Capítulo 22

157 19 3
                                    

June


—Espera Eros, ¡déjame explicarlo! —Reyna apresuró sus pasos, mientras él continuaba avanzando hacia la entrada del recinto—. ¡Por favor, necesito que me escuches!

La urgencia en su voz era palpable, pero Eros parecía resuelto a no detenerse. Ignoró sus súplicas y siguió avanzando, hasta que finalmente la mano de Reyna se suscitó sobre su hombre derecho, haciéndolo detenerse y se devolvió hacia ella.

—¡Fue suficiente! —Apretó sus puños con una mezcla de ira y frustración, su ceño estaba profundamente fruncido, emitiendo una intensidad que Reyna rara vez había visto en él—. Creo que he escuchado suficiente por hoy.

La joven asesina inclinó su cabeza hacia abajo, elevando ligeramente las cejas y levantando sus párpados en una expresión de aflicción innegable. Arrugas aparecieron en su frente mientras luchaba por contener los sollozos que comenzaban a emerger.

—Oye... —June se acercó a ella con compasión—. No te pongas así, ¿de acuerdo? Seguramente se le pasará y...

—¡Tú no lo entiendes!

Reyna pasó una mano por sus ojos, en un intento fortuito por contener sus lágrimas, y luego se alejó de allí a todo pulmón, saliendo por la puerta. June se quedó momentáneamente atónita ante lo que había ocurrido. Volteó a mirar al anciano, quien le devolvió una sonrisa cargada de tristeza. Los demás Velerians observaban en silencio, incapaces de intervenir.

—Sé lo que estás pensando —Raymond encogió sus hombros—, pero él necesitaba saber la verdad, incluso si duele. Podría haber vivido bajo una manta de mentiras toda su vida.

—¿Su padre? —June negó con la cabeza varias veces—. Hay algo que no encaja del todo, pero veo un patrón común entre nosotros tres. —El hombre arqueó una ceja, esperando a que continuara—. Al parecer, ninguno de los tres tuvo padres que valieran la pena de verdad.

El anciano suspiró y asintió con una expresión pensativa.

—Oh, joven June. Nunca afirmé que fuera un buen padre, simplemente hice lo que se esperaba de mí.

—¿A costa de ponerlos en peligro? ¡¿A sabiendas de que se arriesgaban constantemente siendo asesinos?!

—Ningún simple humano podría igualar a Reyna en combate, ni por asomo. Ella está en un nivel completamente distinto —aseguró el anciano.

June estuvo a punto de responder, pero finalmente decidió que no valía la pena. Se dirigió hacia la puerta, dispuesta a seguir a Eros. Raymond la observó partir con una mirada inexpresiva. A él también le dolía, pero las palabras de Thryna seguían resonando en su mente. Los relámpagos de aquella oscura noche seguían siendo desgarradores a pesar de los años y aquella decisión que tuvo que tomar era una cicatriz que jamás conseguiría sanar del todo...

 Los relámpagos de aquella oscura noche seguían siendo desgarradores a pesar de los años y aquella decisión que tuvo que tomar era una cicatriz que jamás conseguiría sanar del todo

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Lazos de SangreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora