#20 Bautista

40 5 1
                                    

La multitud está en el salón de actos, reclamando justicia y seguridad. Parecen irritados, los guardias parecen tensos. El clima es de miedo y rabia

-Bautista: ¡Gente! ¡Gente! ¡Calmados! Por favor, vuelvan a su vida normal, estamos arreglando las cosas. Reforzamos la seguridad en la cuadra y hay más vigilancia. ¡No hay de que temer!

-Persona: ¿No hay de que temer? Colgaron a un tipo en el patio y vinieron dos de ellos y mataron a diez de nosotros. ¿Qué carajo estaban haciendo?

-Persona: ¡Devuelvan nuestras armas! ¡Defendámonos nosotros!

-Facundo: ¡Silencio! Ustedes nos dieron poder para protegerlos. Lo hemos hecho durante meses. Prosperamos. Hemos enfrentado hordas, oscuridad, hambre y dolor. Pero lo superamos siempre. Jamás nos enfrentamos a bestias como estas personas. Ahora sabemos cómo son, quienes son. Ustedes saben cómo son. Ahora solo tenemos que acabarlos

-Persona: Ya hemos perdido varias batallas, ni siquiera saben dónde viven. Déjense de joder con esta guerra y busquen comida

-Bautista: ¡Gente! Les aseguramos que no es una guerra. Nuestra comunidad quiere hablar, conciliar la paz y vivir sin problemas, sobreviviendo.

-Facundo: Si no quieren guerra, no la tendremos. Si nos atacan de nuevo, evaluaremos la situación. Aunque seamos los líderes, aun los escuchamos. Ahora vuelvan a sus casas tranquilos con sus hijos.

Bautista y Facundo bajan del escenario y se juntan al pie de la escalera principal de mármol blanco

-Facundo: Los vamos a ir a buscar a su cueva. Y cuando encontremos su cueva, nos vamos a asegurar de exterminarlos

-Bautista: Entiendo que vinieron y mataron a personas. Pero vos colgaste a uno de ellos.

-Facundo: Y ellos mataron a nuestros guardias y a civiles. Y trataron de engañarme con un cadáver

-Bautista: Esta gente no es peligrosa, solo quieren vivir en paz. Déjalos, ¿Cuánto pueden sobrevivir? Mira lo que hemos creado, no iniciemos algo que podríamos lamentar

-Facundo: Ahora son pocos y frágiles. Pronto serán fuertes y peligrosos. ¡Están viviendo del lado más peligroso de la ciudad! ¡Vinieron con un muerto a negociar! ¿Pensas que son tranquilos estos hijos de puta? ¿Sos pelotudo?

-Bautista: ¡Déjalos! Déjalos que sean. Si quieren atacarnos, los superamos en número y en armas. ¿Quién puede intentar atacar esta escuela? ¡Es solida! Si no hubieras estado ocupado buscándolos y buscando más armas, todos los guardias habrían cubierto el perímetro

-Facundo: El mundo es matar o morir. Yo no voy a dormir con esta gente. Y las familias que viven acá ya no nos ven igual. No nos ven líderes seguros. Deben morir

Facundo sube a su habitación. Colgado de un perchero tiene el cuerpo de Juan. Arrima un sillón de pana roja se sienta frente al cadáver. Y duerme. Horas después despierta. Mira al piso de madera oscura. Sonríe y se levanta rápidamente.

Bautista está reparando unas ventanas, rotas en el ataque

-Facundo: Ojala tuviéramos más comida y menos vidrios para reponer

-Bautista: No se puede todo. Pero nos ayuda en el invierno

-Facundo: Si. Che, acompáñame. Tengo que revisar algo afuera y quiero que vengas.                

Ambos suben a un auto y salen a rumbo desconocido. Facundo mira fijamente la calle, mientras que Bautista se siente bastante incómodo con el ambiente que parece inundar el vehículo. Facundo detiene el auto y desciende cerca del estacionamiento de un almacén

-Bautista: ¿Para qué vinimos acá?

-Facundo: somos los líderes, tenemos que resolver ciertos temas

-Bautista: ¿Ciertos temas? La guerra…

-Facundo: La gente de la escuela te eligió a vos porque sos como ellos. Temeroso, cauteloso…estúpido. No arriesgan cuando deben, corren cuando tienen que luchar y escapan de la gloria. Por eso me eligieron a mí. Que soy todo lo que desearían ser, un verdadero líder. Alguien que haga lo que ellos criticarían, aunque lo quieran

-Bautista: ¿Por qué me decís todo esto?

-Facundo: Porque me gusta decir todo lo que siento cuando me despido…

Facundo toma su pistola, Bautista detecta este movimiento y se arroja hacia él, haciéndolo caer y soltar su arma. Bautista huye calle abajo, desapareciendo entre las casas y algunos zombies.

Sube a su auto y vuelve a la escuela, la cual tiene más presencia de guardias que de costumbre y muchos vehículos recorren la cuadra.

-Guardia: Jefe, los encontramos. Viven en una casa cerca del Club Ferroviario

-Facundo: ¿En serio? Buen trabajo.

-Guardia: No parecen tener buenas defensas. ¿Quiere que los traigamos ahora?

-Facundo: No, no quiero tenerlos acá. No quiero verlos más. Manda a los recolectores a traer todo el alcohol que puedan

-Guardia: ¿Para qué?

-Facundo: He decidido que mueran calcinados. Preparen todas las bombas molotov que puedan.

-Guardia: Jefe, ¿no fue Bautista con usted?

-Facundo: Ahora el único Jefe soy yo. Nada de preguntas

Survive: A Story of zombiesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora