-Martin: ¡Se va a fundir el motor!
-Flaco: ¿¡No podés bajar le velocidad!?
-Martin: ¡No se cómo se hace!
-Natalia: ¡Dios!
Natalia saltó fuera de la lancha, directamente al muelle y al palo en donde estaba atada la cuerda. El Flaco hizo agachar a Pancho y a Gabriela y también saltó. La balacera se hizo más fuerte.
-Natalia: Esta muy bien atado esto.
-Flaco: No puede ser...
-Natalia: ¿¡Qué!?
El Flaco señaló a la multitud. De entre toda la gente, alguien sobresalía. Ensangrentado y con la ropa casi destruida, Alejandro corría por delante de todos, con una pistola en su mano y mirándolos fijo.
-Natalia: Tuve que haberle pegado un tiro cuando pude.
-Flaco: Muy tarde.
-Natalia: ¿Qué hacemos? ¡Nos van a agarrar!
El Flaco sacó su cuchillo y comenzó a pasarlo por la cuerda, desgarrando lentamente las hebras. Natalia se puso de pie y pateó la madera varias veces, sin obtener resultados. Mientras, Alejandro y su gente estaban a pocos metros de ellos y continuaban acercándose.
-Natalia: ¡Flaco!
Un último puntazo del Flaco cortó la cuerda. Él se aferró de ella y fue tirado hacia el agua. Dejó caer el cuchillo y tomó la mano de Natalia. Ambos fueron arrastrados unos metros por el muelle y luego cayeron al agua, mientras la lancha surcaba el agua helada.
Natalia colocó sus piernas alrededor de la cuerda, logrando afirmarse mejor, pero siendo sostenida por la mano izquierda del Flaco. El agua golpeaba su cara y la forzó a mirar hacia atrás. Entonces, en el extremo de la cuerda, vio algo que le heló la sangre: trepando, con un cuchillo entre los dientes, Alejandro estaba acercándose con mucho esfuerzo.
-Natalia: ¡Tenemos compañía!
-Flaco: ¿¡Quién es este tipo!? ¿¡Terminator!?
-Natalia: ¿¡Qué hacemos!?
-Flaco: ¡Agárrate fuerte! ¡Tenemos que subir a la lancha!
Natalia se aferró a la cintura del Flaco, mientras este tomó la cuerda con ambas manos y comenzó a acercarse a la lancha. Dentro, Gabriela se acercó al borde, extendiendo sus manos y gritándoles, al igual que Pancho. Detrás, Alejandro se acercaba cada vez más.
-Flaco: ¡No te sueltes! ¡Ya llegamos!
A medio camino, de repente, la cuerda se partió. El Flaco estiró su brazo izquierdo y sostuvo el pedazo en que estaban Natalia y Alejandro. Pudo sentir un enorme peso separando sus hombros, tirando hacia atrás y poniéndolo al límite de sus capacidades. El agua se escurría entre sus dedos, causando que estuviera a punto de resbalarse.
-Flaco: ¡Nati! ¡Necesito que te agarres de mí!¡No sé cuánto más pueda aguantar!
Natalia se extendió todo lo que pudo y se aferró a la muñeca del Flaco. Sin embargo, sintió algo que apretaba su pierna. Miró hacia abajo y vio que Alejandro se había aferrado a su pierna.
-Natalia: ¡Me tiene agarrada!
-Flaco: ¡Métele una patada!
-Natalia: ¡No me va a soltar! ¡Vos me tenes que soltar!
-Flaco: ¿¡Estás loca!?
-Natalia: ¡Es la única forma! ¡Soltame!
-Flaco: ¡No te voy a soltar! ¡No te voy a dejar morir!
-Natalia: ¡Hiciste todo lo que pudiste! ¡No es sobre mí! ¡Tenes que salvar a Luis!
-Flaco: ¡No voy a dejar que pase de nuevo!
-Natalia: Flaco...¡los dos sabemos lo que tenes que hacer!. Fuiste el mejor tipo que he conocido en toda mi vida. ¡Nunca te olvides de eso!.
-Flaco: ¡Nati...!
-Natalia: ¡Te quiero! ¡Te lo he querido decir desde hace dias! ¡Te quiero!
Natalia estiró el cuello y besó la mano del Flaco. Después, lo mordió, forzando a que suelte la cuerda. La lancha avanzó con el Flaco colgado de una sola mano. Natalia y Alejandro quedaron atrás en las aguas heladas y en la oscura noche. Como se alejaron tan rápido, no pudo saber que ocurrió.
Dentro de la lancha, Gabriela y Martin, que había dejado a Pancho para controlar el volante, tiraron de la cuerda y atrajeron al Flaco a la lancha, subiéndolo entre los dos.
-Gabriela: ¡Tenemos que ponerte algo o te vas a morir de frio!
-Martin: ¡Creo que esta mareado!. ¡Flaco! ¿¡Estás bien!?
El Flaco los miró a ambos y luego miró su mano. Los dientes de Natalia habían quedado marcados en su piel y unas gotas de sangre se desprendían.
-Flaco: Yo también, Nati. Yo también.
Apretó el puño y cerró los ojos mientras la lancha se adentraba en el frió y oscuro mar.
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Survive: A Story of zombies
HorrorAño 2014. Un virus creado por la OTAN durante la guerra fría se desata en África. Los reportes son tan claros como increíbles: los muertos regresan de su estado terminal y atacan a los vivos. A pesar de todo, el Mundial de Brasil se desarrolla no...