepta y extiende su mano, sin embargo esto es aprovechado por el rival, que lo golpea en el estómago, haciéndolo caer al suelo. Desde allí, en medio de su dolor, logra tirar una patada y derribar a su oponente. Lentamente se levanta y, con sus brazos en el estómago, se tira sobre su rival, golpeándolo con el codo en la cara.

Ambos quedan en el piso, sin moverse. La gente se impacienta, abucheando, reclamando más sangre y espectáculo. Enseguida con retirados de allí y dos hombres más salen en su reemplazo. Se anuncia que esta carnicería es a muerte.

Ya en la tarde, el Flaco es regresado a su cautiverio. Le han realizado algunas curaciones y está más recuperado

-Joaquín: Te dieron una paliza

-Flaco: Si, me he peleado por minas antes. Nada ha cambiado. ¿Ustedes cómo han estado?

-Joaquín: (Susurrando) Tenemos algunos problemas.

-Flaco: Rezo porque no sean problemas intestinales. No hay mucha ventilación

-Joaquín: No, es de….

La Mole se acerca a Edgardo, que está a pocos metros de ellos

-La Mole: Vengo a terminar lo que empecé.

-Flaco: ¿Este es el problema, no?

-Pancho: Sip

-Flaco: Es como declararle la guerra a Estados Unidos

La Mole golpea a Edgardo y lo arroja contra una pared. Pancho, el Flaco y Joaquín salen en defensa de su compañero. La Mole se deshace de todos ellos sin problema.

El Flaco vuelve a levantarse y golpea a La Mole en la cara repetidas veces, este le devuelve los golpes, comenzando un intercambio de puñetazos que dura hasta que el Flaco es golpeado por un fuerte derechazo de La Mole, que lo termina por sacar de combate.

Joaquín aparece por detrás y se cuelga de la espalda de La Mole, mientras Pancho lo golpea por el frente. La Mole derriba al Pancho de varios golpes y lo patea reiteradamente en el suelo, haciéndolo revolcar en el suelo de dolor.

Joaquín intenta taparle los ojos y lastimárselos, pero La Mole se tira al suelo de espaldas, cayendo con todo su peso corporal sobre Joaquín.

La Mole se levanta y se acerca a Edgardo. Se arrodilla frente a él y comienza a golpearlo incesantemente, destrozándole la cara a golpes. De repente el Flaco salta detrás de él, cubre su cabeza, su nariz y su boca con un pedazo de su buzo desgarrado y tirando hacia atrás.

La Mole intenta levantarse y golpearlo, pero Pancho y Joaquín acuden en ayuda del Flaco y logran inmovilizar a La Mole, a pesar que este patalea y mueve sus brazos. Este movimiento se hace cada vez más débil y más débil, hasta desaparecer.

Ninguno de los tres afloja en sus posiciones, a pesar de no recibir oposición ni resistencia ante sus movimientos.

-Joaquín: ¿Esta….esta muerto?

-Flaco: Suelten todos. A las tres. Uno. Dos. ¡Tres!

Los tres se levantan, preparándose para una posible respuesta de La Mole. El cuerpo permanece inerte. Los tres se miran temerosamente.

-Pancho: ¿Qué vamos a hacer?

-Joaquín: C vean que matamos a uno, nos van a matar

-Flaco: Che, ¿tenemos que ayudar a Edgardo?

Pancho y Joaquín corren hacia Edgardo, intentando levantarlo y llevarlo lejos del cuerpo de La Mole.

Usando parte de sus ropas, intentan limpiar las heridas y parar las hemorragias, mientras lentamente Edgardo recupera la conciencia.

-Edgardo: No…no siento la cara

-Flaco: Mejor, sino te va a doler maestro

-Edgardo: ¿Tan mal esta?

-Flaco: Si (Pancho y Joaquín lo miran desaprobando sus dichos) Digo…no.

Tras ellos un gruñido los sobresalta. Mirando hacia atrás ven lentamente el cuerpo de La Mole moviéndose, intentando erguirse. Sin embargo sus ojos no muestran vida, sus movimientos son poco ortodoxos y rígidos. Realmente  es un cuerpo muerto intentando moverse.

-Pancho: ¿Están viendo lo que yo?

-Joaquín: Escuche que ya no era necesario que te muerdan para convertirte en uno de ellos, pero nunca lo creí

-Flaco: Más vale que lo creas porque nos va a matar

-Pancho: ¿¡Qué hacemos!?

-Flaco: ¡Cuidado! ¡Hey!

El cuerpo zombificado de La Mole ataca a los compañeros de celda. Algunos logran correrse de allí, sin embargo uno de ellos es alcanzado por La Mole, quien lo muerde en su brazo, haciendo caer de dolor. No se detiene en esto y destroza y desgarra el estómago de este prisionero, devorando sus entrañas en una carnicería horripilante y escalofriante.

Todos los prisioneros se agolpan hacia la entrada, golpeando los barrotes, gritando y pidiendo ayuda desesperadamente. El Flaco, Joaquín y Pancho son los únicos que se quedan de pie desafiando a aquel monstruo gigante.

Survive: A Story of zombiesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora