Al mediodía el Flaco avanzaba por el camino de tierra. Ya podía divisar claramente los muros de El Jardín, cortando con la monotonía del paisaje plano y solamente salpicado por unos pocos arboles vetustos. A medida que se acercaba, el camino se hacía más complicado. El camino estaba un poco más desparejo, flanqueado por hileras e hileras de alambres de púas, picos, estacas y pozos. Bajo el sol, las pistolas, rifles y escopetas de los soldados brillaban en lo alto de los muros.
Cuando estaba a pocos metros, los portones se abrieron súbitamente. El Flaco dejó de caminar y observó lo que sucedía. Detrás, en la oscuridad, una figura apareció. Comenzó lentamente a caminar, pasando por debajo del arco y saliendo al exterior. A ritmo lento y tranquilo, observando el panorama, finalmente se colocó frente al Flaco.
-Alejandro: Mira vos. ¿Realmente sobreviviste? Estas hecho un asco.
-Flaco: Perdóname que no me haya peinado.
-Alejandro: La verdad pensé que ya estarías re muerto. De verdad, eh. Dije "este tipo, sin los amigos, va a morir en menos de una hora". Pero mira nada más. ¡Regresaste! Tengo que felicitarte.
Alejandro le extiende la mano y sonríe. El Flaco observa eso y lo mira a los ojos. Respira hondo y comienza a caminar, rodeando a su interlocutor. Alejandro, antes de que pudiera pasar a su lado, lo toma por el brazo, apretándoselo fuerte.
-Alejandro: ¿Ves toda esa gente mirándome? Se llama respeto. Es una de las razones por la que están vivos. La otra es miedo y es por eso que tienen armas. Jamás me dispararían, pero un movimiento raro tuyo y te vuelan los sesos.
-Flaco: ¿Y porque no lo hicieron? ¿Para que los pusiste? Viniste solo para acá, es obvio que no tenes miedo. Pero, ¿por qué esos tipos?
-Alejandro: Viste lo que somos. Viste la vida que podes llevar acá adentro. También te mostré como puede ser tu vida en el campo. Si cruzas esa puerta, renuncias al afuera y venís con nosotros. ¿Estás dispuesto?
-Flaco: Creo que no tengo opción, en realidad.
-Alejandro: (sonriendo) Exacto. ¿Ves que sos inteligente cuando queres?
Alejandro chasqueó los dedos e inmediatamente dos guardias se aparecieron frente a ellos. Señalo las heridas del Flaco y luego les hizo un ademan. Rápidamente los guardias tomaron al Flaco por los hombros y lo arrastraron adentro. Cinco minutos después, lo depositaron en el consultorio del doctor.
-Pablo: Dios....¿estás bien?
-Flaco: Dentro de lo que se puede estar.
-Pablo: ¿Qué te pasó?
-Flaco: Nada. Me mandaron para afuera para matarme. Pero acá estoy.
-Pablo: Es terrible. ¿No te....?
-Flaco: No. Casi, pero no. Larga historia.
-Pablo: Sentate en la camilla, te voy a poner algo de cicatrizante.
El Flaco se subió a la camilla y se sacó el buzo, además de la camiseta, quedando con el torso desnudo. Se observó detenidamente, notando todos los moretones, cortes y cicatrices que tenía.
-Pablo: Te dieron una buena paliza.
-Flaco: Duele más de lo que parece.
-Pablo: No te preocupes, van a sanar rápidamente. Solo tenes que cuidarte de mantenerlas limpias.
-Flaco: Voy a intentarlo. No creo que sea muy posible.
-Pablo: Si lo va a ser. Con que vengas dos o tres veces por semanas vas a estar bien.
-Flaco: Eso es lo que pasa.
-Pablo: Ya veo. ¿Lo pensaste bien?
-Flaco: No. Ya lo tengo decidido.
-Pablo: Entonces no voy a tratar de convencerte de nada.
-Flaco: Pero yo sí. Quiero que vengas con nosotros.
-Pablo: ¿Yo? Pero....
-Flaco: Tenemos un bebe que necesita ayuda. Posiblemente tengamos otro en camino. Claramente te necesitamos.
-Pablo: Me encantaría. Realmente me encantaría. Pero no puedo. Acá también hay gente que me necesita y no puedo dejarlos. Pero, si necesitas ayuda, yo soy tu hombre.
-Flaco: Eso quería escuchar.
Después de ser curado, el Flaco regresó al galpón con una bolsa. El resto del grupo estaba sentado en las camas. Cuando vieron al Flaco llegar, salieron corriendo a su encuentro, abrazándolo.
-Pancho: ¿Dónde estabas? ¿Qué te pasó?
-Flaco: Parece que no estaban muy de acuerdo con las cosas gratis para Luis.
-Martin: ¿Te golpearon?
-Flaco: No. Solamente me dejaron afuera sin nada. Los golpes fueron de esos tipos que atamos.
-Martin: Sabia que no debimos dejarlos vivos.
-Flaco: Al contrario. Ellos nos van a ayudar.
-Gabriela: ¿Ayudar?
-Flaco: Nos vamos. Cuanto antes.
-Pancho: ¿¡Que!? ¿Nos vamos?
-Flaco: ¿Se acuerdan que hablamos de un momento de decir 'basta'? Es este.
-Martin: ¿Por qué ahora? Gabriela puede estar embarazada, no tenemos comida, tenemos un bebe que cuidar. ¿Queres salir justo ahora? Ya sé que te dieron una paliza, pero, ¿es momento?
-Flaco: Vamos a tener ayuda. De muchos. No vamos a tratar de irnos solos. Gente, es ahora o nunca. Si nos metemos mucho con estos tipos, después no vamos a poder salir.
-Gabriela: Con toda la ayuda que podamos tener, es igual muy peligroso. ¿Lo tenes realmente bien pensado? Mejor aún, ¿confías en los tipos que te dieron una paliza?
-Flaco: No. Yo no confió en nadie fuera de nosotros. Pero ellos tienen los mismos intereses que nosotros. Entonces confió en la colaboración.
-Pancho: ¿Qué hay en esa bolsa?
-Flaco: Comida, cosas para el bebe. Un mapa.
-Pancho: Esto....nos puede servir para unas semanas. Después dependerá de nosotros.
-Flaco: Si.
-Pancho: La cosa es simple. ¿Nos quedamos acá, con los tipos malos, o regresamos a sobrevivir ahí afuera como podamos?
-Gabriela: Vamos.
-Martin: ¿En serio? ¿Y qué pasa con....?
-Gabriela: Eso no está confirmado. En el peor de los casos, tenemos nueve meses para encontrar un lugar seguro. Prefiero tener que luchar por lo nuestro ahí afuera, que ver como los maltratan. No quisiera que nuestro hijo se criara en este lugar. Y creo que vos tampoco.
-Martin: Volvamos a lo nuestro, entonces
-Pancho: ¿Tenes un plan, entonces?
-Flaco: Sí. Pero primero tengo que entrar algo. Es parte del plan.
-Martin: ¿Necesitas ayuda?
-Flaco: No. Lo que necesito es que todos pasen desapercibidos.
-Gabriela: Vamos a empezar a guardar todo lo nuestro.
-Pancho: ¿Para cuándo nos necesitas listos?
-Flaco: A primera hora mañana. Despídanse de este lugar.
ESTÁS LEYENDO
Survive: A Story of zombies
HorrorAño 2014. Un virus creado por la OTAN durante la guerra fría se desata en África. Los reportes son tan claros como increíbles: los muertos regresan de su estado terminal y atacan a los vivos. A pesar de todo, el Mundial de Brasil se desarrolla no...