Juan, Agustín y Martin están en su habitación sentados en el borde de sus respectivas camas
-Juan: ¿Cuántas balas le quedan al rifle?
-Martin: Seis quedan
-Juan: Dame que lo llevo yo. ¿Vos manejas?
-Martin: Si. Soy como el chofer oficial
-Agustín: No me dejan a mí porque no me dejan hacer derrapes
-Martin: Eso confirma que tenemos razón
-Agustín: Siempre quise derrapar en las calles de acá. Y ahora que se puede no tenemos auto
-Juan: Bueno, agarren dos cuchillos cada uno, por lo menos. Vamos así salimos rápido
Mientras, en el patio el Flaco y Pancho llevan un par de palas hacia la camioneta
-Pancho: Vamos a ir un par de cuadras, tampoco nos internaremos demasiado. No hagas drama
-Flaco: Es que la idea me parece un drama, por no decir una estupidez
-Pancho: Lo que menos necesitamos es una pelea. Ellos son muy amigos entre ellos y no podemos permitirnos dividirnos en dos grupos enemistados
-Flaco: Si alguien sale herido, tendremos un problema. Grave
-Pancho: Si queres ser líder de esto, vas a tener que aprenderá ceder a la opinión general
-Flaco: Yo no quiero ser líder de nada. Está bien que todos elijamos que hacer. Pero esto debemos posponerlo. Podemos vivir un par de semanas o un mes con la comida que trajimos tranquilos.
-Pancho: Creo que todos vivirán tranquilos sabiendo que hicimos lo correcto
-Flaco: Lo correcto es cuidarnos entre nosotros.
El grupo sale rumbo a la Plaza, recorriendo rápidamente las cuadras que la separan de la casa. Varios coches impiden el paso, quedando a cuatro cuadras de la plaza. Todos se bajan.
-Flaco: Separémonos. Pancho y yo iremos para la derecha. Ustedes busquen en esta zona.
El Flaco y Pancho se van. Martin y Agustín se dirigen hacia la izquierda, recorriendo varias cuadras. Juan, Federico y Chechu se quedan con el rifle custodiando la camioneta
-Martin: Pensé que habría algo mas
-Agustín: ¿Qué esperabas? ¿Otra casa como la nuestra?
-Martin: Estoy empezando a creer que somos únicos
-Agustín: Claro. Shh. ¿Y eso? ¡EH!
Un Ford Focus negro se detiene frente a ellos. Un grupo de cinco personas salen de él, fuertemente armados.
-Martin: Hola. No queremos problemas. Estamos parados por allá
-Extraño: ¿Hay más de ustedes?
-Agustín: Si. Estamos bien.
-Extraño: Nosotros tenemos un refugio seguro, con comida, camas, montones de personas. ¿Perdieron a alguien? Puede estar con nosotros.
-Martin: No estamos tan mal. Pero siempre se puede estar mejor. Vengan, tenemos a nuestros compañeros esperando por allá
-Agustín: Así que tienen mucha gente en su refugio
-Extraño: Calculamos veinte familias. Mas el personal
-Agustín: ¿Personal?
-Extraño: Si, viste, buscamos comida, matamos zombies, protegemos, cosas así
-Agustín: Ah, le dicen zombies. Nosotros preferimos…
-Extraño: ¡La camioneta!
-Martin: Si, es nuestra.
-Extraño: ¡Ustedes!
Los extraños sacan sus armas y apuntan directamente a Martin y Agustín. Desde adentro de la camioneta Chechu y Juan intentan tomar el rifle, pero son advertidos por los extraños.
-Extraño: Si se les ocurre alguna boludez los fajo a todos, balas nos sobran. Estos dos van a venir con nosotros. Sabemos que se robaron la comida de nuestro supermercado. Los esperamos mañana a primera hora. Traigan lo que se llevaron si quieren a estas putas de vuelta
Martin y Agustín son golpeados con las armas y subidos al auto de los extraños. Rápidamente se alejan en el horizonte, hasta perderlos de vista.
-Chechu: ¡Tenemos que ir a buscar al Flaco!
-Juan: ¡No! Yo tengo esto bajo control
-Chechu: ¿¡Bajo control!? ¡Se llevaron a Martin y Agustín a quien sabe dónde!
Juan se toma la cara y se sienta en la calle, apoyado contra la rueda de la camioneta. Chechu corre calle abajo a buscar a Pancho y al Flaco que vienen caminando con un par de bolsas
-Flaco: Por lo menos nosotros hicimos algo productivo
-Pancho: Ni lo menciones
Chechu llega corriendo y abraza al Flaco
-Flaco: No te emociones, no encontré nada para minas
-Chechu: Ay Flaco, no sabes lo que paso. (Suspira) Estábamos sentados, esperando por ustedes, hasta que apareció una camioneta
-Pancho: No me gusta como viene esto
-Chechu: Parecían buenos, pero se descontrolaron, nos reconocieron
-Flaco: ¿Reconocieron?
-Chechu: A ellos le robamos la comida del súper. Bah, eso dicen. La quieren devuelta. Se llevaron a Martin y Agustín
-Flaco: Pero la puta que lo pario
-Pancho: ¿Qué vamos a hacer?
El Flaco sale corriendo hacia la camioneta. Observa a Juan, quien también lo mira desde el piso
-Flaco: ¿Ahora podremos dormir tranquilos sabiendo cómo es la gente acá afuera?
-Juan: Solo son cinco tipos
-Flaco: La gente de esta ciudad era una mierda antes de que todo se fuera al carajo. Poder matar sin leyes es como agua para ellos
-Chechu: Hey. Basta. Tenemos que arreglar esto. ¿Qué hacemos?
-Flaco: Vamos a la casa. No sea cosa que vuelvan a terminar el trabajo. Hay que solucionar esto
El Flaco se sube por el lado del conductor, Pancho junto a él. Juan mira a todos y finalmente es el último en entrar a la camioneta.
ESTÁS LEYENDO
Survive: A Story of zombies
HorrorAño 2014. Un virus creado por la OTAN durante la guerra fría se desata en África. Los reportes son tan claros como increíbles: los muertos regresan de su estado terminal y atacan a los vivos. A pesar de todo, el Mundial de Brasil se desarrolla no...