#24 Fire in the hole

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Pedro, Romina y Chechu están en el patio, preparando la camioneta y el auto. En bolsas, bolsos, mochilas y cajas, depositan todo lo que creen necesario para sobrevivir ahí afuera. 

En la calle, mientras tanto, los demás abren camino para poder salir de allí.

-Martin: Tanto trabajo para nada

-Pancho: Por suerte. Por lo menos sirvió de cábala, ¿no?

-Martin: Es bueno poder hacerlo.

-Flaco: Cuanto más rápido hagamos esto, mejor

-Martin: Tranquilo. ¿No eras el que no te querías ir? Vamos a estar bien

-Flaco: Nunca nada está bien. Lo sabemos por experiencia

Luego de mover los autos y despejar la calle, sacan los vehículos a la calle, preparándolos para partir.

-Pedro: ¿Estamos todos?

-Martin: Si, creo que no olvidamos nada. Cualquier cosa podemos volver a buscarlo

-Flaco: Revisamos todo. Si nos vamos es para no volver

-Chechu: Vamos. Cuanto más tardemos más vamos a extrañar este lugar

-Pancho: Es verdad. Lo vamos a extrañar. Pero todo ha cambiado. Para mal.

-Martin: Esta casa era excelente. Pero seguro que, entre todos, podemos encontrar algo mucho mejor.

-Pancho: Amen a eso.

-Pedro: ¿Son mis viejos oídos o alguien escucha autos?

-Romina: No, yo también escucho motores.

-Pancho: Ay dios

Doblando la esquina aparecen dos camiones cargados de gente fuertemente armada, además de varios autos más tras ellos. Una bomba molotov explota frente al grupo, dañando al Peugeot negro y esparciendo fuego por el asfalto.

-Flaco: ¡Rápido! ¡Adentro!

Todos corren hacia el garaje. El Flaco, Pancho y Martin  intentan cerrar la cortina de hierro para evitar el ingreso de más personas, pero cae otra bomba cerca de ellos y, ante los disparos, tienen que huir hacia adentro

-Martin: ¡¿Qué hacemos!?  ¿¡Que hacemos!?

-Flaco: ¡Cúbranse! Como puedan.

-Pancho: ¡¿Qué tiran?! ¿Están locos?

-Flaco: ¡Necesitamos a alguien adentro de la casa!

-Chechu: ¡Yo los cubro desde las ventanas! Ustedes vayan

-Flaco: ¡Chechu no! ¡Veni!

-Martin: ¡Déjala! ¡Ustedes dos vayan al fondo, acá nos van a llenar de agujeros!

-Pancho: ¡Cubrinos desde algún lado!

-Flaco: ¡Martin! ¡Anda contra el paredón y tira desde ahí!

-Pancho: ¡Vamos al fondo Flaco!

Martin, Pedro y Romina disparan mientras retroceden hacia el paredón derecho, cubriéndose con varias chapas y macetas.

Chechu dispara desde la ventana, protegiéndose con una de las persianas de madera, la cual queda completamente astillada frente a las balas. 

El Flaco y Pancho saltan la medianera que divide la casa de la fábrica y se cubren del otro lado. Apoyan sus pistolas en la parte superior del muro y disparan a las figuras incendiarias que se ven a lo lejos. 

El grueso de los soldados de Facundo ingresa, disparando y quemando. La mayoría de las bombas son arrojadas al techo de la casa y, las demás, lanzadas contra las ventanas que dan al patio.

Los primeros que pasan son abatidos por el fuego cruzado de Pancho, El Flaco y Martin. Más bombas caen e incendian el pasto, separando a ambos grupos por un cordón de fuego, impidiendo poder disparar y apuntar de forma certera. 

La casa comienza a arder descontroladamente, Martin, Pedro y Romina intentan resistir en un costado, rodeados de fuego y siendo alcanzados por más bombas 

El enorme sauce arde, las ramas caen creando más humo y fuego. Los invasores disparan a los vidrios y tiran las bombas dentro, quemándolo todo. 

En un instante un estruendo sacude el lugar y lentamente el techo de la casa se derrumba, dejando ver las llamaradas que hay dentro y cubriendo gran parte del lugar de humo.

-Flaco: ¡¡Chechu!!

-Pancho: ¡Flaco! ¡No!

El Flaco intenta traspasar el mundo, pero Pancho lo toma por las piernas y lo devuelve a su lado. El Flaco intenta zafarse y correr hacia la casa, pero Pancho lo detiene una y otra vez, hasta que desiste de esto y se queda arrodillado mirando las llamaradas y el humo negro que se distingue por sobre la medianera. 

Pancho lo toma por los brazos y lo lleva cargando

-Pancho: Vamos, rajemos. No tenemos nada más para hacer acá

Ambos corren por el patio de la fábrica, el Flaco no deja de mirar hacia atrás y es prácticamente arrastrado por Pancho, salen hacia la calle y se pierden por las calles aledañas, escapando del infierno y de la bola de fuego en que se convirtió su refugio.

El grupo de Facundo eleva sus brazos al cielo festejando su triunfo, rodeados de fuego y humo, matan a los animales, incendian los cultivos y saquean el lugar que ha quedado destruido.

Survive: A Story of zombiesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora