#81 Delegate

18 2 0
                                    

El Flaco estaba arreglando uno de los caballos, colocándole una montura y dándole de comer. Mientras lo hacía, Martin entro a los establos.

-Martin: Hey, ¿qué estás haciendo?

-Flaco: Voy a recorrer las defensas. Alguien tiene que ocuparse de ello.

-Martin: Tenemos problemas más grandes. La gente se nos muere de hambre y es un polvorín.

-Flaco: Entonces no les demos otro motivo para que vuele todo por los aires.

-Martin: No te entiendo. Pensé que querías que todo esto funcione.

-Flaco: Eso quiero.

-Martin: Bueno, no parece. Deja de boludear y pongámonos a resolver esto.

-Flaco: Y estoy seguro de que vos sabes exactamente qué hacer, ¿no?

-Martin: Si, me estoy ocupando.

-Flaco: Perfecto, porque ahora es tu responsabilidad.

-Martin: ¿Mi responsabilidad?

-Flaco: Si. Vos estas a cargo a partir de ahora. Pone tus ideas, organiza como quieras, dirigí como mejor te parezca. Yo simplemente obedezco.

El Flaco dio un salto y se subió al caballo.

-Martin: ¿Y qué vas a hacer? Yo no recuerdo haberte ordenado que anduvieras a caballo.

-Flaco: Y yo mentí cuando dije que obedecía.

Mientras Martin observaba como el Flaco se alejaba lentamente por la calle, Pancho entro con su hijo al viejo living de Oscar, convertido ahora en oficina de todos. Allí estaban Gabriela, Joaco y Romina, mirando un mapa.

-Joaco: Extraño a Google maps.

-Gabriela: Bueno, pero por ahora tendremos que arreglarnos con esto.

-Pancho: Buen día. ¿Qué están haciendo?

-Romina: Que estás haciendo vos con ese chico afuera. Hace mucho frio.

-Pancho: No se preocupen. Tiene mucho abrigo y varias bufandas del Flaco.

-Gabriela: Aun así necesitas una niñera. O dejar de preocuparte por todo esto.

-Pancho: Eso es imposible. Todos somos responsables.

-Martin: Menos uno.

-Gabriela: Hey. No te escuche entrar.

-Joaco: ¿Dónde está el Flaco?

-Martin: Que se yo. Se subió a un caballo y anda dando vueltas. Dijo que no quiere saber nada con todo esto.

-Gabriela: ¿Y eso que significa?

-Martin: Significa que todos los que estamos en esta habitación somos los líderes.

-Pancho: Pero, ¿qué le paso? ¿Hubo algo que lo hizo decir eso?

-Martin: Lo dijo y punto final. Miren, concentrémonos en buscar comida y leña.

-Gabriela: ¿Estas bien?

-Martin: Perfecto. Solamente estoy más preocupado en mantener este lugar a flote que en los sentimientos del Flaco.

-Pancho: Esto suele pasar. Démosle un poco de tiempo y seguro lo vamos a tener acá solucionando cosas.

-Martin: Vos también deberías irte. Tenes un hijo, eso es más importante. Si te necesitamos te vamos a llamar. Mientras tanto, ocúpate de tus prioridades.

-Pancho: Pero...

-Martin: Hay varios supermercados en los alrededores. Seguro están vacíos y las cosas estropeadas, pero puede haber algo en el camino. Organicemos algunos grupos de búsqueda para que vayan. Mientras, tenemos que preparar todo para la primavera.

-Joaco: Recién estamos empezando el invierno.

-Martin: No me importa.

Mientras tanto, el Flaco había bajado de su caballo y estaba a punto de abrir el portón principal, cuando escucho varios pasos que se acercaban y luego alguien que lo tomo del brazo, tirando de el con fuerza.

-Chechu: ¿¡Qué hiciste con mi novio!?

-Flaco: Tranquila, vas a asustar al caballo.

-Chechu: ¿Cómo queres que esté tranquila después de lo que hiciste?

-Flaco: Yo no hice nada.

-Chechu: No, el no hizo nada y vos lo metiste preso. ¿Estas enfermo?

-Flaco: Mira, habla con Martin y fíjate si te deja visitarlo. Yo no me voy a meter.

-Chechu: ¿Qué no te vas a meter? ¿Podes ser tan desconsiderado?

-Flaco: ¡No es mi problema! ¡Me tienen podrido! ¡Especialmente vos! Necesito esto, necesito lo otro. Hay un problema, hay otro. ¡Siempre tienen algo! Pero, ¿sabes qué? ¡Ya no es más mi problema!

-Chechu: ¿¡Y cuál es tu problema ahora!?

-Flaco: Mi problema ahora es fijarme que todos los muros estén asegurados y que ningún podrido se infiltre. ¡De nada! ¡Y por favor cerra la puerta!

Chechu cerró el portón de un golpazo y luego le dio un par de patadas, antes de sentarse en el asfalto a llorar.

Survive: A Story of zombiesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora